Es un guión de teatro en defensa del medio ambiente. Para niños de últimos cursos de primaria, ESO y bachiller. Su intención es educativa, ecologista. Promueve valores humanos y éticos.

1. Guión de teatro: “El Río de los Castores”

2. Produce una inmensa tristeza ver
que la Naturaleza habla mientras
el género humano no la escucha.

3. Adaptación libre de la novela:
“El Río de los castores”
Obra en defensa del MEDIO
AMBIENTE
• * Para alumnos de ESO y bachiller
• * Es fácil de acortar. Se pueden quitar escenas o trozos sin que pierda
el sentido. Y puede servir para últimos cursos de primaria.
• *Tiene muchos personajes con papeles no muy largos. Por lo tanto es
fácil de aprender por la mayoría de los actores. Sólo el protagonista,
Moi, tiene un papel largo.
• *Se puede utilizar también para educación en valores ya que el
protagonista es un héroe con una misión.

4. TEATRO INFANTIL PARA NIÑOS DE PRIMARIA, ESO Y BACHILLER
“”
ESCENA I:
(Están los castores sentados en corro en el bosque, narrando historias y el narrador pasea ante ellos)
NARRADOR:
Hubo una vez un largo río de limpias y claras aguas que andando, andando, atravesaba un inmenso bosque, tan
inmenso era que a ninguno de sus moradores se le había ocurrido pensar que pudiera tener límites.
Miles de seres se beneficiaban de aquella fuente de vida. A sus márgenes acudían desde las libélulas a los
pesados osos. Todos sin excepción alguna, debían su vida al río. Pero sólo Moi, el castor, sabía compenetrarse
con él y le hablaba. Sólo él escuchaba su voz.
Todo iba bien en el bosque. Moi hacía presas al lado de sus hermanos. (Moi entra y se sienta) Iba en busca de
comida y se bañaba. Cuando caía la noche se reunía con su tribu y oía narrar a los ancianos, viejas y extrañas
leyendas que trataban de seres fabulosos.
CASTOR 1: Una vez mi abuelo me contó que cuando era joven vio un monstruo enorme que corría a gran velocidad
mientras rugía espantosamente.
MOI: ¿Y… dónde vive?
CASTOR 1: No lo sé. Seguramente muy lejos pero a veces viene al bosque.
CASTOR 2: Pues yo sé de uno que tiene los colmillos más largos que los de kin, el lince y una pesada trompa y su
tamaño es tan grande como los álamos del río.
CASTOR JOVEN: Aquí en el bosque no hay animales tan grandes.
MOI: ¡Eso no son más que cuentos para asustarnos!
CASTOR 3: ¡Ay juventud que desprecia la sabiduría de los viejos!
CASTOR JEFE: No son cuentos, hijo. Existen en el mundo muchas criaturas desconocidas para nosotros… Hace
muchos años yo mismo me encontré con Ma, el sanguinario. Intentó matarme lanzándome rayos y truenos
que dejaron en mi piel un extraño olor a nada parecido. Nunca podré olvidarlo… Es el peor de todos.

5. MOI: ¿Quién es Ma?
CASTOR JEFE: Apenas tuve tiempo de verlo. Sólo sé que el rayo y el trueno van con él. Y que mata.
(Aúlla a lo lejos un coyote)
CASTOR JEFE: ¿Habéis oído al coyote? Su aullido parece más lastimoso esta noche.
CASTOR 1: Si, como una queja.
CASTOR 2: ¿Qué le pasará?
CASTOR 3: Nada, el coyote siempre aúlla igual cuando hay luna llena.
CASTOR 1: Sí y también cuando algo malo va a pasar…
CASTOR JOVEN: ¡Que miedo!
CASTOR JEFE: Yo creo, amigos, que ya es hora de irse a dormir. Basta de historias por hoy. Vamos, hijos, hasta
mañana.
(Se levantan y se van yendo, se quedan en escena Moi y el castor joven)
CASTOR JOVEN: ¿Tú crees que ese Ma, el sanguinario será tan rápido que no podremos escapar?
MOI: No sé. Dicen que aparece de pronto con sus rayos y truenos aunque el cielo no esté gris.
CASTOR JOVEN: No me gusta ese Ma.
MOI: A mí tampoco… Pero puede que sólo sean leyendas. Anda, vamos a dormir, cuando salga el sol ya no
tendremos miedo.
(Se tumban y se duermen, la iluminación se apaga, música y las luces vuelven a encenderse)
NARRADOR: A la mañana siguiente…
LIBÉLULA: (Entra, se acerca al río y bebe agua)
¡Qué extraño sabor tiene el agua…! ¡Cómo se nota que llega el verano! (Se pone enferma y cae)
¡Ay! Me duele… Ayuda… (Moi se despierta al oír sus quejas)
MOI: Pequeña libélula ¿Qué te pasa? (Se agacha y la coge tratando de ayudarla)
LIBÉLULA: El agua… El agua… (Se desmaya y Moi la coge entre sus brazos)
MOI: ¿Qué le pasa? Ella da siempre alegría al bosque y ahora…
CASTOR JOVEN: Dijo que había sido el agua. (Se acerca al río y mira)
¡Los peces! ¡Están muertos! ¡Y el agua se ha vuelto negra! (Moi también se acerca a ver el río)
MOI: El río está enfermo. No puedo oír su voz. Hay que avisar a los demás.
CASTOR JOVEN: ¡Eh! ¡Venid todos! ¡Nuestro Hermano el Río está enfermo! Y la hermosa libélula necesita ayuda.
(Los castores van entrando alarmados)

6. CASTOR 1: Pero… ¿Qué pasa? (Mira al río, a la libélula)
No puede ser… No es posible. (Ayuda también a la libélula)
CASTOR 2: !Oh! Nunca en mi vida había visto a nuestro querido río así.
CASTRO 3: Yo tampoco.
CASTOR JEFE: Pero el año pasado por esta época algunos peces murieron ¿Os acordáis? Aunque el agua no estaba
tan sucia…
CASTOR 1: ¿Qué será lo que le pasa?
CASTOR 2: ¿Y por qué en verano?
MOI: Ya no canta como antes, ahora está triste. Oigo cómo llora.
CASTOR 3: Tenemos que hacer algo y pronto.
CASTOR JEFE: Iremos a ver al búho Kalú. Es el más sabio del bosque.
CASTOR 1: Sí, él nos dará la respuesta. (Lo llaman todos, lo buscan. Mientras castor 2 y castor 3 tratan de curar a
la libélula)
CASTOR JEFE: Kalú ¿Estás ahí? (Aparece Kalú en escena volando)
KALÚ: ¿Quién me llama?
CASTOR JEFE: ¿Sabes ya lo que pasa?
KALÚ: Todo el bosque lo sabe. La noticia corre como las llamas de un incendio.
CASTOR JEFE: ¿Y cuál es la causa? ¿Por qué las aguas se han vuelto negras?
KALÚ: Yo tampoco lo sé. Nunca en mi larga vida había visto algo así.
CASTOR JEFE: Si nuestro Hermano el río muere, moriremos también todos nosotros.
KALÚ: Creo que sólo podemos hacer una cosa: Remontar la corriente. Hay que averiguar de dónde procede su
enfermedad. Río arriba está la respuesta. Aunque yo no puedo ir. Soy demasiado viejo ya.
CASTOR JEFE: Pues alguien tiene que ir río arriba.
CASTOR 2: ¿Pero quién lo hará?
MOI: Yo iré. Soy el único que puede hablar con él.
CASTOR 3: No debes ir tú solo.
CASTOR JOVEN: Yo iré también. Somos amigos. Haremos el viaje sin problemas.
CASTOR 2: Quizás hayan sido los osos. Suelen divertirse arrojando plantas podridas al agua.

7. 3: O tal vez las plantas venenosas. Son malvadas y su veneno es poderoso.
MOI: No os preocupéis, nosotros descubriremos qué le pasa al río.
CASTOR JEFE: Tened mucho cuidado. Recordad todo lo que habéis aprendido.
No tengáis miedo. Y volved pronto. (Salen de escena Moi y castor joven)
CASTOR 1: ¿Y si no lo consiguen? A nosotros nos afectará más rápidamente que a otros animales.
CASTOR JEFE: Conozco a Moi. Es valiente. Lo conseguirá. Ya lo verás.
Nosotros ahora debemos encontrar el modo de curar a la libélula y de sobrevivir. Conozco un manantial muy arriba
en la montaña. Nos iremos allí por un tiempo...
(Salen en dirección contraria a la de Moi y se llevan entre varios castores a la libélula)
ESCENA II
(Al cabo de unos instantes entran Moi y Castor Joven que van caminando por el bosque…)
MOI: ¡Qué calor! ¡Mira qué buena sombra para descansar un rato!
(Se sienta bajo el Árbol Grande, al lado está la flor y también el Sauce)
FLOR: (Malhumorada) ¡Eh, te has sentado encima de mis raíces. (Moi da un brinco sobresaltado y se aleja) Así.
Guarda siempre las distancias.
MOI: Bueno, disculpa, sólo queríamos…. Averiguar qué le sucede a nuestro Hermano el Río.
CASTOR JOVEN: ¿Lo sabes tú?
FLOR: ¡Puaf! ¿A ese sucio y maloliente río? ¡Quién lo sabe!
CASTOR JOVEN: No es sucio. Es sólo que está enfermo.
FLOR: Pues a la larga acabará por arruinar mi perfume.
CASTOR JOVEN: ¿Cómo puedes ser tan desagradecida? Si su agua te morirías de asco.
FLOR: No, renacuajo, has de saber que yo sólo me alimento de fina agua de lluvia.
MOI: Será mejor que nos marchemos, ella nada nos va a decir.
FLOR: ¡Ay! ¡Mis raíces! ¡Salvaje! ¡Maleducado!
(Mientras se alejan de la Flor, Moi tropieza con otra raiz)
ÁRBOL GRANDE: ¿Qué ha sido eso? ¡Ah, pequeñajo, mira por dónde vas. Mi raíz es lo bastante grande para verla.
MOI: Verás… Caminamos río arriba. Estamos buscando la causa de su enfermedad.

8. CASTOR JOVEN: Algunos animales han muerto y no sabemos qué está pasando. ¿Lo sabes tú?
ÁRBOL GRANDE: Claro que no, pequeñajo. ¿Por qué habría de importarme? Ya no lo necesito. Soy lo
suficientemente fuerte y robusto para que su suerte me traiga sin cuidado.
MOI: ¿Y tus hermanos? ¿Tampoco te importa que crezcan tus hermanos?
ÁRBOL GRANDE: ¿Cómo, que crezcan y me quiten el sol? No. Te aseguro que están muy bien donde están. Y yo
mejor que nadie aquí arriba.
MOI: Pero eres muy alto. Seguro que puedes ver una gran extensión de bosque desde tan arriba. Incluso podrás ver
el río hasta muy lejos… Por favor… ¿quieres mirar a ver quién le hace mal a nuestro Hermano?
CASTOR JOVEN: ¡Venga, dinos qué ves! (El árbol mira)
ÁRBOL GRANDE: !Pero si está todo negro! El río debe estar enfermo desde su nacimiento.
SAUCE: No le hagas caso. Por muy alto que sea no puede verlo todo. El río es muy largo.
ÁRBOL GRANDE: ¡Vaya con la mimbre llorona! ¿Qué sabrás tú si no levantas dos palmos del suelo? Yo puedo verlo
todo. Desde aquí puedo divisar el horizonte.
MOI: ¿Qué es el horizonte?
ÁRBOL GRANDE: Es una línea de montes tras la cual acaba todo. Y nadie más que yo puede verla.
CASTOR JOVEN: ¿Quieres decir que detrás ya no hay nada?
ÁRBOL GRANDE: Naturalmente. Créeme, no hay remedio. En el horizonte ya está enfermo y detrás no hay nada.
SAUCE: ¡Qué tontería! Todo el mundo sabe que el horizonte nunca se acaba. No hay forma de llegar a él.
ÁRBOL GRANDE: ¿Pero quién te ha dicho esa estupidez? (Entra el gorrión)
GORRIÓN: Yo he sido. Yo se lo he contado y es verdad. Muchas veces he alcanzado esos montes que tú ves desde
aquí pero siempre que me acercaba a ellos el horizonte retrocedía hasta otros más allá. Así es siempre.
MOI: Entonces… ¿Nunca has llegado hasta el horizonte?
GORRIÓN: ¡Claro que no! Nadie podrá alcanzarlo nunca!
ÁRBOL GRANDE ¡Bah! El río acaba allí y será inútil que sigas tu viaje.
SAUCE: ¡Cállate ya, ignorante! Si allí no acaba el horizonte tampoco acabará el río.
Haz caso al gorrión. No tiene raíces como este gigante y ha viajado. Es más sabio.

9. GORRIÓN: Sí, el río es muy largo y aún puedes encontrar su enfermedad. Yo ya soy viejo y casi no puedo con mis
alas, pero tú eres joven y podrás salvarnos a todos.
CASTOR JOVEN: ¡Pero si el Hermano Río es tan largo tendremos que andar mucho…!
ÁRBOL GRANDE: Sois demasiado pequeños para un viaje tan largo… Yo soy fuerte y os acompañaría si pudiera, pero
ya sabes que tengo raíces y no puedo moverme.
SAUCE: Tú no te moverías aunque no tuvieras raíces.
GORRIÓN: Vamos, os acompañaré un rato. (Caminan los castores y el gorrión por la escena zigzagueando y salen
finalmente)
ESCENA III
(El personaje de las Aguas Pantanosas está acurrucado en un rincón, en el suelo)
GORRIÓN: Estoy cansado. Ya no puedo más. Tendréis que continuar solos.
Escuchad bien, ya estamos en los Pantanos de la Tranquilidad. Id con mucho cuidado. No os adentréis en ellos o no
podréis salir. Y sobre todo no escuchéis sus palabras porque si lo hacéis ya no desearéis seguir adelante.
MOI: Pero… ¿y si han sido ellos?
GORRIÓN: No, sus aguas son negras pero no derraman ni una sola gota. Siempre han sentido envidia de las aguas
limpias del río pero nunca le han hecho daño. Los pantanos siempre han estado aquí.
MOI: Gracias amigo. Pronto volveremos a vernos y todo será diferente.
GORRIÓN: Hasta la vista. (Sale de escena de vuelta por el mismo lado que entró)
(Después, las aguas, que son un personaje, comienzan a levantarse del suelo y a acercarse a ellos lentamente)
MOI: (Cansado) El gorrión tenía razón. Nunca se puede llegar hasta el horizonte. En mi vida hubiese creído que el
río fuera tan largo. Nunca se acaba.
CASTOR JOVEN: Escucha. ¿No oyes ese sonido? (Se empieza a oír una música envolvente y suave)
MOI: Sí, es muy agradable.
CASTOR JOVEN: Viene de... (Ven a las aguas pantanosas, personaje vestido de negro con algas verdes colgando)
MOI: ¡Los pantanos!
AGUAS PANTANOSAS: No os asustéis muchachos. Aunque os hayan hablado mal de mí yo nunca le hago daño a
nadie.

10. MOI: No le escuches. ¡Vámonos! (Las aguas les rodean)
AGUAS PANTANOSAS: ¿Iros? ¿Adónde? ¿Por qué? Si aquí todo es paz. Mira los árboles no se mueven. Y las aguas…
están quietas. (Le habla al Castor Joven que intuye más débil)
MOI: (A su amigo que ya se va adormeciendo de la mano de las Aguas Pantanosas) No, no… Levántate, vamos. El
río nos espera.
AGUAS PANTANOSAS: ¿Y qué importa eso? ¿Para qué seguir? Yo te daré la tranquilidad y nunca más volverás a
preocuparte.
MOI: No. Tengo una misión. He de seguir.
AGUAS PANTANOSAS: Ma está en el bosque. Te persigue. Quédate. Él nunca viene por aquí.
MOI: No, no. ¡Déjame! Adiós amigo. Volveré a por ti. Te lo prometo. (Castor Joven está ya en el suelo durmiendo)
(Moi sale corriendo y se escapa. Las aguas lentamente vuelven a su lugar y se camuflan con el paisaje)
ESCENA IV
(En otro lugar del bosque. Moi entra triste, en escena está la planta carnívora)
MOI: Ahora tengo que continuar yo solo. Y ¿Quién me ayudará?
PLANTA CARNÍVORA: Yo te ayudaré.
MOI: ¡Oh! ¡Qué flor más hermosa¡ ¿Y tú quién eres?
PLANTA CARNÍVORA: (Con sorna) ¿No me digas que no sabes quién soy?
MOI: Pues no.
PLANTA CARNÍVORA: Me llaman Bellísima. Ven, ven a admirar mi belleza… Acércate.
MOI: ¡Oh, no!
PLANTA CARNÍVORA: ¿Qué pasa? ¿Tengo aspecto de ser peligrosa?
MOI: La verdad es que no. Tu aspecto es magnífico.
PLANTA CARNÍVORA: Y eso no es nada. Dicen que mis hojas son tan suaves como el agua de los manantiales del
bosque. Ven… Ven y tócalas… (Moi se va acercando)
ARDILLA: (Aparece de pronto tirándole una nuez a Moi) ¡Aparta tonto! Pero… ¿qué es lo que haces?
PLANTA CARNÍVORA: ¡Aguafiestas!
ARDILLA: Ella es una planta carnívora. Unos segundos más y estarías en su panza. Sigue así de confiado y no llegarás
a viejo.

11. Ven, pequeña ardilla. Sube al árbol. Es peligroso andar por el suelo.
MOI: No soy una ardilla. Soy un castor y no me gusta subirme a los árboles.
ARDILLA: Ya me parecía a mí que eras demasiado torpe para ser una ardilla.
MOI: Entonces… ¡Esta es la región de las plantas carnívoras y venenosas¡
¡Eh! Planta mentirosa ¿habéis sido vosotras las que habéis ensuciado las aguas?
PLANTA CARNÍVORA: ¡Calumnias! Ni yo ni mis hermanas las plantas venenosas hemos hecho tal cosa.
¿Por qué íbamos a hacerlo si nos perjudica más que a nadie? Los animales se alejan y se adentran en el bosque. No
tenemos bocado que llevarnos a la boca. Y necesitamos el agua como todo el mundo.
Y para un buen bocado que se acerca…, lo estropea esta salvaje a la que nada importa el hambre ajena.
ARDILLA: ¡Come nueces si no te conformas con agua! (Le tira una nuez)
MOI: El río está cada vez más enfermo. Tengo que descubrir qué le pasa. ¿Sabes tú si han sido los osos?
ARDILLA: No lo creo. Llevan siglos viviendo en el bosque y nunca han hecho daño al río.
MOI: ¿Quién puede haber sido?
ARDILLA: Quédate con nosotras. Eres demasiado pequeño y el viaje es peligroso.
MOI: Ya lo sé.
ARDILLA: Pues deja que lo haga otro más fuerte que tú.
MOI: Si todos pensáramos así nadie lo haría. Tengo que seguir. Es mi misión.
ARDILLA: Entonces te deseo buena suerte, la necesitarás. (La ardilla se va en dirección contraria)
ESCENA V
MOI: Oigo voces… (Mira atentamente) ¡Son los osos!
(Los osos entran jugando por el otro extremo de la escena. Están chapoteando en el río)
MOI: Ya sé quién ensucia las aguas. ¡Ya está bien! ¡No chapoteéis más!
OSO 1: ¿Quién habla? ¿Dónde está? (Mira alrededor sin ver a Moi que es pequeño)
MOI: ¿No me ves? Estoy aquí.
OSO 2: Ja,ja,ja ¡Vaya con el enano! ¡Qué humos tiene! Huyamos, o nos comerá a todos. Ja,ja,ja…
MOI: Estáis matando al río. Mirad cómo dejais sus aguas.
OSO 2: No se conforma con gritarnos. ¡Además nos acusa!
OSO 1: Nosotros no hemos sido. Siempre hemos jugado así y nunca se ha quejado. Y si levantaras más de dos
palmos del suelo, podrías ver que, corriente arriba, el agua ya está sucia.

12. MOI: Entonces los viejos castores se han equivocado. ¿Qué haré ahora?
OSO 2: Muchacho, nosotros también sentimos la enfermedad de nuestro Hermano Río. Sin él no sabríamos qué
hacer. Pero la vida es así y hay que tomársela como viene. Además la única solución sería…
MOI: Remontar el río. ¿Qué creéis que estoy haciendo desde hace muchas lunas?
OSO 1: Pero eres muy pequeño para viajar…
MOI: ¿Por qué no lo intentáis vosotros? Sois grandes y fuertes. Nadie os teme.
OSO 1: Pequeño, no hay ningún ser en todo el bosque que nos atemorice. Pero un animal extranjero nos inspira
terror. Es Ma, el hombre.
MOI: Ma no existe, es sólo una leyenda. ¿O es que acaso le habéis visto?
OSO 1: No, solamente hemos percibido su desagradable olor. Nadie que lo haya visto ha podido volver para
contarlo.
MOI: Tonterías. Me iré porque veo que sois unos cobardes.
OSO 2: No vayas, es peligroso. Ma te devorará.
(Moi sigue caminando hablando solo, los osos siguen jugando y salen de escena)
MOI: No han sido los Pantanos, ni las plantas venenosas, ni los osos. ¿Quién puede haber sido? ¿Dónde buscaré?
(Sigue caminando, mirando a su alrededor)
ESCENA VI
MOI: ¡Cada vez hay menos árboles! (Se para en seco (al oír las voces del hombre)
¿A qué raro animal pertenecerá esa voz misteriosa? No puedo entender qué dice.
(Entran dos cazadores con escopetas charlando, Moi se esconde tras unos arbustos)
CAZADOR 1: ¿Me dejas probar tu escopeta? Estoy pensando en comprarme una nueva.
CAZADOR 2: Claro. Ésta tiene mirilla. No hay pieza que se me escape. (Se la pasa al otro)
1: Estupenda (Mira por la mirilla y dispara para probar) (sonido de disparo)
MOI: (Saltando del susto de su escondite) ¡El rayo! Es Ma. No era una leyenda.
CAZADOR 2: Mira, es un castor ¡Dispara! (otro disparo)(Los cazadores persiguen a Moi, todos salen de escena)
(Después entra Moi solo, ha conseguido esquivar a los cazadores)
MOI: Menos mal que se fueron. Pero han estado a punto de matarme. No lo conseguiré nunca. (Llora)
(De pronto oye algo, levanta la cabeza y escucha)
Alguien grita muy lejos ¿Qué pasará?

13. VIEJO ÁRBOL: Son mis hermanos. Ma los está matando. Y ellos no pueden escapar.
MOI: ¿Cómo puede hacer eso? ¿Es que no oye los gritos de dolor?
VIEJO ÁRBOL: No los oye. Ma es el animal más cruel de la creación, y también el más torpe. No puede oírnos, ni
entendernos. Y sigue destruyendo sin que podamos hacer nada.
MOI: Pero si no le hemos hecho ningún mal ¿Por qué lo hace? ¿Es que nunca se compadece?
VIEJO ÁRBOL: Muy pocas, por desgracia. Si Ma no desaparece de la Tierra, la vida se apagará con él.
Hasta sus cachorros matan por diversión.
MOI: ¿Y qué podríamos hacer?
VIEJO ÁRBOL: Tú puedes escapar río abajo. Pero mis hermanos y yo estamos condenados. ¡Huye! Escóndete en lo
más profundo del bosque. Allí no te encontrará. De momento…
MOI: Pero tengo que seguir. He de averiguar por qué el río se ha vuelto negro. ¿No habrá sido Ma?
VIEJO ÁRBOL: Seguramente. Pero si ha sido él, tú nada podrás hacer.
¡Cuidado! ¡Escapa! ¡Vienen unos leñadores!
MOI: Te deseo suerte amigo. (Moi se va y entran los leñadores mirando unos mapas)
LEÑADOR 1: Por aquí pasará el camino, según mis cálculos.
LEÑADOR 2: Esta zona tiene que estar despejada en una semana. O tendremos problemas con el jefe.
LEÑADOR1: Ya. Dice que pierde una pasta por cada día que los camiones no salen con su carga de troncos.
(Entran los cazadores)
CAZADOR 1: ¿Por casualidad no habréis visto un castor por aquí?
LEÑADOR 2: No hombre. Por aquí ya no hay.
CAZADOR 2: Pues acabamos de ver uno.
LEÑADOR 1: Qué raro. Tan sólo queda una pequeña colonia en lo profundo del bosque.
CAZADOR 2: Lástima. He perdido un buen dinero.
LEÑADOR 2: Sí su piel es muy valiosa.
CAZADOR 2: Y tengo un amigo al que le encantan las mascotas raras. Otro día me traigo una trampa.
LEÑADOR 1: Si lo encuentras por aquí podrás ponerla. Pero el centro del bosque es Parque Natural y está
protegido. Ten cuidado que hay guardias.
CAZADOR 2: Gracias por la información. Pero tengo pensado… (Salen los cuatro charlando)

14. ESCENA VII
MOI: (Mirando a su alrededor con pena) ¡Oh! ¡Ya no hay árboles! ¡No hay bosque! Ahora tendré que ir con más
cuidado. ¡Una zarza! ¡Qué magnífico refugio!
ZARZA: ¿Qué haces por aquí? No había visto un castor desde mi más lejana infancia.
MOI: ¿Los hubo?
ZARZA: Claro que sí. Y también un espeso bosque.
MOI: ¿Y qué pasó?
ZARZA: Ma taló todos los árboles.
MOI: En todas partes oigo lo mismo. Pero nadie me aclara ese afán destructivo de Ma.
ZARZA: Y nadie podrá explicártelo. En las grandes colmenas en las que Ma vive sólo les es permitido entrar a los
esclavos. Todo el que se rebela o molesta a Ma es matado. (Moi se esconde y aparecen los leñadores que
cruzan charlando la escena)
LEÑADOR 1: Carguemos la camioneta. Por hoy se acabó.
LEÑADOR 2:Vámonos a casa. (Salen)
MOI: ¿Sabes tú si Ma ha enfermado a nuestro hermano Río?
ZARZA: Seguramente. Pero si quieres saberlo tendrás que llegar a la colmena. Ma saca todo su poder de allí. Pero
nunca saldrás vivo de ese lugar.
MOI: Lo intentaré. Soy pequeño. Ma no se fijará en mí.
ZARZA: ¿Dices que no? ¿Sabes por qué aquí ya no hay castores? Ma los exterminó para aprovechar sus pieles.
Escúchame, si quieres conservar la tuya, no sigas adelante.
MOI: Iré cueste lo que cueste. No hay otro remedio. Indícame el camino para llegar a la gran colmena.
ZARZA: Te lo diré. Pero recuerda siempre que te lo advertí. Así que cuando te conviertan en espíritu, no vengas
luego a turbar mis sueños.
MOI: Te lo prometo. Ahora señálame el camino.
ZARZA: Bueno, pero está muy lejos. Lo mejor será que te lleve Ma. ¿Ves ese gran bicho? (Sonido de la camioneta)
MOI: Tal vez lo sea. Pero no tiene vida si Ma no se la da. Por la parte trasera tiene una enorme caja, si te metes sin
ser visto ahí, Ma te hará llegar muy pronto a la gran colmena.
MOI: ¡Sí, pero Ma irá también!
ZARZA: ¡Claro, tonto! Pero no te verá porque él irá dentro de otra caja más pequeña. Lo que pase después… es
asunto tuyo…

15. MOI: Gracias amiga. Adiós. (Moi desaparece y se oye el ruido de la camioneta que se marcha)
ESCENA VIII
(Moi camina en la ciudad, una acera, una casa, un jilguero enjaulado en la ventana)
MOI: ¡Qué lugar tan espantoso! Ni una hormiga, ni una hierba… Todo cubierto por esta superficie dura y gris. (Se
encuentra con el jilguero Goj)
MOI: Dime, ¿Por qué cantas si no tienes libertad?
GOJ: Canto porque me siento alegre. Y no conozco la libertad que tú nombras.
MOI: Sólo los tontos pueden sentirse alegres cuando están encerrados.
GOJ: Ma me trata bien. Me da agua y comida . ¿Qué más puedo pedir?
MOI: ¿Que qué has de pedir, hermano? ¡Ser libre! La vida no es tan sólo comer y dormir.
GOJ: Dices palabras muy bonitas pero yo no puedo entenderlas. Yo nací aquí. Esta es mi casa.
MOI: Ven, te ayudaré a escapar y podrás entenderme. (Moi muerde los barrotes)
¡Ay! ¡Mis dientes nunca habían encontrado una madera ta dura!
GOJ: Olvídate, amigo. Si quisiera escaparme ya lo hubiera hecho. He tenido muchas ocasiones para irme. Pero…
¿qué haría fuera? Todo está lleno de Ma, de artilugios corredores. De cables que matan si te posas en ellos.
Moriría, o en el mejor de los casos Ma me volvería a coger.
MOI: Pero más lejos está el bosque. Y allí todo es vida y Ma no existe.
GOJ: No es posible. No sé buscar comida y apenas puedo volar. No… Prefiero no ambicionar lo que nunca será para
mí. ¡Cuidado! Ma se acerca con su perro. Será mejor que te vayas.
MOI: Adiós. Y te deseo una larga vida ya que no pides otra cosa. (Entra Ma con su perro)
MA: Pero si es un castor... Cógelo. Rápido. (El perro Gerka se lanza hacia Moi pero Ras, el gato lo detiene)
RAS: Vete, cobarde, o es que ya no te acuerdas de la última vez. (Moi se esconde y Ma y Gerka se van por el otro
lado haciendo comentarios)
MOI: ¿Por qué el perro ayuda a Ma?
RAS: Porque es un traidor. Ma le llama su mejor amigo. En cambio de mí dice que soy huraño y antipático. Pero yo
nunca sacrificaré mi libertad por una caricia de Ma.
MOI: ¿Y por qué te has arriesgado para salvarme?
RAS: Primero por fastidiar al perro al que odio. Y segundo porque soy un animal muy curioso. ¡Nunca en mi vida
había visto un ratón tan grande como tú!
MOI: Pero si no soy un ratón. Soy un castor. Y he venido a la gran colmena para ver qué le pasa al Río.

16. RAS: Ya decía yo. Me basta que seas enemigo de Ma. Sígueme. Tienes que aprender muchas cosas para sobrevivir aquí.
MOI: Dime Ras, ¿Por qué Ma se mueve tan deprisa? ¿A dónde va?
RAS: Yo qué sé, es un animal estúpido. Pero no te preocupes, este caos es el de todos los días. Por la noche volverá la
tranquilidad.
MOI: Sí, con la oscuridad me sentiré más seguro.
RAS: ¡No te hagas ilusiones! Aquí no existe la oscuridad.
Ma saca, de algún escondrijo oculto, pedacitos de sol, ¡quién sabe por qué extraño
poder! Y los coloca en sus madrigueras haciendo desaparecer la noche. (pausa)
Pero ven, te enseñaré algo que te hará sentir mejor. Apuesto a que crees que en la
colmena de Ma todo es así. No, el hombre no puede vivir del todo sin la vida y la
mantiene en lugares pequeños a los que llama parques. Te enseñaré uno. Al menos allí
podrás respirar. Aunque quizás te parezca muy triste… (Salen)
ESCENA IX
(Entran al parque, hay una margarita)
MOI: No es un lugar triste. Yo lo veo bonito y feliz.
RAS: Digo que es triste porque no es más que una cárcel.
MOI: ¡Oh, las ramas… Están cortadas! Pero… ¡Por qué?
RAS: El excesivo ramaje molesta a Ma.
MARGARITA: Debes venir de muy lejos cuando las costumbres de Ma te asombran tanto. (Muy triste)
¿Veis este agujero que hay al lado de mi tallo? Ahí vivía mi compañera…
Una noche de verano se nos acercaron dos Ma, pacíficos en apariencia. Sin embargo
antes de darnos cuenta, el macho se inclinó y arrancó el tallo de mi compañera que se
partió con un crujido espantoso. Después fue arrancando uno a uno sus bellos y
hermosos pétalos. Los gritos de dolor llenaban el aire y Ma parecía no oírlos.
Arrojó el tallo sobre la arena y al lado de su hembra se alejó muy despacio, dejándome
a mí la soledad. (Triste)
MOI: ¿Y por qué hizo eso?
MARGARITA: Lo hizo para declarar su amor a su hembra.
MOI: ¿Es Ma quién ha hecho enfermar al Río, verdad?

17. RAS: Sí, ya lo has adivinado. Es él quién lo destruye todo. Y es inútil que te hayas molestado, porque nada podrás
hacer. A pesar de su estupidez, Ma es muy fuerte, invencible. Si quiere destruir tu Río, lo destruirá.
MOI: Pero… ¿Por qué lo hace? ¿Y cómo?
RAS: No sé por qué lo hace. Pero sí sé cómo. Te llevaré para que lo veas. Aunque te advierto que tendremos que
andar un rato. El lugar al que vamos está lejos.
¿Ves aquel humo y aquellas madrigueras grandes y oscuras? Allí está lo que buscas. Vamos…
ESCENA X
(En la fábrica, hay una salida de una enorme tubería que arroja agua negra al río. Hay pintadas contra la
contaminación. Entran Moi y Ras)
MOI: ¡Oh! ¡Ésta es la fuente de la suciedad! ¡Hay que tapar ese agujero como sea!
¡Haré una presa de ramitas! (Moi coge ramitas. Intenta tapar el tubo. Se esfuerza. Se cansa…)
RAS: No lo conseguirás. Es demasiado grande.
MOI: No hay nada que hacer... (Se para, tira las ramitas, y llora…)
Al fin, después de tanto andar, encontré la causa. ¿Y para qué me sirve si no puedo hacer nada?
RAS: No llores… Seguro que algún día Ma será destruido por los monstruos que él mismo ha creado. Entonces tu
amado Río recobrará su pureza.
MOI: Sí ¿y qué les diré ahora a mi familia? Siguen en el bosque intentando sobrevivir. Ellos no pueden esperar.
(Sigue llorando)
RAS: No te pongas así, por favor.
¿Sabes una cosa? No todos los Ma son iguales. Hay unos pocos que tampoco están de acuerdo con que este
monstruo feo ensucie tu río.
Llevan varios días viniendo a este lugar. Yo mismo los he visto. Gritan, intentan tapar el agujero y hacen dibujos en
sus paredes. Mira. (Ras le enseña a Moi la pintada: Por ej. “Ladrones, no matéis al río” “Una depuradora ya”,
etc.)
Ellos sí pueden conseguirlo. ¿Quién sabe? Hay que esperar.
MOI: ¿Pero es que no te das cuenta? Aunque estén lejos y no los veas, ni el bosque, ni los animales pueden esperar.
Cada día que pasa alguno se pone enfermo o muere. (Pausa)
Cuando empecé mi viaje, creí que conseguiría salvar a mi querido Río. Pero cada vez entiendo menos. Hay tantas
preguntas que no sé contestar…

18. ¿Por qué Ma no respeta nuestro derecho a la vida?
¿Y por qué siendo tan estúpido, que no puede comprender las cosas más sencillas, ha llegado a tener tanto poder?
RAS: (Silenciando a Moi) ¡Ssshhhh¡ Mira, ahí llegan otra vez. (Se esconden. Entran manifestantes con pancartas, con
símbolos de Green Peeace, etc.)
MOI: Daros prisa, mis amigos esperan.
MANIFESTANTE 1: Tapemos la tubería.
MANIFESTANTE 2: Hoy hemos traído todo lo necesario.
MANIFESTANTE 3: Cuando hayamos acabado, de aquí no se escapa ni una sola gota de esta agua asquerosa.
(Trabajan hasta tapar la tubería)
MANIFESTANTE 1: Hecho.
MANIFESTANTE 2: ¿sabéis que esto nos costará varios días de cárcel y una multa, no?
MANIFESTANTE 3: Pero habrá valido la pena. Salvaremos a muchos animales…
Hoy dormiré estupendamente aunque sea en la cárcel. (Satisfechos se van. Salen Moi y Ras)
MOI: ¡Mira, Ras, la han tapado! ¡Y el agua, empieza a correr limpia!
RAS: Es la primera vez que veo algo así.
MOI: ¡Mis amigos vivirán! (Salta, abraza a Ras) Tengo que volver. ¿Vienes conmigo? El bosque es un lugar
maravilloso.
RAS: Vale, ya estoy cansado de este lugar pestilente y ruidoso. (Cogidos de la mano se van mientras el narrador
acaba)
NARRADOR: Y así fue como Moi emprendió el viaje de regreso con los suyos. Durante el largo camino rescató a su
joven amigo de las aguas pantanosas y juntos dieron las buenas noticias a su familia.
¡El bosque, la vida, habían sido salvados! Pero… ¿por cuánto tiempo? Ma sigue cerca… Y el gran Río y su bosque
sólo conservan una esperanza: La de que almas puras y sin egoísmo luchen por ellos. Porque…
¿Hay algo más hermoso que luchar por la vida?
FIN

19. Bocetos de vestuario: Usamos sobre todo mayas.
MOI y castores: Mayas marrones y una cola en forma de pala con tela y
cartón dentro. Para diferenciarlos se les puede poner algún distintivo o elegir
actores muy diferentes en altura, peso y voces.

20. Libélula
Las alas se pueden hacer con alambre y medias moradas.

21. Búho
Las alas las hicimos recortando y pegando papel pinocho sobre la tela de las
alas y encima del mono o maya. También para los pequeños cuernos de
plumas.

22. Gorrión
Igual que el búho pero cambiando los colores.

23. Jilguero: Goj

24. Árboles: Árbol grande, árbol viejo y sauce.
Cosimos papel pinocho en forma de hojas y ramas sobre tela y
gorros o pañuelos. Mayas marrones para el tronco.

25. Zarza
Igual que los árboles pero añadimos bolitas moradas de papel
pinocho cosidas o pegadas.

26. Aguas pantanosas
Destrenzando cuerda de esparto y tintándola con anilina hicimos una
peluca que llegaba hasta los pies. El resto, una túnica negra con telas
verdes cosidas a modo de algas.

27. Flor carnívora
Una maya verde sobre la que cosimos ramas y hojas de papel pinocho y
cartulina. La flor la hicimos con papel pinocho y telas sobre una diadema de
tela ancha.

28. 1ª Flor malhumorada y margarita.
Sólo es necesario cambiar los colores de los pétalos y si se
quiere, añadir hojas al tallo.

29. Ardilla
Maya marrón y hacer una cola con alambre que continua
hacia la espalda y papeles de varios colores.

30. Cazadores 1 y 2
Mejor si no van completamente iguales.

31. Perro: Gerka
Maya marrón clara, similar al gato y orejas grandes de tela.

32. Gato: Ras
Maya negra y rabo con alambre

33. Otros personajes:
• El Narrador/a no necesita disfraz o puede ser de
color verde o haciendo alusión a la obra.
• No hicimos disfraz de osos, ya que quitamos entera
esa escena para acortar la obra y adaptarla a un nivel
de 1º de ESO.
• Los leñadores con pantalones y camisetas.
• Los manifestantes, con ropa normal.

34. Escenario
El bosque eran cortinas de diferentes tonos de verde recortadas en forma de
árbol. Los troncos eran de tela. También se pueden hacer de cartón. Los
arbustos eran de pané puestos en pie con una caja de zapatos pegada por
detrás. Decorados con hojas y flores de papel pinocho. Las cortinas verdes
sirven también para el parque.

35. Escenario
• La ciudad era una cortina negra y una blanca más
pequeña delante, a la derecha, y tapando la mitad de la
negra.
• En la cortina blanca pintamos y recortamos una
ventana por donde se asomaba Goj.
• En la escena del parque, al oscurecer la luz se saca la
cortina del bosque delante de las dos anteriores.
• Para la fábrica, aprovechando la luz oscurecida del
cambio de escena, se retira la del parque y la de la
ventana y se coloca un tubo grande . El agua sucia se
simula con bolsas de basura que salen del tubo.
• En una cortina blanca se puede poner una pintada
ecologista para añadirla al fondo negro.

36. • Todo lo que le ocurra a la Tierra les ocurrirá a los hijos de
la Tierra. Jefe Seattle
• Envenena el río y el río te envenenará a ti.
• Tú puedes ser el cambio que deseas ver en el mundo.
Gandhi
• La Tierra tiene música para todos los que saben escuchar.
George Santayana.
Enseñar a cuidar la Naturaleza es enseñar a valorar la
vida.