El papa Benedicto XVI ha convocado un Año de la Fe que comienza el 11 de octubre de 2012 y concluye el 24 de noviembre de 2013, para renovar la misión de la iglesia y promover la conversión personal y comunitaria en medio de una crisis de fe. A través de la carta apostólica 'Porta Fidei', se invita a los creyentes a redescubrir y vivir su fe, enfatizando la importancia de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, y el estudio de los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia. Este periodo busca fortalecer la relación de los fieles con Cristo y fomentar un compromiso renovado en la evangelización.