1. Aparicio Pomares
"El hombre de la
bandera" es el relato
que aparece en el libro
de López Albújar
titulado Cuentos
andinos.
A. MAQUE P. Abril de 2014
2. Año 1883: Guerra del Pacífico.
La historia se inicia con la reunión que tienen los principales jefes indígenas con
un miembro de la comunidad, ausente durante bastantes años, llamado Aparicio
Pomares de Chupán, que les pone al tanto de la invasión que se ha producido en
parte del territorio peruano por las tropas chilenas.
3. • Al principio, Aparicio Pomares encuentra ciertas reticencias por parte de los
indios, pero les dice que él también es indio y que es necesaria la unión de todos
los peruanos para luchar contra el invasor
4. • Aparicio Pomares intenta convencerles de que deben
tomar partido en favor del gobierno peruano
5. • Porque el Perú está formado por los mistis,
dirigentes de las élites peruanas,
6. • y por ellos mismos, indígenas pobres que viven en la
zona andina.
10. • En la batalla es herido
el protagonista, el
hombre de la
bandera, que se retira
a las montañas a
esperar el descanso
definitivo, alejándose
de todos los honores
que le corresponden
como héroe de guerra
11. López Albújar ve la solución en un
proyecto educativo que saque a los
indios de la ignorancia. Para ello
siempre será necesaria la existencia de
alguien que los dirija. Este papel de
dirigente es el que cumple el
protagonista del relato, Aparicio
Pomares de Chupan.
12. El protagonista es presentado en primera persona por medio de
su propia voz:
—Quizá ninguno de ustedes se acuerde ya de mí. Soy Aparicio Pomares de
Chupán, indio como ustedes, pero con el corazón muy peruano.
13. • En la voz de Aparicio Pomares surge la tesis de que es necesaria la unión de todos,
indios, mestizos y blancos para la construcción de un Perú justo y libre. Este aspecto
queda muy bien reflejado en el diálogo que mantiene Pomares con uno de los
dirigentes indígenas:
—Pero las tierras del sur son de los mistis, son tierras con las que nada
tenemos que hacer nosotros —arguyó nuevamente un obasino—. ¿Qué
tienen que hacer las tierras de Pisagua, como dices tú, con las de Obas,
Chupán, Chavinillo, Pachas y las demás?
14. • —Mucho. Ustedes olvidan que en esas tierras está el Cuzco, la ciudad
sagrada de nuestros abuelos. Y decir que el misti chileno nada tiene que
hacer con nosotros es como decir que si mañana, por ejemplo, unos
bandoleros atacaran Obas y quemaran unas cuantas casas, los moradores de
las otras, a quienes no se les hubiera hecho daño, dijeran que no tenían por
qué meterse con los bandoleros ni por qué perseguirlos. ¿Así piensan ustedes
desde que yo falto de aquí?
15. • Y el obasino, casi convencido, añadió:
—El que daña a uno de nuestra comunidad daña a todos
16. Pomares es a su vez el que define lo que debe ser el estado, la nación de todos
los peruanos, tanto del mundo andino como del mundo costeño:
—Así es. ¿Y el Perú no es una comunidad?—gritó Pomares—. ¿Qué cosa
creen ustedes que es el Perú? Perú es muy grande. Las tierras que están al
otro lado de la cordillera son Perú; las que caen a este lado también son Perú.
Y Perú también es Pachas, Obas, Chupán, Chavinillo, Margos, Chaulán... y
Panao, y Llata, y Ambo, y Huánuco.
17. Aparicio Pomares es presentado como el dirigente de la gesta actuando como
gran militar durante la batalla.
Este, con agilidad y resistencia increíbles, recorría las filas, saludaba con el
sombrero las descargas de la fusilería, se detenía un instante y disparaba su
escopeta, y, enseguida, mientras un compañero se la volvía a cargar,
empuñaba la honda y disparaba también.
18. • En medio de la gesta le acompaña el
símbolo de unión de todos los
peruanos, el símbolo de la nación, la
bandera que da título al relato y que
él mismo les enseña a los indios:
• (...) esta bandera es Perú; esta
bandera ha estado en Miraflores.
Véanla bien. Es blanca y roja, y en
donde ustedes vean una bandera igual
allí estará el Perú. Es la bandera de los
mistis que viven allá en las ciudades y
también de los que vivimos en estas
tierras .
19. Con esta misma bandera será enterrado
Aparicio Pomares a petición propia,
como señal de admiración y respeto a
su patria. Tendrá una enterramiento
humilde, sin glorias ni honores, tan sólo
un párrafo del narrador que suena a
epitafio:
Y así fue enterrado el indio chupán
Aparicio Pomares, el hombre de la
bandera, que supo, en una hora de
inspiración feliz, sacudir el alma
adormecida de la raza.
De esto sólo queda allá, en un ruinoso
cementerio, sobre una tumba, una
pobre cruz de madera, desvencijada y
cubierta de líquenes, que la costumbre
o la piedad de algún deudo renueva
todos los años en el día de difuntos.
20. Cuentos andinos se publica en 1920. Es ese el
momento en el que en Perú surge un intenso debate
sobre la identidad del país y el problema indígena. A
esta corriente de pensamiento se le llama
Indigenismo. El Indigenismo no fue una filosofía
uniforme, sino que se puede hablar de diversos
indigenismos. Existen, de este modo tres grandes
tendencias:
• Los novecentistas
• El pensamiento de Mariátegui
• Tesis mesticista
21. • Los novecentistas. Con Belaunde a la cabeza
como máximo teórico, piensan que el
problema indígena se debe resolver mediante
la educación, según las tesis imperantes de la
época del Krausismo. Consideran que en Perú
deben gobernar las élites blancas, los cuales
son los únicos que pueden sacar el país
adelante.
22. • El pensamiento de Mariátegui y sus
seguidores también será muy influyente en los
círculos intelectuales. Como fundador del
partido comunista peruano, parte del
comunismo incaico como modelo de
sociedad. Su modelo político sufre fracturas,
pues tal comunismo nunca llegó a producirse,
por lo que parte de una premisa incierta.
23. • Tesis mesticista. Su mejor representante es
Basadre. Apuesta por un Perú en el que
participen tanto indios como blancos, como
mestizos. También piensa que el problema
indígena se soluciona mediante la educación.
Considera que los indios deben incorporarse a
la cultura blanca y abandonar su cultura. Es
una tesis contradictoria. En esta corriente de
pensamiento se insertan los Cuentos andinos.
24. LA GESTA DE APARICIO POMARES
(8 de agosto de 1883)
En las faldas del Jactay, y del cerro «Poncho bandera», hicieron su presencia
en son de guerra los campesinos de la provincia de Dos de Mayo y Yorowilca,
el 8 de agosto de 1883. Portaban hondas y garrotes amenazantes. Eran cerca
de
2 000 campesinos que habían rodeado Huánuco a fin de desalojar al invasor
chileno. Este ejército amorfo estuvo dirigido por Aparicio Pomares del pueblo
de Chupán.
La lucha fue desigual, pero al cabo de horas, los humildes campesinos, hicieron
que los chilenos abandonaran nuestra ciudad. Ellos, victoriosos desfilaron por
las calles ante el asombro y la estupefacción de los huanuqueños. Al preguntar
por aquel hombre gestor de esta proeza, sus compañeros respondieron que
había caído herido en el muslo de un balazo, y que se encontraba en el pueblo
de Rondos.
Días después se supo que había sido conducido a Chupán donde había
fallecido víctima de la gangrena.