2. En el año 2012 la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del
Congreso entonces presidida por Alberto Beingolea emitió un
dictamen favorable sobre un grupo de proyectos de ley que
proponían la introducción de nuevos delitos informáticos. El
texto de este Dictamen, conocido como Ley Beingolea, recibió
una avalancha de críticas por parte de la comunidad nacional
e internacional a través de cartas, artículos y mensajes en redes
sociales. Los principales cuestionamientos que se le hacían
tenían que ver con la vaguedad de varios de sus artículos y su
propuesta de reducir severamente el derecho constitucional al
secreto de las telecomunicaciones. Sin embargo, el texto de la
Ley Beingolea nunca fue retirado aunque el propio Alberto
Beingolea reconoció las carencias de su proyecto. Desde
entonces, el Proyecto ha estado esperando su debate y el año
pasado fue incluido en la agenda del pleno luego de sendas
solicitudes de premura de los congresistas Juan Carlos
Eguren y Tomás Zamudio. En el interín, se presentaron otros
proyectos que tratan delitos informáticos en específico o que
están relacionados con el uso de la tecnología incluyendo un
proyecto integral elaborado por el Ministerio de Justicia y
enviado al congreso con las firmas del Presidente de la República
y el Primer Ministro.
3. En el mes de septiembre del año pasado, la Ley Beingolea
apareció como número 1 en el orden de Proyectos a ser
debatidos. Durante la mañana del 12 de septiembre, se abrió el
debate en el Pleno, donde pocos congresistas como Mesías
Guevara, YonhyLescano y Luz Salgado expresaron su
preocupación por la vaguedad de los términos del Proyecto.
Otros congresistas aprovecharon para destacar que ellos también
habían presentado sus propios proyectos de ley sobre acoso a
menores a través de Internet o dieron cuenta del reciente
proyecto del Ejecutivo. Frente a ello, el congresista Juan Carlos
Eguren en su calidad de presidente de la Comisión de Justicia
solicitó un receso para poder incorporar las sugerencias de los
congresistas. A las 4:00 pm, pocas horas luego del debate, el
congresista Eguren volvía a someter al debate un nuevo texto de
la Ley Beingolea que solo conocían los parlamentarios y que fue
“plenamente consensuado con los representantes del Poder
Ejecutivo, ya que tenían un proyecto de ley presentado que
pretendía legislar las mismas materias”. El nuevo texto del
Proyecto de Ley incorporaba casi todos los demás proyectos de
ley presentados, pese a que no se habían revisado ni votado en
Comisión previamente. Sin embargo, el nuevo texto apenas
mereció un par de intervenciones menores y fue inmediatamente
aprobado por 79 votos a favor y ninguno en contra.
4. “La aprobación de la Ley Beingolea es el ejemplo
perfecto de cómo no se debe llevar a cabo un proceso
legislativo. En primer lugar, tienen un texto muy
criticado durmiendo por más de un año en la agenda.
Luego, lo someten a debate y en cuestión de horas
cambian completamente el texto incorporando
propuestas nuevas que no han pasado por ningún
filtro en Comisión, como la de grooming o
discriminación por Internet. Este nuevo texto solo lo
conocen los congresistas y todos los demás ciudadanos
tenemos que ver por televisión como es aprobado por
unanimidad sin que sepamos qué dice. ¿No pensaron
que si la primera versión había recibido tantos
comentarios críticos era necesario someter a
comentarios de la sociedad civil también la segunda?”
5. Morachimo destacó, además, que “si bien el nuevo texto ha
moderado algunos de los errores de la Ley Beingolea también ha
incorporado nuevos problemas como la penalización de las
expresiones de discriminación a través de Internet o el contacto
con menores a través de medios tecnológicos. Todos temas que
han sido materia de mucha discusión en otros países y que acá se
han propuesto, negociado en secreto y aprobado por unanimidad
en menos de seis horas.”
El dia martes, 22 de octubre del 2013 La Ley de Delitos
Informáticos, aprobada por el pleno del Congreso el 12 de
setiembre, tuvo el visto bueno del Presidente de la República y
fue publicada en el Boletín de Normas Legales del diario oficial
“El Peruano”, lleva las firmas de Humala; el primer ministro, Juan
Jiménez Mayor; el titular del Parlamento, Fredy Otárola; y la
vicepresidenta del Legislativo, Carmen Omonte. Esto a pesar de
que especialistas le solicitaron al presidente Ollanta Humala no
firmarla y observarla debido a que sus ambigüedades podrían
afectar la libertad de expresión.
6. Miguel Morachimo, presidente de la ONG Hiperderecho,
señaló que la forma en que ha sido redactado el proyecto
pone en riesgo derechos fundamentales. Dijo que se
pretende ampliar el delito de discriminación a través de
Internet como una sanción igual a los actos de violencia
ejercidos por discriminación. “Ello implica una amenaza a
la libertad de expresión en línea, donde cualquier
comentario que alguien pueda encontrar discriminatorio
puede colocar al autor frente a una investigación penal”,
indicó.
Erick Iriarte, abogado especialista en temas de Internet, ha
señalado que la ley tiene muchas ambigüedades en su
redacción que la hacen peligrosa. Por ejemplo se castiga
hasta con seis años de prisión a los que borren, deterioren,
alteren o supriman datos informáticos que no sean
suyos, pero no hay una valorización de en qué circunstancia
debe aplicarse.
7. Adicional a ello, se realiza especificaciones a los delitos de
interceptación de datos e interceptación telefónica y a la
información clasificada como secreta, reservada o
confidencial, punto controversial en un inicio porque no se
aclaraba las diferencias. Esta norma también elimina el
delito de tráfico de datos contenido en esta ley para
incluirlo en el Código Penal, permitiendo además que este
ilícito sea perseguible mediante el ejercicio público de la
acción penal y no privada como lo es para los
demás delitos contra la intimidad. Finalmente, se precisa
los agravantes en caso de discriminación e incitación a la
discriminación cuando se perpetren mediante el uso de
internet. La promulgación de la ley cuenta con la rúbrica
del presidente Ollanta Humala y el primer ministro René
Cornejo.