Las empresas pueden clasificarse de varias maneras: por su tamaño (microempresas, pequeñas, medianas y grandes), por su forma jurídica (persona física, varias personas, persona jurídica), por su sector económico (primario, secundario, terciario, cuaternario), y por su actividad (industriales, comerciales, de servicios). Su objetivo principal es cubrir una necesidad en un entorno determinado y obtener un beneficio económico a través del desarrollo de una actividad en particular.