Este anuncio publicitario de Coca-Cola tiene como objetivo mantener la marca mostrando a niños disfrazados de héroes jugando y divirtiéndose, con el mensaje de que debemos volver a sentirnos poderosos como cuando éramos niños. Muestra escenas de niños disfrazados intercaladas con frases que evocan la infancia, para luego mostrar también a adultos disfrazados. El producto solo aparece brevemente al final con su eslogan "Destapa la felicidad".