Las scholas monásticas fueron las primeras instituciones educativas de la cristiandad latina, donde se enseñaban estudios religiosos, letras, oficios y artes. La universitas fue donde surgieron los primeros maestros y facultades. El pensamiento de la Edad Media era teocéntrico y distinguía entre la ciudad de Dios y la ciudad humana. Santo Tomás de Aquino aplicó el método aristotélico al estudio de la teología.