1. El Huevo y el Bollo y La Gira
La religiosidad en nuestro pueblo es especial. Está muy
ligada a la tradición popular, al sentimiento colectivo y a
sensibilidades enraizadas en la noche de los tiempos. En
base a estas peculiaridades, la Semana Santa cachonera
está compuesta por manifestaciones propias de la
religiosidad popular, junto a otras tradiciones que son
las que ocupan las páginas de este boletín cultural.
Una de estas tradiciones es la del Huevo y el Bollo, cuyas
primeras menciones datan, según Emilio Rodríguez
Beneyto, de finales del siglo XVII, aunque es muy posible
que sus comienzos se sitúen más atrás en el tiempo,
pues la comida en el cerro el domingo de Pascua surge
como consecuencia de la función religiosa que se le
hacía al patrón de la ermita, que entonces no era Santa
Brígida, sino San Ginés.
El libro “Aspectos históricos de Galaroza” indica que
entonces se celebraba el evento por la mañana, con una
misa, un petitorio de alimentos y una puja en el centro
del pueblo. Después, se subía al monte de Santa Brígida
para participar en la función de San Ginés y, tras finalizar
ésta, almorzar en los alrededores de la ermita. Después
de la misa mayor, que terminaba a primeras horas de la
mañana, se salía a pedir la póstula, en pan y comestibles
diversos, para las Hermandades y Santos de la Parroquia,
y luego se vendían en pública subasta en la Plaza del
Ayuntamiento.
La celebración incluía fiestas y grandes bailes que a
finales del XVII se prohibieron por resultar
“escandalosos”, siendo eliminados totalmente en 1720.
Esta coexistencia dice mucho de la especial relación
entre religión y festividad que nos ha caracteriza.
3 Semana Santa 2011
Especialmente los cachoneros, tan dados a la algarabía y
a la alegría, seríamos grandes partícipes de estos bailes,
sin que ello nos impidiera mostrar nuestro respeto y
devoción hacia el Santo, cualidad que todavía hoy
mantenemos.
2. El Huevo y el Bollo y La Gira
La fiesta del Huevo y el Bollo tiene como protagonista al
cerro de Santa Brígida, desde donde su ermita domina todo
el valle del Múrtiga. El edificio puede datar de los siglos XIV al
XVI, aunque cuenta con varias reedificaciones. La portada es
de ladrillo con arco de medio punto entre semicolumnas
toscanas, más frontón triangular y una pequeña hornacina.
La espadaña es sencilla, realizada en ladrillo por el alarife
local Rafael Romero Romero, a fines del siglo XIX, tras la
desaparición de las tres campanas originales por el efecto de
una chispa.
El cerro constituye un lugar simbólico para Galaroza y es muy
frecuentado por los cachoneros, no sólo el Domingo de
Pascua, sino a lo largo de todo el año, ya sea para pasear o
para contemplar el magnífico paisaje que desde él se divisa.
La talla de Santa Brígida que se conserva fue obra del artista
cachonero Agustín Sánchez Cid, en 1885, que la representó
con hábito blanco y toca marrón, aderezada con un libro y un
canasto de manzanas. El retablo en el que descansa en el
interior de la ermita es de estilo churrigueresco, y procede de
la iglesia parroquial tras perderse el original durante la
guerra.
La Rosca y el Huevo Duro
Los otros elementos esenciales de la celebración son la rosca
y el huevo cocido, que sirven como excusa para la reunión de
familiares y amigos en torno a una ocasión especial. Pero
también los chiquillos, que todos los años se enarbolan ante
la llegada de este día de fiesta, y se afanan en pintar las
cáscaras de sus huevos con los más fantásticos colores y
dibujos, rivalizando en originalidad e imaginación.
La rosca adquiere un papel principal que se transmite
durante generaciones, ya que todavía se mantiene la
costumbre entre los tíos y padrinos de guardar una rosca
para sobrinos y ahijados. El hecho de que se consuman estos
productos puede tener sus raíces en los panecillos que se
cocían el Domingo de Pascua a base de harina y huevo, o bien
en que el pan y los huevos eran los principales alimentos que
se consumían en esa fiesta.
3. El Huevo y el Bollo y La Gira
Romería en Santa Brígida
Mucho tiempo después, se celebraba una romería en el
Cerro de Santa Brígida, tal y como es descrita por la prensa
de los años cuarenta. Esta iniciativa no tenía nada que ver
con la fiesta del Huevo y el Bollo, sino que tenía lugar en el
mes de agosto. Así lo recoge el diario ABC el 29 de Agosto
de 1947, aunque con anterioridad, el 18 de agosto de
1944, también el mismo diario se hacía eco de esta
festividad.
El cronista detalla cómo "el pasado día 23 a la caída de la
tarde del templo parroquial de la Purísima Concepción con
verdadera devoción en fila de niños, mujeres y hombres,
salió el rosario que, después de recorrer las principales
calles de la población, subió al cerro de Sata Brígida, a 857
metros sobre el nivel del mar, en cuya ermita, iluminada
profundamente y exornada de flores naturales, aparecía su
titular ante la que fueron entonadas las letanías por el
pueblo y colonia de veraneantes". Este tono solemne
continúa al describir el día siguiente, cuando, al amanecer,
"la banda de música municipal recorrió la población
tocando alegre diana y anunciando que a las diez, en la
plaza del Marqués de Aracena, en la puerta de la Casa
Capitular, se organizaba la comitiva que presidida por las
autoridades civiles, eclesiásticas y militares, seguida de los
romeros y típico tamboril volvió a subir el repetido Cerro
en donde se celebró la Santa Misa …"
Terminada la ceremonia religiosa, los romeros almorzaban
en la explanada de la ermita, con mucha animación entre
los asistentes, bailes y muchos jóvenes participando.
4. El Huevo y el Bollo y La Gira
Esta celebración del Huevo y el Bollo constituye una originalidad en Galaroza, ya que mientras en otros pueblos de
la Sierra dedican el domingo de Pascua al día de la Gira, los cachoneros lo destinan a esta festividad ancestral,
dejando La Gira para el día siguiente.
También ha cambiado el sentido de la celebración religiosa. Antes, la fiesta se hacía en honor a San Ginés, cuya
imagen se perdió en 1936 por haber sido trasladado a la Parroquia en 1909, y según los libros de cuentas del siglo
pasado, no tenía lugar todos los años, aunque, eso sí, cuando se celebraba se hacía el Dominica in Albis.
Hoy, es la imagen de Santa Brígida la que procesiona por los alrededores de la ermita para, posteriormente,
bendecir los campos de Galaroza, en una petición de protección para los cultivos de la población.
La bendición de los campos le otorga al evento un carácter de protección de la naturaleza que está relacionado con
la actividad agricola y ganadera que se ha desarrollado en Galaroza desde siempre, y entronca con La Gira. Es una
fiesta campestre, donde los cachoneros marchan a sus fértiles campos y conviven entre todos.
Antes, casi todo el mundo iba al mismo sitio, convirtiéndose El Agrión en todo un símbolo para esta celebración.
Ahora, cada familia marcha a su lugar preferido, siendo necesario potenciar y recuperar el significado ancestral que
tenía para todos nosotros.
Ojalá sigamos subiendo al Huevo y el Bollo
durante muchos años; ojalá que vaya
mejorando con el tiempo. Ojalá que La Gira
también siga celebrándose por todas las
familias cachoneras. Demostraremos así que
somos respetuosos con nuestra memoria, con
nuestros sentimientos y con nuestra
naturaleza.