Segunda entrega de la investigación de la Asociación Cultural Lieva en los archivos de Galaroza. En esta ocasión, ofrecemos documentos relacionados con las obras de pavimentación que se realizaron en el Paseo del Carmen en 1927.
Archivos boletín 2 enero 2015 Mejoras en El Paseo del Carmen
1. 2
Boletín nº 2 – Enero de 2015
Continuamos divulgando la riqueza de nuestros archivos, una nueva
iniciativa de la Asociación Lieva , con la colaboración de El Manantial. Si
en el primer documento recogíamos datos sobre La Fuente de los Doce
Caños, en su 125 aniversario, ahora traemos la oportunidad de conocer
cómo se gestó la creación del Espacio Público del Paseo de Nuestra
Señora de Carmen, punto de encuentro nuclear del pueblo que forma
junto a la Fuente y la Plaza de los Álamos, el ‘centro y corazón’ de
Galaroza.
En el archivo municipal existen varias referencias a la evolución de este
área urbana. La primera la encontramos a finales del XIX siendo alcalde
Pedro González, quien ya en cartas plenarias habla de la necesidad de
crear y adecentar el alto de la plaza de la Fuente. Por aquel entonces
era la mitad del área que conocemos, estando la zona cubierta con
casas. A ese alto desembocaba la actual calle San Sebastián y la antigua
calle de los Toros (hoy calle Huelva). Se adecentó y se urbanizó la zona,
pero no sería hasta el año 1908 bajo la presidencia consistorial de Don
José Conde Garrido, cuando se planteó, se creó e inauguró el espacio
que conocemos hoy como ‘El Paseo’. Para ello se derribaron las casas
adyacentes y se creó el alzado, pero se mantuvo el empedrado. No
sería hasta 1927 cuando el consistorio se decidiese a transformar el
lugar, pavimentarlo y darle vida como auténtica plaza y foro municipal.
Y el documento que presentamos este mes trata de esa decisión. Es el
‘Expediente de Subasta de las obras para el paseo de Nuestra Señora
del Carmen’ (expte. 2/03/13/37, contenido en el valioso Legajo 99).
Además de éste, existen más expedientes de reformas del lugar, pero
el que hoy presentamos tiene valor por ciertas circunstancias.
Así, descubriendo el contenido y sus curiosidades se documenta
mediante la exquisita escritura del entonces secretario municipal,
Francisco Criado Briones, todo lo que acontece al proceso. El alcalde de
la villa en aquel momento era Pablo Muñiz Blanco, quién en sesión
plenaria autoriza la creación de una comisión municipal para concretar
una subasta de cara a las obras de reforma y pavimentación del Paseo.
Esta autorización se firma el 10 de junio de 1927.
2. Con gran riqueza descriptiva van desarrollándose los escritos.
Así se plantean 5 días para la creación de la comisión. Una vez
constituida y creados los pliegos condicionales, la subasta se
celebra el 10 de Julio de 1927. No sería el secretario quien
levantaría acta, sino el propio alcalde por enfermedad del
primero, como queda reflejada en documentos de un pleno
de aquellos días, donde se aclara que el secretario sufriría un
desmayo que interrumpiría su labor.
En el documento se describe incluso el instante en que el
alguacil, a voz en grito, llama la atención de que quedan solo
cinco minutos para el comienzo del acto. Sólo se presentó
una oferta, la de Jaime Ciscar Tarazona, vecino de Jabugo,
quién obviamente consiguió la concesión. Pujó con la
cantidad de 8.798 pesetas. Esta suma no era la fijada por el
Consistorio, que en el pliego inicial había propuesto una puja
de salida de 9.000 pesetas. Parece que la ausencia de
contrincantes y las prisas de la corporación jugaron a favor
del pujador.
Jaime Ciscar acabaría la obra del paseo un 23 de Julio de
1927. Tras la supervisión, al día siguiente se le devolverían las
fianzas y se le pagaría lo pactado. Los miembros del
Consistorio cachonero veían que “el pavimento ofrecía una
alta garantía de estabilidad y consistencia”, por lo que
quedaron satisfechos.
Invitaron a todo el pueblo, las jovencitas empezaron a dar sus
paseos, los jóvenes a sentarse en los bancos esperando un
guiño de alguna de sus pretendidas. El paseo era un hervidero
y así lo seguiría siendo en décadas posteriores. Hoy día, un
evento en Galaroza no se entiende sin el entorno del Paseo
del Carmen, y el lugar necesita de los vecinos. Es nuestro
paseo, por donde pasa toda la vida de un pueblo.