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Parte I
J. G. S. S.
Apocalipsis
Rojo
Escrito por José Gustavo Sepúlveda Sevilla.
Segunda Edición
Editada el 15 de Noviembre de 2020
Un mundo que carece de vida será el escenario de una
historia de supervivencia y amor entre Helena y Lázaro.
Dos seres no humanos que tratan de sobrevivir a la
crueldad humana que ha destruido el mundo, dejándolo
totalmente seco, donde solo hay piedras, arenas y huesos.
Helena y Lázaro comenzaran un viaje en la búsqueda de un
mundo distinto. Lázaro le ha prometido llevarla a cumplir
sus sueños. Encontrar un mundo donde la tierra es verde y
húmeda. Una promesa que será difícil de cumplir. Pero lo
primero que hay que hacer es dejar la seguridad de su
bunker. Dejar la conformidad y aventurarse hacia lo
desconocido.
El sol un terrible enemigo de esta historia. El sol quema
todo lo que toca, es el peor enemigo de todos. Deben
escapar de él a toda costa. Sin embargo, no será sencillo
¿Cómo escapar a un gigante caliente? Además habrá otro
enemigo que los estará esperando. Desde las sombras un
maniático tratara de acabar con sus sueños.
I
Un hombre cuyo rostro no podía ser visto debido a su
máscara de aire se encontraba huyendo de una terrible
persecución, había dos seres que le estaban cazando. No era
la primera, ni la última víctima del terrible atroz de una
carnicería humana. Tan solo una víctima más de los
acontecimientos que llevaron a tal desesperación, por algo
de comida. Había que alimentarse, era esencial, para la
supervivencia. Pero el hombre, no deseaba morir. Como
cualquier ser vivo, no desea ser devorado, corría a toda
prisa. Esquivando los edificios y los escombros de una
sociedad que ha desaparecido por completo. Las calles
estaban llenas de muerte y desolación. No había nada a
excepción de arena. No había plantas, los seres que vivían
en esa época, escucharon las historias de estas mitológicas
plantas, que podían brindar comida y agua. Ya todo era un
mito, una leyenda, algo a lo que estos supervivientes al
apocalipsis, no estaban acostumbrados. Lo único que
quedaba por cazar, era humanos. Comer o ser comido.
Esa era la razón por la cual, el hombre corría
desesperadamente por su vida, no deseaba ser comido y
terminar en el estómago de una criatura que no se le
consideraba humana. Aunque los rasgos de estos seres no
eran tan distintos, solo deformes, analfabetas y sin
educación de un mundo que los precedió antes de ser
creados. No conocían el mundo que los rodeaba, pero
entendían que solo había algo que los diferenciaba de los
humanos. Ellos no fueron los responsables por el atroz e
indignante estado en el cual el mundo se encontraba.
Culpaban a los humanos por ello. Eso fue lo único que se
les enseño y con esa ideología crecieron, estos dos
cazadores que estaban dispuestos a perseguir hasta el
cansancio a ese pobre hombre. Debían comer y debían
hacerlo, lo más rápido posible. Puesto que el sol, estaba a
punto de salir de su gran sueño. Una vez que el sol surgiera
de entre las montañas, habría que cancelar la cacería. El sol
era el enemigo de todos y fue el asesino de todas las cosas.
––¡Helena!––
Grito el compañero que llevaba a su presa justo a la trampa.
Helena, debía estar lista para dar el mortífero y fatal golpe.
El hombre, iluso de su situación fue llevado hasta una
abandonada fábrica, los cazadores la habían adecuado para
matar a sus presas. Presas que eran más fuertes y agiles que
ellos. Pero no más persistentes.
Helena subió por la parte superior del complejo y su
compañero debía guiar a la presa al punto de encuentro.
Ahí ella debía dar el golpe fatal.
––¡Lázaro!––
Era hora de dar el golpe mortífero.
––¡Helena! ¡Tira! ¡Vamos!––
Helena hizo lo que debía, lo correcto en un mundo donde la
carne es más preciada que el oro. Lanzó su lanza desde
arriba esperando dar al objetivo. La Lanza voló por los
aires y el hombre se percató del intento por parte de esos
seres extraños, pero fue demasiado tarde. La lanza cumplió
un objetivo primordial. Lo lastimo gravemente al darle en
el brazo izquierdo y derrumbarlo. Cayó de golpe contra el
cemento de aquella fabrica y antes de que pudiese
levantarse. Lázaro se echó encima de él, para intentar
clavar su cuchillo en su cráneo y poner fin a la cacaería.
El hombre se resistió con un solo brazo, pues era más
fuerte, y era humano por naturaleza. Así que intento
quitárselo de encima, pero Lázaro, estaba decido a no pasar
otro día de hambruna. Helena debía comer y el también.
Saco un martillo de un bolsillo y con este le propino un
golpe en la cabeza, con la intención de aturdir a la presa.
Funciono, funciono el tiempo suficiente para que Lázaro
tomase el cuchillo y lo pusiese sobre la cabeza de la presa y
con su martillo, comenzó a martillar para asegurar vencer la
resistencia del casco y finalmente ponerle fin a todo el
asunto. Golpeó fuertemente, una y otra vez, hasta que la
sangre comenzó a salir como chorro de la herida y el
hombre no pudo oponer más resistencia.
––¡Lázaro! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Estas bien?!––
––¡Si, Helena! ¡Se acabó! Por fin, se acabó…––
––Voy para allá, espérame––
Al tener a la presa muerta, nuevamente Lázaro, volvía a
experimentar malestares que provenía de lugares que
desconocía. Todo eso, le estaba molestando. Se sentía
enojado y frustrado. Se sentía mal, muy mal por dentro.
Como si una nauseabunda mezcla de dolor y pena quisiera
salir dispara de su pecho.
Allí estaba, encima del cadáver de un animal muerto, de un
humano muerto, que los alimentaria por días ¿Pero porque
se sentía mal? Siempre fue uno de los raros. Fue tan raro
que nadie, a excepción de Helena le acompañaba.
Ella no era como él, ella sabía que debía comer y
alimentarse. [Son ellos o nosotros] le decía siempre que
comenzaba a hablar sobre sus extraños síntomas ¿Y si sus
padres estaban en lo correcto? ¿Y si realmente había algo
malo con él? ¿Debía poner en riesgo a Helena?
La dulce y bella Helena, no tan deforme como el, pero aun
así, era una de ellos. La admiraba por su tenacidad y falta
de pensamientos inútiles. A diferencia de Lázaro, ella se
concentraba en seguir con vida y más allá de eso, se
concentraba en creer en un futuro. Algo que nadie más
podía entender. Por eso mismo ella, también fue rechazada.
Dos personajes raros, se encontraron el uno al otro, bajos
circunstancias nada románticas. Pues no conocían el
romance. Solo conocían el hecho de que era mejor hacer
equipo e incrementar las posibilidades de supervivencia.
Era todo lo que importaba a Helena. Pero quizás Lázaro, ya
no pensaba igual. Estaba confundido, desde hace tiempo,
no era la primera vez.
Todo empezó en aquel fatídico día en que encontraron
rastros de un cuerpo quemado y descuartizado de uno de
los suyos. Había un cazador humano que buscaba matar,
pero no comer. Eso altero la mente de Lázaro y comenzó a
preocuparse por Helena.
––¿Lázaro?––
––¿Si?––
––Vamos, el sol casi sale, tenemos dos horas para irnos al
refugio––
––Cierto, disculpa––
––¿Volvió a pasar?––
––Si, volvió a pasar––
––Me preocupas, Lázaro––
––Estuve intentando leer unos libros de los humanos––
––¿De qué sirven? Son papel––
––Dan conocimiento y creo que me pasa algo llamado
preocupación emocional––
––¿Preocupación emocional?––
––Si, lo más raro fue, que no encontré una cura para eso,
el libro solo tenía más palabras y más palabras sin sentido
alguno––
––No me sorprende, fue escrita por humanos. Creo que no
deberías llenarte con sus ideas––
––No es bueno para ti––
––No es bueno, quizás, pero pudiera resultar útil algún
día––
––¿De qué sirve la preocupación emocional?––
––Aún no lo sé––
––Quiero que dejes de leer esas cosas, te llenan de
maldad––
––No soy humano ¿Cómo pudiera tener maldad?––
––Te comportas como uno––
––No…No lo creo––
––Vámonos Lázaro, el sol saldrá y entonces será más
difícil avanzar con la presa––
––Si, tienes razón, mañana leeré más––
––No––
––¿Por qué no?––
––Me dejas todo el trabajo a mí, somos dos y los
comemos––
––Deberías limpiar tu primera presa––
––Eso, si lo vas a necesitar––
––No tus preocupaciones emocionales––
––Ni tus lecturas––
––Abre los ojos al mundo que nos rodea o te pasara algo
malo––
––No me siento listo para ello––
––No importa––
––No es que debas estar listo, es algo que debes hacer, es
vida o muerte––
––Y te necesito––
––De acuerdo, lo hare, pero leeré de noche, no debo
atrasarme con mis lecturas si queremos llevar a cabo tu
plan––
––Bien…––
––Vámonos––
Tomaron la presa y juntos la arrastraron de vuelta por todo
el trayecto hacia su morada. Un bunker abandonado. Un
lugar seguro de los rayos del sol.
Entraron en el lugar justo a tiempo, el sol comenzaba a salir
y la temperatura se disparó, Lázaro cerró la escotilla y la
aseguro con pernos especiales para evitar intrusos, los
cuales pudiesen intentar entrar durante sus horas de sueño.
Los humanos, suelen hacer eso. Pues ellos deben comer y
conocen las actividades de sus presas.
––Helena––
––¿Qué pasa?––
––Quiero que sepas que no dejare que esas preocupaciones
emocionales, me aparten de cumplir tu plan––
––Lázaro––
––Es todo lo que quiera decirte, descansa––
––Te ayudare a partir la carne––
––No es necesario, por favor, descansa––
––Si lo hacemos entre los dos, será más rápido––
––Además, había olvidado que eres él único que cree en
mis planes, por más locos que estos sean––
––Solo estamos tú y yo en esto, no hay opción––
Una sonrisa se formó en el rostro de Helena. Ella era
inconsciente de este gesto facial, pues su rostro no tenía la
capacidad de transmitirle a su cerebro que eso se estaba
llevando a cabo. Sin embargo, Lázaro por otra parte, al
sonreírle de vuelta, ella se preguntó a que se debía gesto. Él
no supo responder, se mantuvo callado y distante. No era la
primera vez que le sonreía. Lázaro había leído al respecto,
y conocía que los humanos llevaban a cabo estos gestos con
la intención de transmitir emociones hacia otras personas
¿Pero qué emociones? Eso no lo sabía, había demasiado
para Lázaro que no sabía sobre la cultura de los humanos.
Pero debía averiguarlo, y debía hacerlo rápido, pues cinco
noches de sueño del sol y entonces deberían abandonar la
seguridad de su bunker en búsqueda de una tierra más
provechosa, algo que Helena esperaba encontrar con ansias.
Pusieron el cuerpo del hombre sobre una mesa para
comenzar a cortar la carne, tenían un método muy
específico para hacerlo, la sangre no debía desperdiciarse,
era el único líquido con el que contaban, algo muy preciado
y habían almacenado suficiente de este líquido para un gran
viaje.
El viaje, que donde Helena esperaba encontrar tierra con
suelo sin polvo y piedras. Estaba seguro de que podía
encontrar un lugar misterioso donde el sol, no podía
quemar la piel, donde no había necesidad de los trajes
especiales que los mantenían con vida fuera del bunker. Un
lugar, donde ella, se podría acostar sobre una suave masa
del mismo color que sus ojos. Esta sobresalía de entre la
tierra que no estaba caliente. Un lugar, donde ella, pudiese
tener esperanza. Una palabra que Lázaro le había enseñado.
Esta palabra y su significado, se habían incrustado en su
mente y no podía sacársela de la cabeza. Era lo único que la
mantenía con vida.
Helena comenzó a cortar el cuerpo del hombre y por las
ranuras que había tallado sobre la mesa, la sangre comenzó
a llenarse en las bolsas que se podían guardar dentro de sus
trajes. Necesitaría unas treinta bolsas para cada uno, un
viaje de treinta días, es lo que ella calculaba. Era una
locura, una total demencia pensar que se podía viajar
durante treinta días bajo el inmenso y brutal calor del
ardiente sol. Un sol que podía cocinar la carne en cuestión
de días. Un cuerpo expuesto, sin protección alguna ante el
sol, estaba perdido. Moriría, una muerte lenta y brutal. La
carne se echaría a perder, ni siquiera podría ser comida. Un
desperdicio total de carne y alimento. Solo los humanos,
realizaban tales actos de brutalidad. Los seres como Helena
y Lázaro, no lo hacían, pues comprendía la necesidad de
comer y sobrevivir en estos tiempos. Sin embargo, los
humanos eran crueles y despiadados, matar a uno de ellos,
pudiese significar una muerte brutal sin sentido, te matarían
solo por venganza, otro termino que Lázaro aprendió.
––A veces, me pregunto, si lo que hacemos es lo correcto o
si nuestras acciones causan más dolor ––
––¿De qué hablas Lázaro?––
––¿Recuerdas a Fernando?––
––Si, pero fue un humano, quien lo mato. No fue tu culpa––
––Si, fue un humano. Pero fue la venganza quien lo obligo
a matar a Fernando––
––Fernando, hizo lo que tenía que hacer, para sobrevivir––
––Lo llamo asesino, pude escuchar sus gritos antes de que
le mataras––
––Mató a Fernando, por nada, sin siquiera con la
intención de alimentarse––
––A veces me pregunto, si lo que hacemos es lo correcto––
––¿Y morir de hambre y sed?––
––Y si todo lo que se nos dijo, fuese mentira ¿Qué pasaría
con nosotros?––
––¿A qué te refieres, Lázaro?––
––He estado leyendo, un libro llamado la biblia––
––Esos libros de humanos, te envenenan la mente––
––Mira, mira lo que han hecho con el mundo––
––Todo, absolutamente todo, es su culpa––
––Nosotros, no lo iniciamos––
––Nosotros, no lo queríamos––
––Nosotros, no creamos un mundo lleno de pura arena y
piedras––
––Me has contado que los libros, describen un mundo lleno
de un líquido parecido a la sangre––
––Un líquido con el color de tus ojos––
––Donde habitaban especies diferentes a los humanos––
––Por donde los humanos viajaban, para llegar a otras
tierras––
––¿Pero dónde está ese líquido?––
––¿A dónde, se lo han llevado?––
––Es cierto, Helena. Los humanos se llevaron el mar y con
ello, se condenaron––
––¿Entonces, cuál es tu preocupación, Lázaro?––
––La biblia, es mi preocupación––
––¿Por qué te preocupa un libro, escrito por humanos?––
––Porque ahí, se cuenta la historia de un hombre, llamado
Jesús––
––¿Quién es Jesús?––
––Es el hijo de Dios, un hombre que vivió en tiempos
violentos y aun así, no acepto a los humanos como seres
indignos y malignos, los comprendió y los salvo––
––¿Salvarlos de que?––
––De sus pecados, de sus almas––
––Y si tú y yo, Helena ¿Tuviésemos almas?––
––Dime, Lázaro ¿Qué pasaría si tuviésemos alma? ¿Por
qué te preocupa tal cosa?––
––Iríamos al infierno––
––Se nos castigaría, por todo lo malo que hemos hecho––
––¿Es malo cazar?––
––Es malo, matar––
––¿Cuál es la diferencia entre cazar y matar?––
––Aún no me queda claro, cual es la diferencia, pero debe
haber una––
––Entonces, deja de leer ese libro y encuentra un camino,
para que dejemos de cazar––
––Lo haces sonar fácil, Helena––
––Pero no lo es, es difícil y cruel––
––Como todo, en esta vida––
––Llegará el día, Lázaro. Llegará el día en el cual, no
debamos cazar más humanos––
––Pero, aun así, mis pesadillas me acusan y torturan
durante mis sueños––
––¿Qué te dicen?––
––Me llaman, me señalan y me juzgan como asesino––
––Entonces, caza a tus pesadillas––
––Cázalas y mátalas, como si fuesen humanos reales––
––Ellos iniciaron todo––
––Ellos son culpables de todo––
Helena, había terminado de cortar la carne y lleno las
bolsas faltantes, miró a Lázaro y no podía sacar de su
cabeza un intriga que le apartaba el sueño. Estaba
preocupada por él. Lázaro hacia la parte más difícil de
todas. Leer y descifrar los textos humanos que contenían
artimañas que le envenenaban la mente con ideas locas e
irracionales. Temía que Lázaro, pudiese volverse más y
más humano, conforme más leía. Pero, no podía hacia
nada, estaba fuera de su alcance, no tenía las habilidades
que Lázaro poseía.
––Listo, he terminado––
––¿Cuánto más nos hace falta?––
––Tenemos todo lo necesario, Lázaro––
––¿Estas segura? Había jurado que necesitaríamos más
sangre para el viaje––
––No, este humano, nos ha dado la suficiente sangre para
llevar a cabo la expedición hacia el norte––
––Revisa tu traje, he puesto las bolsas que necesitaras––
––De acuerdo, revisar cuantas son––
––Si, has eso y por favor, deja de pensar en cosas de
humanos, te necesito, ahora más que nunca––
––Lo lamento, mis pensamientos no deberían causarte
preocupación, me los guardare para mi mismo––
––No, Lázaro. Tampoco hagas eso. Debes quitarte eso
pensamientos, necesito que estés enfocado en lo que vendrá
a continuación––
––Si pudiéramos encontrar un mapa, quizás, pudiese librar
mis pensamientos––
––¿Un mapa?––
––Es un dibujo, un detallado de las tierras hechas por los
humanos, sus carreteras, sus construcciones. Nos pudiese
ser de utilidad para el viaje––
––Sí…sí, eso nos pudiese ayudar. Lo ves, Lázaro. Esa es la
clase de cosas que necesitas––
––¿Entonces buscaremos un mapa?––
––Sí, te buscaremos un mapa y podremos estar seguros por
donde deberemos ir en nuestro trayecto ––
––¿Pero Helena?––
––¿Qué pasa?––
––Si salimos a buscar un mapa ¿No pondremos en riesgo
nuestro suministro de sangre?––
––Tengo dos bolsas extras de sangre, podremos usarlas y
volveremos al bunker para que revises el mapa––
––Eres la mejor, Helena––
––Estamos juntos en esto y fuiste el único que cree en mi
sueño––
––Convertiste una pesadilla, en un sueño––
––Espero no estar equivocada––
––No, eso no. No lo estás––
––¿Cómo estás tan seguro?––
––¿Qué podría ser peor que esta vida?––
––No lo sé––
––Entonces, no puedes estar equivocada––
Una alarma comenzó a sonar dentro del bunker, era la
alarma roja que indicaba solo una cosa.
––El sol, ya ha salido––
––Sera mejor que durmamos y cuando sea de noche,
saldremos en búsqueda de tu mapa––
––Si, tienes razón, descansa Helena––
––Ya no leas más cosas de humanos, Lázaro––
––Te lo prometo––
La promesa de Lázaro, no duro ni una hora. Tan rápido
Helena quedo dormida, por la fatiga y el cansancio de la
persecución. Agarro de nuevo sus libros y comenzó sus
lecturas. Estaba intrigado con ese personaje llamado Jesús.
Se preguntaba una y otra vez si tal humano, pudiese haber
existido en realidad. Le parecía fantástica la idea de un
humano con esas características de amabilidad y fortaleza.
Un humano, que no veía a los leprosos como una peste. Le
pareció que la descripción de los leprosos, se adecuaba a
los congéneres de Lázaro, eso le molestó un poco.
Con la llegada de la noche, Helena fue la primera en
despertarse, algo de lo cual estaba acostumbrada. No le
molestaba que Lázaro, se quedase dormido, comprendía
que su labor era tediosa y muy importante. Sin sus
conocimientos del mundo humano, ella no podrá llevar a
cabo su plan. Pero, debía alivianar su carga. Busco sus
libros e intento reconocer aquel que le había mencionado,
ese libro sobre sobre Jesús, el cual lo llenaba de
pensamientos e ideas que le traerán de seguro problemas
más adelante.
––¿Dónde está?––
Pero como podría saberlo. No sabía leer el lenguaje
humano, ni siquiera su especie tenía lenguaje escrito. Todo
lo que sabían, era una copia de los humanos. Imitaban sus
palabras y en con el tiempo comprendieron su significado.
Lázaro, tenía demasiados libros, de entre todos los libros
que poseía, encontró uno que tenía una cruz en su
encuadernación.
Esto llamo la atención de Helena, se vio intrigada por ese
símbolo que ya había visto antes. Estaba segura de que le
había visto en los edificios hechos por los humanos. En
lugares extraños donde habían bancas. Murales y estatuas
que representaban a un hombre puesto en una cruz y a otros
personajes que no reconocía.
––Si tan solo supiera leer––
Comenzó a hojear el libro misterioso, pero no pudo
descifrar nada sobre este. Eran demasiadas palabras, muy
pequeñas y era un libro muy grueso.
––¿Por qué te interesa tanto leer, Lázaro?––
––Creo, que en el fondo, quisieras ser más como ellos––
Al seguir hojeando entre ese libro misterioso, Helena se
percató de una dibujos muy peculiares. Este libro contenía
ilustraciones sobre ciertos humanos. Pudo ver guerras,
violencia, discriminación, hombres que gritaban y
golpeaban a otro hombre que arrastraba un gran trozo de
madera.
––Humanos ¿Por qué le hacen esto a ese humano?––
––¿Qué hizo para merecer eso?––
Al continuar con su curiosidad, vio la horrible verdad
detrás de lo que le esperaba a ese humano. Fue crucificado
y lo mataron.
––¡Humanos!––
––Su nombre es Jesús––
Helena se sobresaltó al escuchar a Lázaro despertar.
––Lázaro, yo solo estaba…––
––No te preocupes, Helena––
––No entiendo tu fascinación por los humanos––
––Son criaturas fascinantes y muy intrigantes––
––Son violentas sin razón alguna––
––Mira, mira lo que le hicieron a este Jesús––
––Si, es verdad. Son violentas, pero también son
cariñosas––
––¿Cómo puedes decir eso?––
––Solo juzgas por lo que ves e interpretas––
––No sé leer––
––Pero te pudiera enseñar––
––¿Para qué, Lázaro? ¿Con que propósito?––
––Para que pudieras comprender el mundo de los
humanos––
––No tengo interés, en comprenderlos. Solo quiero estar lo
más lejos de ellos––
––¿Sabes que es lo que creo?––
––¿Qué cosa, Helena?––
––Que te gustaría, ser más como ellos––
––Te repugna tu apariencia y la mía––
––Somos seres deformes e inferiores a ellos––
––No te culpo––
––En una ocasión, vi a una pequeña humana, que llevaba
unas trenzas en su cabello, era del color del sol y me
pareció, muy hermosa––
––Jamás podre ser como ella––
––Pero, no pretendo ser algo que no soy––
––Helena…––
––Solo dime la verdad, Lázaro––
––La verdad, es que no pretendo ser como ellos––
––Pretendo aprender de ellos––
––¿Aprender?––
––Si, aprender de sus errores––
––Aprender su historia y que me den una respuesta––
––No me basta con la explicación que nos dieron los
ancianos––
––No me basta con la explicación de que todos los
humanos son malos––
––Jesús, no era humano, aunque lucia como uno de ellos––
––Era el hijo de Dios––
––¿Dios?––
––Si, él que creo a los humanos––
––Era su hijo y aún más maldad que sufrió––
––No pudo odiarlos––
––Los amaba y lo hizo hasta el final––
––Pero ellos lo mataron––
––Porque tenían miedo––
––¿Miedo de que?––
––De algo que no comprendían––
––De una persona, que no comprendían, como nosotros––
––A veces, me pregunto si todo lo que hacemos está mal––
––Porque nos temen––
––Porque tienen miedo––
––Pero, eso no les da derecho a matarnos y no comernos––
––No, no tienen derecho a vengarse––
––Pero, quizás tú y yo, podamos hacer la diferencia––
––¿Diferencia?––
––Si––
––¿A qué te refieres?––
––Si encontramos la tierra de sus sueños, pudiéramos
acabar con todo ese odio––
––La compartiríamos con ellos––
––Toda esa cacería, seria innecesaria––
––Lázaro, no puedo confiarles a los humanos, mis sueños,
mucho menos esas tierras––
––¿Pero, Helena?––
––No, Lázaro. No entiendes, no podemos arriesgarnos a
hacerlo––
––Hay que darles una oportunidad––
––Destruirán mis sueños, como destruyeron el mundo––
––Como destruyeron esas criaturas fantásticas que ves en
tus libros––
––¡Como lo hicieron con las nubes y el mar!––
––Lázaro, no podemos confiar en ellos––
––Los humanos, no aprenden, no cambian, solo matan todo
lo que puedan––
––Son la muerte––
––Esto lo que provocan––
––Muerte y odio––
––Como lo hicieron con ese Jesús––
––Nos mataran, si tienen oportunidad de hacerlo––
––No puedo pensar igual que tú, lo lamento––
––Entonces, quizás no debas venir conmigo––
––No, no te dejare ir sola––
––Cumpliré mi promesa––
––Haremos realidad tus sueños––
––Pero después, me iré de ahí––
––¿Por qué?––
––Porque me niego a vivir en un mundo, donde no haya
esperanza de poder cambiar las cosas––
––Lázaro…––
––Esta bien, en serio, no se lo diré a nadie––
––No quiero que te vayas––
––¿Por qué?––
––Porque me haces compañía––
––Estoy sola en el mundo––
––Eres lo único que tengo––
––Eres él único que quiero a mi lado––
––Helena…––
––Pero deja de soñar, Lázaro––
––Esto es la vida––
––Este mundo está muerto, el sol nos matara a todos––
––A este mundo solo le quedan huesos y piedras––
Lázaro se acercó a Helena, pudo ver unas lágrimas que se
comenzaron a formar en sus ojos.
––¿Por qué deseas tanto aferrarte?––
––Porque tú me hiciste creer que podía haber algo más,
que solo huesos y piedras––
Pasó sus dedos entre sus mejillas para limpiar sus lágrimas.
––Pero tampoco quiero vivir una vida sin ti––
––Helena, eres lo único que me mantiene con vida––
La abrazo lentamente y se aferró a su cuerpo para sentir su
calor.
––Lázaro, no me dejes…––
––No lo hare––
––Te lo prometo––
––Basta de lecturas de humanos, vayamos por el mapa––

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Apocalipsis rojo (previo)

  • 1.
  • 3. Escrito por José Gustavo Sepúlveda Sevilla. Segunda Edición Editada el 15 de Noviembre de 2020
  • 4. Un mundo que carece de vida será el escenario de una historia de supervivencia y amor entre Helena y Lázaro. Dos seres no humanos que tratan de sobrevivir a la crueldad humana que ha destruido el mundo, dejándolo totalmente seco, donde solo hay piedras, arenas y huesos. Helena y Lázaro comenzaran un viaje en la búsqueda de un mundo distinto. Lázaro le ha prometido llevarla a cumplir sus sueños. Encontrar un mundo donde la tierra es verde y húmeda. Una promesa que será difícil de cumplir. Pero lo primero que hay que hacer es dejar la seguridad de su bunker. Dejar la conformidad y aventurarse hacia lo desconocido. El sol un terrible enemigo de esta historia. El sol quema todo lo que toca, es el peor enemigo de todos. Deben escapar de él a toda costa. Sin embargo, no será sencillo ¿Cómo escapar a un gigante caliente? Además habrá otro enemigo que los estará esperando. Desde las sombras un maniático tratara de acabar con sus sueños.
  • 5. I Un hombre cuyo rostro no podía ser visto debido a su máscara de aire se encontraba huyendo de una terrible persecución, había dos seres que le estaban cazando. No era la primera, ni la última víctima del terrible atroz de una carnicería humana. Tan solo una víctima más de los acontecimientos que llevaron a tal desesperación, por algo de comida. Había que alimentarse, era esencial, para la supervivencia. Pero el hombre, no deseaba morir. Como cualquier ser vivo, no desea ser devorado, corría a toda prisa. Esquivando los edificios y los escombros de una sociedad que ha desaparecido por completo. Las calles estaban llenas de muerte y desolación. No había nada a excepción de arena. No había plantas, los seres que vivían en esa época, escucharon las historias de estas mitológicas plantas, que podían brindar comida y agua. Ya todo era un mito, una leyenda, algo a lo que estos supervivientes al
  • 6. apocalipsis, no estaban acostumbrados. Lo único que quedaba por cazar, era humanos. Comer o ser comido. Esa era la razón por la cual, el hombre corría desesperadamente por su vida, no deseaba ser comido y terminar en el estómago de una criatura que no se le consideraba humana. Aunque los rasgos de estos seres no eran tan distintos, solo deformes, analfabetas y sin educación de un mundo que los precedió antes de ser creados. No conocían el mundo que los rodeaba, pero entendían que solo había algo que los diferenciaba de los humanos. Ellos no fueron los responsables por el atroz e indignante estado en el cual el mundo se encontraba. Culpaban a los humanos por ello. Eso fue lo único que se les enseño y con esa ideología crecieron, estos dos cazadores que estaban dispuestos a perseguir hasta el cansancio a ese pobre hombre. Debían comer y debían hacerlo, lo más rápido posible. Puesto que el sol, estaba a punto de salir de su gran sueño. Una vez que el sol surgiera
  • 7. de entre las montañas, habría que cancelar la cacería. El sol era el enemigo de todos y fue el asesino de todas las cosas. ––¡Helena!–– Grito el compañero que llevaba a su presa justo a la trampa. Helena, debía estar lista para dar el mortífero y fatal golpe. El hombre, iluso de su situación fue llevado hasta una abandonada fábrica, los cazadores la habían adecuado para matar a sus presas. Presas que eran más fuertes y agiles que ellos. Pero no más persistentes. Helena subió por la parte superior del complejo y su compañero debía guiar a la presa al punto de encuentro. Ahí ella debía dar el golpe fatal. ––¡Lázaro!–– Era hora de dar el golpe mortífero. ––¡Helena! ¡Tira! ¡Vamos!–– Helena hizo lo que debía, lo correcto en un mundo donde la carne es más preciada que el oro. Lanzó su lanza desde arriba esperando dar al objetivo. La Lanza voló por los
  • 8. aires y el hombre se percató del intento por parte de esos seres extraños, pero fue demasiado tarde. La lanza cumplió un objetivo primordial. Lo lastimo gravemente al darle en el brazo izquierdo y derrumbarlo. Cayó de golpe contra el cemento de aquella fabrica y antes de que pudiese levantarse. Lázaro se echó encima de él, para intentar clavar su cuchillo en su cráneo y poner fin a la cacaería. El hombre se resistió con un solo brazo, pues era más fuerte, y era humano por naturaleza. Así que intento quitárselo de encima, pero Lázaro, estaba decido a no pasar otro día de hambruna. Helena debía comer y el también. Saco un martillo de un bolsillo y con este le propino un golpe en la cabeza, con la intención de aturdir a la presa. Funciono, funciono el tiempo suficiente para que Lázaro tomase el cuchillo y lo pusiese sobre la cabeza de la presa y con su martillo, comenzó a martillar para asegurar vencer la resistencia del casco y finalmente ponerle fin a todo el asunto. Golpeó fuertemente, una y otra vez, hasta que la
  • 9. sangre comenzó a salir como chorro de la herida y el hombre no pudo oponer más resistencia. ––¡Lázaro! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Estas bien?!–– ––¡Si, Helena! ¡Se acabó! Por fin, se acabó…–– ––Voy para allá, espérame–– Al tener a la presa muerta, nuevamente Lázaro, volvía a experimentar malestares que provenía de lugares que desconocía. Todo eso, le estaba molestando. Se sentía enojado y frustrado. Se sentía mal, muy mal por dentro. Como si una nauseabunda mezcla de dolor y pena quisiera salir dispara de su pecho. Allí estaba, encima del cadáver de un animal muerto, de un humano muerto, que los alimentaria por días ¿Pero porque se sentía mal? Siempre fue uno de los raros. Fue tan raro que nadie, a excepción de Helena le acompañaba. Ella no era como él, ella sabía que debía comer y alimentarse. [Son ellos o nosotros] le decía siempre que comenzaba a hablar sobre sus extraños síntomas ¿Y si sus
  • 10. padres estaban en lo correcto? ¿Y si realmente había algo malo con él? ¿Debía poner en riesgo a Helena? La dulce y bella Helena, no tan deforme como el, pero aun así, era una de ellos. La admiraba por su tenacidad y falta de pensamientos inútiles. A diferencia de Lázaro, ella se concentraba en seguir con vida y más allá de eso, se concentraba en creer en un futuro. Algo que nadie más podía entender. Por eso mismo ella, también fue rechazada. Dos personajes raros, se encontraron el uno al otro, bajos circunstancias nada románticas. Pues no conocían el romance. Solo conocían el hecho de que era mejor hacer equipo e incrementar las posibilidades de supervivencia. Era todo lo que importaba a Helena. Pero quizás Lázaro, ya no pensaba igual. Estaba confundido, desde hace tiempo, no era la primera vez. Todo empezó en aquel fatídico día en que encontraron rastros de un cuerpo quemado y descuartizado de uno de los suyos. Había un cazador humano que buscaba matar,
  • 11. pero no comer. Eso altero la mente de Lázaro y comenzó a preocuparse por Helena. ––¿Lázaro?–– ––¿Si?–– ––Vamos, el sol casi sale, tenemos dos horas para irnos al refugio–– ––Cierto, disculpa–– ––¿Volvió a pasar?–– ––Si, volvió a pasar–– ––Me preocupas, Lázaro–– ––Estuve intentando leer unos libros de los humanos–– ––¿De qué sirven? Son papel–– ––Dan conocimiento y creo que me pasa algo llamado preocupación emocional–– ––¿Preocupación emocional?–– ––Si, lo más raro fue, que no encontré una cura para eso, el libro solo tenía más palabras y más palabras sin sentido alguno––
  • 12. ––No me sorprende, fue escrita por humanos. Creo que no deberías llenarte con sus ideas–– ––No es bueno para ti–– ––No es bueno, quizás, pero pudiera resultar útil algún día–– ––¿De qué sirve la preocupación emocional?–– ––Aún no lo sé–– ––Quiero que dejes de leer esas cosas, te llenan de maldad–– ––No soy humano ¿Cómo pudiera tener maldad?–– ––Te comportas como uno–– ––No…No lo creo–– ––Vámonos Lázaro, el sol saldrá y entonces será más difícil avanzar con la presa–– ––Si, tienes razón, mañana leeré más–– ––No–– ––¿Por qué no?––
  • 13. ––Me dejas todo el trabajo a mí, somos dos y los comemos–– ––Deberías limpiar tu primera presa–– ––Eso, si lo vas a necesitar–– ––No tus preocupaciones emocionales–– ––Ni tus lecturas–– ––Abre los ojos al mundo que nos rodea o te pasara algo malo–– ––No me siento listo para ello–– ––No importa–– ––No es que debas estar listo, es algo que debes hacer, es vida o muerte–– ––Y te necesito–– ––De acuerdo, lo hare, pero leeré de noche, no debo atrasarme con mis lecturas si queremos llevar a cabo tu plan–– ––Bien…–– ––Vámonos––
  • 14. Tomaron la presa y juntos la arrastraron de vuelta por todo el trayecto hacia su morada. Un bunker abandonado. Un lugar seguro de los rayos del sol. Entraron en el lugar justo a tiempo, el sol comenzaba a salir y la temperatura se disparó, Lázaro cerró la escotilla y la aseguro con pernos especiales para evitar intrusos, los cuales pudiesen intentar entrar durante sus horas de sueño. Los humanos, suelen hacer eso. Pues ellos deben comer y conocen las actividades de sus presas. ––Helena–– ––¿Qué pasa?–– ––Quiero que sepas que no dejare que esas preocupaciones emocionales, me aparten de cumplir tu plan–– ––Lázaro–– ––Es todo lo que quiera decirte, descansa–– ––Te ayudare a partir la carne–– ––No es necesario, por favor, descansa–– ––Si lo hacemos entre los dos, será más rápido––
  • 15. ––Además, había olvidado que eres él único que cree en mis planes, por más locos que estos sean–– ––Solo estamos tú y yo en esto, no hay opción–– Una sonrisa se formó en el rostro de Helena. Ella era inconsciente de este gesto facial, pues su rostro no tenía la capacidad de transmitirle a su cerebro que eso se estaba llevando a cabo. Sin embargo, Lázaro por otra parte, al sonreírle de vuelta, ella se preguntó a que se debía gesto. Él no supo responder, se mantuvo callado y distante. No era la primera vez que le sonreía. Lázaro había leído al respecto, y conocía que los humanos llevaban a cabo estos gestos con la intención de transmitir emociones hacia otras personas ¿Pero qué emociones? Eso no lo sabía, había demasiado para Lázaro que no sabía sobre la cultura de los humanos. Pero debía averiguarlo, y debía hacerlo rápido, pues cinco noches de sueño del sol y entonces deberían abandonar la seguridad de su bunker en búsqueda de una tierra más provechosa, algo que Helena esperaba encontrar con ansias.
  • 16. Pusieron el cuerpo del hombre sobre una mesa para comenzar a cortar la carne, tenían un método muy específico para hacerlo, la sangre no debía desperdiciarse, era el único líquido con el que contaban, algo muy preciado y habían almacenado suficiente de este líquido para un gran viaje. El viaje, que donde Helena esperaba encontrar tierra con suelo sin polvo y piedras. Estaba seguro de que podía encontrar un lugar misterioso donde el sol, no podía quemar la piel, donde no había necesidad de los trajes especiales que los mantenían con vida fuera del bunker. Un lugar, donde ella, se podría acostar sobre una suave masa del mismo color que sus ojos. Esta sobresalía de entre la tierra que no estaba caliente. Un lugar, donde ella, pudiese tener esperanza. Una palabra que Lázaro le había enseñado. Esta palabra y su significado, se habían incrustado en su mente y no podía sacársela de la cabeza. Era lo único que la mantenía con vida.
  • 17. Helena comenzó a cortar el cuerpo del hombre y por las ranuras que había tallado sobre la mesa, la sangre comenzó a llenarse en las bolsas que se podían guardar dentro de sus trajes. Necesitaría unas treinta bolsas para cada uno, un viaje de treinta días, es lo que ella calculaba. Era una locura, una total demencia pensar que se podía viajar durante treinta días bajo el inmenso y brutal calor del ardiente sol. Un sol que podía cocinar la carne en cuestión de días. Un cuerpo expuesto, sin protección alguna ante el sol, estaba perdido. Moriría, una muerte lenta y brutal. La carne se echaría a perder, ni siquiera podría ser comida. Un desperdicio total de carne y alimento. Solo los humanos, realizaban tales actos de brutalidad. Los seres como Helena y Lázaro, no lo hacían, pues comprendía la necesidad de comer y sobrevivir en estos tiempos. Sin embargo, los humanos eran crueles y despiadados, matar a uno de ellos, pudiese significar una muerte brutal sin sentido, te matarían solo por venganza, otro termino que Lázaro aprendió.
  • 18. ––A veces, me pregunto, si lo que hacemos es lo correcto o si nuestras acciones causan más dolor –– ––¿De qué hablas Lázaro?–– ––¿Recuerdas a Fernando?–– ––Si, pero fue un humano, quien lo mato. No fue tu culpa–– ––Si, fue un humano. Pero fue la venganza quien lo obligo a matar a Fernando–– ––Fernando, hizo lo que tenía que hacer, para sobrevivir–– ––Lo llamo asesino, pude escuchar sus gritos antes de que le mataras–– ––Mató a Fernando, por nada, sin siquiera con la intención de alimentarse–– ––A veces me pregunto, si lo que hacemos es lo correcto–– ––¿Y morir de hambre y sed?–– ––Y si todo lo que se nos dijo, fuese mentira ¿Qué pasaría con nosotros?–– ––¿A qué te refieres, Lázaro?–– ––He estado leyendo, un libro llamado la biblia––
  • 19. ––Esos libros de humanos, te envenenan la mente–– ––Mira, mira lo que han hecho con el mundo–– ––Todo, absolutamente todo, es su culpa–– ––Nosotros, no lo iniciamos–– ––Nosotros, no lo queríamos–– ––Nosotros, no creamos un mundo lleno de pura arena y piedras–– ––Me has contado que los libros, describen un mundo lleno de un líquido parecido a la sangre–– ––Un líquido con el color de tus ojos–– ––Donde habitaban especies diferentes a los humanos–– ––Por donde los humanos viajaban, para llegar a otras tierras–– ––¿Pero dónde está ese líquido?–– ––¿A dónde, se lo han llevado?–– ––Es cierto, Helena. Los humanos se llevaron el mar y con ello, se condenaron–– ––¿Entonces, cuál es tu preocupación, Lázaro?––
  • 20. ––La biblia, es mi preocupación–– ––¿Por qué te preocupa un libro, escrito por humanos?–– ––Porque ahí, se cuenta la historia de un hombre, llamado Jesús–– ––¿Quién es Jesús?–– ––Es el hijo de Dios, un hombre que vivió en tiempos violentos y aun así, no acepto a los humanos como seres indignos y malignos, los comprendió y los salvo–– ––¿Salvarlos de que?–– ––De sus pecados, de sus almas–– ––Y si tú y yo, Helena ¿Tuviésemos almas?–– ––Dime, Lázaro ¿Qué pasaría si tuviésemos alma? ¿Por qué te preocupa tal cosa?–– ––Iríamos al infierno–– ––Se nos castigaría, por todo lo malo que hemos hecho–– ––¿Es malo cazar?–– ––Es malo, matar–– ––¿Cuál es la diferencia entre cazar y matar?––
  • 21. ––Aún no me queda claro, cual es la diferencia, pero debe haber una–– ––Entonces, deja de leer ese libro y encuentra un camino, para que dejemos de cazar–– ––Lo haces sonar fácil, Helena–– ––Pero no lo es, es difícil y cruel–– ––Como todo, en esta vida–– ––Llegará el día, Lázaro. Llegará el día en el cual, no debamos cazar más humanos–– ––Pero, aun así, mis pesadillas me acusan y torturan durante mis sueños–– ––¿Qué te dicen?–– ––Me llaman, me señalan y me juzgan como asesino–– ––Entonces, caza a tus pesadillas–– ––Cázalas y mátalas, como si fuesen humanos reales–– ––Ellos iniciaron todo–– ––Ellos son culpables de todo––
  • 22. Helena, había terminado de cortar la carne y lleno las bolsas faltantes, miró a Lázaro y no podía sacar de su cabeza un intriga que le apartaba el sueño. Estaba preocupada por él. Lázaro hacia la parte más difícil de todas. Leer y descifrar los textos humanos que contenían artimañas que le envenenaban la mente con ideas locas e irracionales. Temía que Lázaro, pudiese volverse más y más humano, conforme más leía. Pero, no podía hacia nada, estaba fuera de su alcance, no tenía las habilidades que Lázaro poseía. ––Listo, he terminado–– ––¿Cuánto más nos hace falta?–– ––Tenemos todo lo necesario, Lázaro–– ––¿Estas segura? Había jurado que necesitaríamos más sangre para el viaje–– ––No, este humano, nos ha dado la suficiente sangre para llevar a cabo la expedición hacia el norte–– ––Revisa tu traje, he puesto las bolsas que necesitaras––
  • 23. ––De acuerdo, revisar cuantas son–– ––Si, has eso y por favor, deja de pensar en cosas de humanos, te necesito, ahora más que nunca–– ––Lo lamento, mis pensamientos no deberían causarte preocupación, me los guardare para mi mismo–– ––No, Lázaro. Tampoco hagas eso. Debes quitarte eso pensamientos, necesito que estés enfocado en lo que vendrá a continuación–– ––Si pudiéramos encontrar un mapa, quizás, pudiese librar mis pensamientos–– ––¿Un mapa?–– ––Es un dibujo, un detallado de las tierras hechas por los humanos, sus carreteras, sus construcciones. Nos pudiese ser de utilidad para el viaje–– ––Sí…sí, eso nos pudiese ayudar. Lo ves, Lázaro. Esa es la clase de cosas que necesitas–– ––¿Entonces buscaremos un mapa?––
  • 24. ––Sí, te buscaremos un mapa y podremos estar seguros por donde deberemos ir en nuestro trayecto –– ––¿Pero Helena?–– ––¿Qué pasa?–– ––Si salimos a buscar un mapa ¿No pondremos en riesgo nuestro suministro de sangre?–– ––Tengo dos bolsas extras de sangre, podremos usarlas y volveremos al bunker para que revises el mapa–– ––Eres la mejor, Helena–– ––Estamos juntos en esto y fuiste el único que cree en mi sueño–– ––Convertiste una pesadilla, en un sueño–– ––Espero no estar equivocada–– ––No, eso no. No lo estás–– ––¿Cómo estás tan seguro?–– ––¿Qué podría ser peor que esta vida?–– ––No lo sé–– ––Entonces, no puedes estar equivocada––
  • 25. Una alarma comenzó a sonar dentro del bunker, era la alarma roja que indicaba solo una cosa. ––El sol, ya ha salido–– ––Sera mejor que durmamos y cuando sea de noche, saldremos en búsqueda de tu mapa–– ––Si, tienes razón, descansa Helena–– ––Ya no leas más cosas de humanos, Lázaro–– ––Te lo prometo–– La promesa de Lázaro, no duro ni una hora. Tan rápido Helena quedo dormida, por la fatiga y el cansancio de la persecución. Agarro de nuevo sus libros y comenzó sus lecturas. Estaba intrigado con ese personaje llamado Jesús. Se preguntaba una y otra vez si tal humano, pudiese haber existido en realidad. Le parecía fantástica la idea de un humano con esas características de amabilidad y fortaleza. Un humano, que no veía a los leprosos como una peste. Le pareció que la descripción de los leprosos, se adecuaba a los congéneres de Lázaro, eso le molestó un poco.
  • 26. Con la llegada de la noche, Helena fue la primera en despertarse, algo de lo cual estaba acostumbrada. No le molestaba que Lázaro, se quedase dormido, comprendía que su labor era tediosa y muy importante. Sin sus conocimientos del mundo humano, ella no podrá llevar a cabo su plan. Pero, debía alivianar su carga. Busco sus libros e intento reconocer aquel que le había mencionado, ese libro sobre sobre Jesús, el cual lo llenaba de pensamientos e ideas que le traerán de seguro problemas más adelante. ––¿Dónde está?–– Pero como podría saberlo. No sabía leer el lenguaje humano, ni siquiera su especie tenía lenguaje escrito. Todo lo que sabían, era una copia de los humanos. Imitaban sus palabras y en con el tiempo comprendieron su significado. Lázaro, tenía demasiados libros, de entre todos los libros que poseía, encontró uno que tenía una cruz en su encuadernación.
  • 27. Esto llamo la atención de Helena, se vio intrigada por ese símbolo que ya había visto antes. Estaba segura de que le había visto en los edificios hechos por los humanos. En lugares extraños donde habían bancas. Murales y estatuas que representaban a un hombre puesto en una cruz y a otros personajes que no reconocía. ––Si tan solo supiera leer–– Comenzó a hojear el libro misterioso, pero no pudo descifrar nada sobre este. Eran demasiadas palabras, muy pequeñas y era un libro muy grueso. ––¿Por qué te interesa tanto leer, Lázaro?–– ––Creo, que en el fondo, quisieras ser más como ellos–– Al seguir hojeando entre ese libro misterioso, Helena se percató de una dibujos muy peculiares. Este libro contenía ilustraciones sobre ciertos humanos. Pudo ver guerras, violencia, discriminación, hombres que gritaban y golpeaban a otro hombre que arrastraba un gran trozo de madera.
  • 28. ––Humanos ¿Por qué le hacen esto a ese humano?–– ––¿Qué hizo para merecer eso?–– Al continuar con su curiosidad, vio la horrible verdad detrás de lo que le esperaba a ese humano. Fue crucificado y lo mataron. ––¡Humanos!–– ––Su nombre es Jesús–– Helena se sobresaltó al escuchar a Lázaro despertar. ––Lázaro, yo solo estaba…–– ––No te preocupes, Helena–– ––No entiendo tu fascinación por los humanos–– ––Son criaturas fascinantes y muy intrigantes–– ––Son violentas sin razón alguna–– ––Mira, mira lo que le hicieron a este Jesús–– ––Si, es verdad. Son violentas, pero también son cariñosas–– ––¿Cómo puedes decir eso?–– ––Solo juzgas por lo que ves e interpretas––
  • 29. ––No sé leer–– ––Pero te pudiera enseñar–– ––¿Para qué, Lázaro? ¿Con que propósito?–– ––Para que pudieras comprender el mundo de los humanos–– ––No tengo interés, en comprenderlos. Solo quiero estar lo más lejos de ellos–– ––¿Sabes que es lo que creo?–– ––¿Qué cosa, Helena?–– ––Que te gustaría, ser más como ellos–– ––Te repugna tu apariencia y la mía–– ––Somos seres deformes e inferiores a ellos–– ––No te culpo–– ––En una ocasión, vi a una pequeña humana, que llevaba unas trenzas en su cabello, era del color del sol y me pareció, muy hermosa–– ––Jamás podre ser como ella–– ––Pero, no pretendo ser algo que no soy––
  • 30. ––Helena…–– ––Solo dime la verdad, Lázaro–– ––La verdad, es que no pretendo ser como ellos–– ––Pretendo aprender de ellos–– ––¿Aprender?–– ––Si, aprender de sus errores–– ––Aprender su historia y que me den una respuesta–– ––No me basta con la explicación que nos dieron los ancianos–– ––No me basta con la explicación de que todos los humanos son malos–– ––Jesús, no era humano, aunque lucia como uno de ellos–– ––Era el hijo de Dios–– ––¿Dios?–– ––Si, él que creo a los humanos–– ––Era su hijo y aún más maldad que sufrió–– ––No pudo odiarlos–– ––Los amaba y lo hizo hasta el final––
  • 31. ––Pero ellos lo mataron–– ––Porque tenían miedo–– ––¿Miedo de que?–– ––De algo que no comprendían–– ––De una persona, que no comprendían, como nosotros–– ––A veces, me pregunto si todo lo que hacemos está mal–– ––Porque nos temen–– ––Porque tienen miedo–– ––Pero, eso no les da derecho a matarnos y no comernos–– ––No, no tienen derecho a vengarse–– ––Pero, quizás tú y yo, podamos hacer la diferencia–– ––¿Diferencia?–– ––Si–– ––¿A qué te refieres?–– ––Si encontramos la tierra de sus sueños, pudiéramos acabar con todo ese odio–– ––La compartiríamos con ellos–– ––Toda esa cacería, seria innecesaria––
  • 32. ––Lázaro, no puedo confiarles a los humanos, mis sueños, mucho menos esas tierras–– ––¿Pero, Helena?–– ––No, Lázaro. No entiendes, no podemos arriesgarnos a hacerlo–– ––Hay que darles una oportunidad–– ––Destruirán mis sueños, como destruyeron el mundo–– ––Como destruyeron esas criaturas fantásticas que ves en tus libros–– ––¡Como lo hicieron con las nubes y el mar!–– ––Lázaro, no podemos confiar en ellos–– ––Los humanos, no aprenden, no cambian, solo matan todo lo que puedan–– ––Son la muerte–– ––Esto lo que provocan–– ––Muerte y odio–– ––Como lo hicieron con ese Jesús–– ––Nos mataran, si tienen oportunidad de hacerlo––
  • 33. ––No puedo pensar igual que tú, lo lamento–– ––Entonces, quizás no debas venir conmigo–– ––No, no te dejare ir sola–– ––Cumpliré mi promesa–– ––Haremos realidad tus sueños–– ––Pero después, me iré de ahí–– ––¿Por qué?–– ––Porque me niego a vivir en un mundo, donde no haya esperanza de poder cambiar las cosas–– ––Lázaro…–– ––Esta bien, en serio, no se lo diré a nadie–– ––No quiero que te vayas–– ––¿Por qué?–– ––Porque me haces compañía–– ––Estoy sola en el mundo–– ––Eres lo único que tengo–– ––Eres él único que quiero a mi lado–– ––Helena…––
  • 34. ––Pero deja de soñar, Lázaro–– ––Esto es la vida–– ––Este mundo está muerto, el sol nos matara a todos–– ––A este mundo solo le quedan huesos y piedras–– Lázaro se acercó a Helena, pudo ver unas lágrimas que se comenzaron a formar en sus ojos. ––¿Por qué deseas tanto aferrarte?–– ––Porque tú me hiciste creer que podía haber algo más, que solo huesos y piedras–– Pasó sus dedos entre sus mejillas para limpiar sus lágrimas. ––Pero tampoco quiero vivir una vida sin ti–– ––Helena, eres lo único que me mantiene con vida–– La abrazo lentamente y se aferró a su cuerpo para sentir su calor. ––Lázaro, no me dejes…–– ––No lo hare–– ––Te lo prometo–– ––Basta de lecturas de humanos, vayamos por el mapa––