El último número de la revista "Rumor de Aguas", editada por la Asociación Cultural Lieva, incluye el trabajo de Ignacio Garzón sobre los relojes de sol en la Sierra.
1. Relojes de sol de Puerto Moral (arriba) y Cortegana (abajo).
2. Desde que el ser humano
comenzó a tener conciencia de sí
mismo, se despertó en él la necesidad de
controlar el tiempo y de medirlo. El Sol,
desde antaño, ha ayudado a medir el
tiempo. Los precursores de los relojes
de sol fueron los monumentos
megalíticos, cuyas sombras alertaban al
hombre primitivo sobre el devenir de
las horas y la sucesión de las estaciones.
Después, los relojes de sol han sido
durante siglos el método más fiable para
conocer las divisiones del día, desde la
alborada hasta el ocaso.
La ciencia que estudia los relojes de
sol o “cuadrantes” se llama Gnomónica.
Hay muchos tipos de cuadrantes, aunque
sólo citaremos los que podemos
encontrar en nuestra comarca:
horizontales y verticales. ¿De qué
elementos se componen los relojes de
sol? El gnomon o estilo es la varilla que
proyecta su sombra para marcar la hora.
Suele ser metálico y puede tener distintas
formas: recto, curvado o en ángulo. La
faz es la superficie sobre la que se traza el
reloj. Las líneas son las marcas realizadas
sobre la faz para señalar los puntos
horarios, que suelen estar anotados con
números romanos, arábigos o ambos
combinados. A veces, se realiza sobre la
faz una inscripción -llamada leyenda- con
datos como la fecha, el autor u otros.
En torno a la hora solar hay que
tener en cuenta que no es la misma en
todos sitios, sino que varia según la lon-
guitud geográfica. Para poder armonizar
los distintos horarios se toma como
referencia la hora solar en el meridiano
de Greenwich y a partir de ahí se crea
una escala de horarios locales oficiales.
Volviendo a las horas solares,
tomaremos como ejemplos dos
localidades: Puerto Moral y Aroche. La
primera tiene una diferencia horaria con
el meridiano 0º de 25 minutos y 44
segundos, mientras que la segunda
alcanza los 27 minutos y 48 segundos.
Algo más de 2 minutos de diferencia.
Por eso, es necesaria una correcta
orientación de los relojes de sol para
saber la hora solar local exacta.
Tal precisión parece innecesaria
porque los serranos de los siglos XVII y
XVIII en poco apreciaban esas sutilezas
horarias. Es obvio que los relojes de sol
son inútiles por las noches y en días nu-
blados. Y eso es así en la actualidad y en
cualquier tiempo pasado. Cabe pregun-
tarse qué tipo de gente necesitaba saber
las horas en aquella época. ¿Campesinos
que trabajaban de sol a sol? ¿Clérigos
para sus rezos? No lo sé, pero lo que sí
sé es que los relojes de sol tenían y tie-
nen un importante valor patrimonial.
El desarrollo fue relegando su
uso y muchos cuadrantes fueron siendo
eliminados. Coincido con García
Arrando en que, pese a haber perdido
su utilidad, los relojes de sol no han
reducido ni “un ápice sus excelentes
cualidades orna-mentales ni su
innegable valor simbólico”. Por tanto,
podemos afirmar que suponen un
patrimonio cultural de incalculable
valor. Un patrimonio que en la mayor
parte de los casos pasa desapercibido
para la ciudadanía. Con el presente
trabajo quiero aportar mi grano de arena
a la divulgación de ese patrimonio.
SOBRE LOS RELOJES DE SOL
3. Hasta el momento he hallado
relojes de sol en varios de los treinta y
un municipios de la Sierra, aunque no
descarto poder localizar algunos más. La
principal ubicación de estos relojes es la
de los muros de las iglesias, con catorce
ejemplos. El resto se distribuye en edifi-
cios privados, como cortijos y viviendas.
Con tal variedad de opciones es normal
que también se dé una gran diferencia
cronológica entre ellos. Algunos son
contemporáneos, como el de Cortecon-
cepción (colocado en 1988), el del Insti-
tuto San Blas de Aracena (creado en las
obras de ampliación de este centro
educativo), o el de Navahermosa (el más
reciente de todos). Los demás son más
antiguos. Desgraciadamente, no todos
ellos llevan el año de instalación. Los
que sí muestran fácilmente legible su
año de fijación nos aportan la siguiente
cronología: Aroche (1609), Alájar
(1624), Corterrangel (1671), Cortelazor
la Real y Santa Ana la Real (1701),
Puerto Moral y Valdelarco (1727). Es
posible que entre los que no llevan la
fecha haya alguno más antiguo (puede
que el de Santa Marina), pero los demás
parecen pertenecer también a los siglos
XVII y XVIII. Esa diversidad no se
manifiesta tanto en la tipología. Todos
son verticales, excepto el de
Corteconcepción.
Es importante conocer el estado
de conservación porque ayuda a sensibi-
lizar a la población para evitar su de-
terioro definitivo. Desgraciadamente, al-
gunos de los relojes de sol que antaño
jalonaron nuestra comarca ya no con-
tinúan marcando las horas. Es el caso de
los que estaban en el ayuntamiento de
Fuenteheridos, en el ayuntamiento de
Zufre, en el cortijo de la finca La
Muñoza, cerca de la aldea de Jabuguillo,
en el castillo de Torres (Cumbres de San
Bartolomé), en la iglesia de Santiago el
Mayor (Castaño del Robledo)...
Antes de entrar de lleno en el
catálogo de relojes, quiero comentar que
a veces la población tiene por relojes de
sol a algunos que no lo son. En Corte-
gana me alertaron sobre un reloj de sol
en la calle Hermanas Reyna. Cuando
acudí a inventariarlo me encontré con
un viejo reloj de piedra que había perdi-
do los mecanismos que antaño impul-
saron sus agujas. Algo parecido me
ocurrió en Cumbres Mayores, donde
hallé, en la torre de la iglesia de San
Miguel Arcángel, otro reloj mecánico,
fuera ya de uso.
Reloj de Sol de Valdelarco
Reloj de Sol de Corteconcepción
CATÁLOGO
Iglesia de San Marcos (Alájar)
El templo parroquial de Alájar muestra
en sus muros que dan a la calle Ánimas
un hermoso reloj de sol vertical, rectan-
gular apaisado, labrado en una placa de
mármol blanco, en buen estado de
conservación. Presenta un gnomon con-
sistente en varilla horizontal de metal,
con abundante óxido de hierro que
mancha el mármol. Esta varilla podría
no ser la original, ya que en la base de la
faz existe un agujero que hace pensar en
un gnomon anterior en forma de ángulo
con doble apoyo. Las líneas horarias
parten de una semicircunferencia que
Gnomónica de la Sierra
4. rodea al gnomon y llegan a una corona
circular en la que se inscriben las horas
(de las 6 a las 6, en la marca horizontal),
anotadas con numeración romana (1) y
leíbles desde la base. La leyenda está
repartida entre las dos esquinas inferio-
res: a la izquierda se lee “Año” y a la
derecha “Ð 1624”. Su única ornamen-
tación consiste en una especie de marco,
creado por un rectángulo cercano al
borde de la faz, en cuyo interior quedan
inscritos todos los elementos del reloj.
Reloj de Sol de Alájar
Instituto de Bachillerato San Blas
(Aracena)
En sus obras de ampliación entre 1993 y
2001, en el IES San Blas se construyó
un edificio llamado “pabellón del Reloj
de Sol”. Se justifica ese nombre por un
reloj vertical pintado en su fachada
sobre un círculo blanco en relieve, en el
que se muestra una figura roja (suma de
un rectángulo vertical y un triángulo
rectángulo sobre la mitad superior
derecha). Carece de numeración, de
líneas horarias y de leyenda. En su lugar,
unas muescas distribuidas por el
perímetro de la figura central marcan las
horas. Presenta un gnomon consistente
en varilla horizontal de metal, cuya base
se encuentra en el vértice del ángulo que
forman la línea superior del rectángulo y
la hipotenusa del triángulo.
Casa de la Inquisición (Aracena)
La Casa de la Inquisición es un edificio
de Aracena próximo a la iglesia del
Carmen, haciendo esquina entre la calle
Mesones y la avenida de Portugal. Según
me comunicó D. Mario Rodríguez, ese
nombre se debe a que la “santa” tuvo
allí sede en el siglo XVII. El edificio
tiene en su fachada algunos elementos
arquitectónicos que así lo evidencian.
Entre ellos se alza un reloj de sol ver-
tical, justo en la esquina, que parece ha-
ber sido reubicado, ya que está imbuido
en una estructura que dificulta su obser-
vación. En lo que se aprecia, se trata de
una placa de mármol rectangular apaisa-
da, a la que parece faltarle un fragmento
en la parte superior central, sustituida
por mortero. El gnomon es una varilla
metálica horizontal que parece estar fija-
da con cemento en el filo superior. No
se aprecia el punto de partida de las
líneas horarias, que llegan a una corona
circular en la que se inscriben las horas,
leíbles desde la base y anotadas con
numeración romana (1), al menos las
que están visibles desde la calle. No se
aprecia leyenda en él.
Reloj de la “Casa de la Inquisición”
(Aracena)
Iglesia de San Antonio Abad
(Carboneras, Aracena)
La Calle Reloj de la aldea aracenesa de
Carboneras se llama así porque a ella se
asoma un antiguo reloj de sol vertical,
ubicado en los muros del templo local.
Se trata de un bloque de mármol blan-
co, bastante desgastado y poblado por
un puñado de líquenes amarillentos. Su
forma es rectangular apaisada. Carece de
leyenda y presenta un gnomon consis-
tente en varilla gruesa de metal for-
mando un ángulo muy pronunciado, de
doble apoyo. Las líneas horarias parten
de un semicírculo que rodea al gnomon
y llegan a una corona circular en la que
se inscriben las horas (de las 6 a las 6, en
la marca horizontal), leíbles desde la
base y anotadas con numeración
romana (1), sólo desde las 7 a las 5, pues
los números 6 no han sido grabados.
5. Reloj de Sol de Carboneras
Iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza
(Corterrangel, Aracena)
A pocos metros de la aldea aracenesa de
Corterrangel se alza su iglesia, en cuyo
lateral encontramos un reloj de sol verti-
cal, fabricado en una placa de mármol
blanco, labrado a dos niveles (la leyenda,
las líneas, la numeración y los adornos
están elevados en relieve respecto al
resto). Su forma es rectangular apaisada.
Tiene un gnomon consistente en una
varilla de metal formando un ángulo (de
doble apoyo), algo deformada. Las
líneas horarias parten de un semicírculo
que rodea al gnomon y llegan a una
corona circular en la que se inscriben las
horas (de las 6 a las 6, en la marca
horizontal), leíbles desde el gnomon y
anotadas con numeración arábiga, de las
7 a las 5, pero sin el 12, que fue omitido.
La leyenda ocupa la parte superior del
rectángulo y contiene el texto “Anno de
1671”. En el exterior de la corona
circular hay sendos adornos desiguales a
la altura del 9 y del 2. El reloj presenta
algunos desperfectos y su superficie está
ennegrecida y con manchas amarillas
por la presencia de líquenes.
Reloj de Sol de Corterrangel
Iglesia de Santa Marina (Santa
Marina, Aracena)
Esta iglesia es el último vestigio de una
aldea ya desaparecida y demolida, cerca-
na a Valdezufre y a la línea divisoria
entre los términos municipales de Ara-
cena e Higuera de la Sierra. Su reloj de
sol es muy peculiar por varios motivos.
Uno de ellos es que algunas líneas
horarias han sido proyectadas en la
pared sobre la que se halla el cuadrante,
a pesar de que su faz está completa.
Además, en la misma pared, por encima
del reloj se aprecian algunos signos que
podrían corresponder al número de un
año, pero resultan ilegibles. Así, tengo la
sensación de que se trata de uno de los
relojes más antiguos de nuestra comar-
ca. De hecho, se ubica en la zona del
templo que algunos historiadores datan
en el siglo XV o comienzos del XVI. En
Reloj de Sol de Santa Marina
todo caso, se trata de un reloj vertical,
elaborado en una placa de mármol
blanco con forma rectangular apaisada.
En su desgastada faz se ven desconcho-
nes, especialmente serios en la base su-
perior del gnomon. Presenta un gno-
mon consistente en una deformada vari-
lla de metal formando un ángulo pro-
nunciado, de doble apoyo. Las líneas
horarias parten de un posible semi-
círculo que rodea al gnomon y llegan a
una semicircunferencia bajo la que se
inscriben las horas (de las 6 a las 6, en la
marca horizontal), leíbles desde la base
(excepto el 5) y anotadas con nu-
meración arábiga, sólo desde las 7 a las
5, pues los números 6 no disponían de
hueco para ser grabados. Carece de
leyenda y de ornamentación, pese a que
existe un importante espacio en blanco.
Como se ha dicho, algunas de las líneas
6. horarias han sido proyectadas en el
mortero circundante. En el extremo de
algunas de esas líneas proyectadas puede
observarse la existencia de números
horarios, señalados con grafía romana,
leíbles desde el gnomon.
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción
(Aroche)
En el muro que da a la calle Dr. Daniel
Bellido Valera la iglesia arochena mues-
tra un impresionante reloj de sol ver-
tical, elaborado en un bloque de mármol
blanco-grisáceo con ornamentación de
cornisa (horizontal) en la parte inferior,
en la que resaltan cuatro rectángulos
con inscripciones. El primero lleva el
texto “Año Д, el segundo “1609”, el
tercero presenta algunas letras ilegibles y
el cuarto ha perdido todas las letras. La
forma de la faz es rectangular apaisada.
Presenta un gnomon consistente en
varilla de metal formando un ángulo
pronunciado, de doble apoyo. Las líneas
horarias parten de las proximidades del
gnomon y llegan a una corona circular
en la que se inscriben las horas (de las 6
a las 6, en la marca horizontal), leíbles
desde la base y anotadas con numera-
ción romana (1), sólo desde las 7 a las 6,
pues el primer 6 no ha sido grabado. El
estado de conservación es bueno, salvo
en el borde derecho, que ha sufrido
pequeñas roturas, de las que alguna
afecta al número 6.
Reloj de sol de Aroche
Iglesia de San Miguel Arcángel
(Campofrío)
Un minero de bronce lee en la Plaza de
Andalucía mirando hacia la iglesia de
Campofrío. Justo en ese punto del
templo se encuentra un viejo reloj de sol
vertical, repleto de líquenes amarillos
que ocultan gran parte de su faz. Se
trata de una placa de mármol blanco,
rectangular apaisada, sobre la que se ha
construido con mortero una estructura
triangular en la que se ha fijado un
gnomon que no es el original. Es una
varilla metálica horizontal que nada
tiene que ver con los dos orificios pre-
sentes en la faz, que indican que el gno-
mon originario tenía forma de ángulo y
era de doble apoyo. Las líneas horarias
parten de un semicírculo que rodea al
hueco del gnomon original y llegan a un
rectángulo en cuyo exterior se inscriben
las horas (aparentemente de las 6 a las 6,
en la marca horizontal), leíbles desde la
base y anotadas con numeración ará-
biga, al menos las que son visibles.
Carece de ornamentación y de leyenda,
salvo que en la parte superior tenga bajo
los líquenes la anotación del año, algo
que no descarto porque entre esas
formaciones aparecen unas incisiones
que podrían ser fragmentos de números.
Reloj de sol de Campofrío
Calle Iglesia (Corteconcepción)
En Corteconcepción, en las inmedia-
ciones de la iglesia de Nuestra Señora de
la Concepción, en pleno empedrado de
la calle Iglesia, se encuentra el único
reloj de sol horizontal de cuantos exis-
ten en la Sierra. Aunque en realidad, po-
dría tener alguna leve inclinación, ya que
está integrado en un suelo que guarda
una cierta pendiente. El reloj consiste en
una placa de roca pulida de color os-
curo, con forma de rombo. Carece de
gnomon, porque fue eliminado por al-
gún desaprensivo al poco tiempo de su
7. colocación, ya que -como me manifiesta
mi buen amigo D. José Mª Carretero-
los conductores que pretendían aparcar
en la zona lo consideraban un
obstáculo. Las líneas horarias marcan de
las 6 a las 8, formando un abanico de
210 grados, parten de las inmediaciones
de la base del gnomon hasta llegar a los
números que marcan las horas. Tales
números son leíbles desde el vértice en
el que figura la leyenda y están anotados
con grafías romanas (1). La leyenda
reza: “Corte Concepción año
MCMLXXXVIII”.
Iglesia del Divino Salvador
(Cortegana)
La parroquia corteganesa posee en un
muro asomado a la zona de recreo
infantil una especie de templete en el
que se aloja un reloj de sol vertical -de
mármol blanco- bastante bien conser-
vado. Se trata de una placa rectangular
apaisada, con un gnomon consistente en
una fina varilla de metal formando un
ángulo (de doble apoyo) y algo defor-
mada. Las líneas horarias parten de las
proximidades del gnomon y llegan a una
corona circular en la que se inscriben las
horas (de las 6 a las 6, en la marca
horizontal), leíbles desde el gnomon y
anotadas con numeración romana (1).
Carece de leyenda y de ornamentación.
Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios
(Cortelazor la Real)
La esquina exterior de la torre de la
iglesia -que da a la Plaza Andalucía en su
prolongación hacia la calle Parralejo-
muestra el reloj de sol de Cortelazor,
también vertical. Se trata de una placa
cuadrada de mármol blanco, cuyo gno-
mon es una varilla metálica horizontal.
En el cuadrado se inscribe una circun-
ferencia -con una muesca en la parte
superior-, en cuyo centro va instalado el
gnomon. La mitad inferior de la circun-
ferencia aloja las líneas horarias (separa-
das por puntos, ideados para señalar las
medias), que parten de la base del gno-
mon, y los números de las horas (de las
6 a las 6, en la marca horizontal), leíbles
desde la base. La numeración combina
caracteres arábigos y romanos sin orden
claro. En los 6, el 7 y el 8 los números
son desiguales de tamaño dentro la ci-
fra, siendo las V pequeñas y las I gran-
des. En la parte superior de la circunfe-
rencia se lee “1701”. Presenta un estado
de conservación aceptable.
Reloj de Sol de Cortelazor
Edificio Vista Hermosa
(Navahermosa, Galaroza)
En la entrada de la aldea hay una vivien-
da con el número 5 que tiene un reloj de
sol vertical de color ocre, construido en
cerámica. Tiene forma de un rectángulo
vertical con un semicírculo en el centro
de la parte superior. El borde está
sobreelevado y presenta adornos en las
cuatro esquinas. El gnomon es una vari-
lla metálica doblada en ángulo, con un
solo apoyo. Las líneas horarias parten de
la base del gnomon y llegan a los puntos
bajo los cuales se inscriben las horas (de
las 6 a las 6, en ángulos bajo la marca
horizontal), leíbles desde la base y ano-
tadas con numeración romana (1). Care-
ce de leyenda. No responde a cánones
gnomónicos.
Iglesia de Ntra. Sra. de la Granada
(La Granada de Riotinto)
El reloj de sol vertical de La Granada de
Riotinto se alza en la fachada principal
de la iglesia, haciendo esquina con la
plaza de Nuestra Señora de la Granada.
Se trata de una placa bastante deterjo-
rada, semioculta por una capa de cal.
Tengo la sensación de que se trata de
mármol, pero no puedo afirmarlo con
rotundidad. Sea cual sea el material, su
forma es rectangular apaisada y presenta
una rotura considerable en la esquina
superior izquierda. Presenta un gnomon
consistente en varilla de metal forman-
do un ángulo pronunciado, de triple
8. apoyo. Las líneas horarias parten de un
semicírculo que rodea a la base superior
del gnomon y llegan a un rectángulo en
cuyo exterior se inscriben las horas (de
las 6 a las 6, en la marca horizontal),
leíbles desde la base y anotadas con
numeración arábiga. Las líneas llegan a
cruzar sobre algunos números. El pri-
mer 6 está grabado más al interior,
probablemente para salvar el 6 original
desaparecido en la rotura. Aunque cabe
la posibilidad de que ese 6 sea en rea-
lidad uno de los dígitos de la fecha,
porque a la derecha del gnomon existe,
sobre la línea horizontal, un 7. Ambos
números, junto a ciertos trazos que se
adivinan bajo la cal, podrían conformar
la cifra 1647. Salvo esta posibilidad,
carece de leyenda y de ornamentación.
Reloj de Sol de La Granada de R.
Calle Enlace (Jabugo)
La céntrica Plaza del Jamón, en Jabugo,
cuenta entre las vías que confluyen en
ella con la calle Enlace y la calle San
Bernardo. Justo en la esquina entre
ambas bocacalles se alza un edificio que
muestra en su fachada de la calle Enlace
un reloj de sol vertical, encalado hasta el
gnomon y muy deteriorado. Bajo la capa
de cal intuyo que se trata de una placa
de forma rectangular apaisada que pre-
senta una rotura considerable en la es-
quina superior izquierda. La naturaleza
del material en el que ha sido elaborado
es mármol. El gnomon consiste en una
varilla metálica horizontal, también en-
calada. Las líneas horarias parten de la
base del gnomon y llegan hasta una las
grafías de las horas (de las 6 a las 6, en la
marca horizontal), anotadas con nume-
ración arábiga (excepto el 2, que figura
en número romano) y leíbles desde la
base. El 5 presenta una grafía anómala
(2) y el 0 del 10 parece estar abierto con
bucles por el lado izquierdo. La orna-
mentación se compone de dos figuras
que ocupan las esquinas inferiores de la
faz. En lo poco que la cal permite
verlas, esas figuras se asemejan a flores
de lis. Carece de leyenda.
Reloj de la calle Enlace de Jabugo
Calle Talero (Jabugo)
La vivienda del número 10 de esta calle
cuenta con un soleado patio en el que
aún son perfectamente visibles los tra-
zos de un curioso reloj de sol vertical,
marcado sobre el enfoscado. El dueño
de la vivienda, D. José Miguel Sánchez
Cid, me comunicó que puede datarse a
comienzos del siglo XX, época en la que
se construyó aquella parte de la casa. El
constructor, conocido como “maestro”
Moya, pudo haber trazado más relojes
en la localidad. El reloj consiste en una
circunferencia sin radios, con doce mar-
cas, grabada sobre el muro. En el centro
se aprecia el hueco del gnomon, desa-
parecido hace poco por total deterioro.
Según el propietario, se trataba de una
varilla metálica inclinada. Carece de líne-
as horarias y de números, aunque estos
estaban pintados con cifras romanas.
No tiene leyenda ni ornamentación.
Iglesia de San Juan Bautista (Linares
de la Sierra)
Los muros de la iglesia que dan a la calle
Colón cuelgan un reloj de sol vertical,
desigualmente conservado. Consiste en
una placa de mármol blanco de forma
rectangular apaisada. Carece de gno-
mon, pero tiene dos huecos que indican
que el originario era en ángulo con dos
apoyos. En el hueco inferior hay unas
9. virutas metálicas que impiden ver el nú-
mero 12. En la base del gnomon se ha
producido una rotura que dificulta la
lectura del año. Las líneas horarias par-
ten de una semicircunferencia que rodea
al gnomon y llegan a un rectángulo en
cuyo exterior se inscriben las horas (de
las 6 a las 6, en la marca horizontal),
leíbles desde la base y anotadas con
numeración arábiga. El 5 presenta una
grafía anómala (2). La única leyenda
existente es el año, pero no puede leerse
por estar afectada por la rotura citada.
Da la impresión de que la fecha sería
1656, pero no es seguro. A ambos lados
de la leyenda aparecen sendas incisiones
ornamentales parecidas a estrellas de
cuatro puntas.
Reloj de Sol de Linares de la Sierra
Iglesia de Santa María de Gracia
(Los Marines)
El lado de la torre que da a la calle Nue-
va luce un reloj de sol vertical, rectan-
gular apaisado, labrado en una placa de
mármol blanco, en buen estado de con-
servación. El tercio superior de la faz se
encuentra en blanco. Presenta un gno-
mon consistente en varilla horizontal de
metal. Las líneas horarias parten de la
base del gnomon y llegan a una semi-
circunferencia bajo la que se inscriben
las marcas horarias (de las 6 a las 6, en la
marca horizontal), anotadas con nume-
ración arábiga, excepto el 2 que va en
número romano, y leíbles desde la base.
El 5 presenta una grafía anómala (2). Su
única ornamentación consiste en una
especie de marco, creado por un rectán-
gulo cercano al borde de la faz (dudoso
en la parte superior), en cuyo interior
quedan inscritos todos los elementos del
reloj.
Reloj de Sol de Los Marines
Iglesia de San Pedro y San Pablo
(Puerto Moral)
La zona de la Plaza de la Libertad que se
prolonga hacia la calle Muro es la que
alberga el reloj de sol de la iglesia de
Puerto Moral, uno de los más intere-
santes de nuestra comarca, si no el que
más. Se trata de un reloj vertical, ela-
borado en una placa de mármol blanco,
de forma rectangular apaisada. Carece
de gnomon. En la base de la faz existe
un agujero que -aunque poco profundo-
puede significar que el gnomon era con
forma de ángulo, con doble apoyo. Este
es el reloj de sol de todos los de la Sierra
que tiene la leyenda de mayor extensión.
“Siendo cvra y beneficiado don Jvan
Garzia Granado se hizo se pvso año de
1727”. La J está escrita al revés, girada
hacia el lado. Esa leyenda ocupa el ter-
cio superior de la faz, invadiendo parte
del espacio interior de la corona circular
horaria. La base del gnomon queda, así,
bajo el 7 y el 2 de la cifra del año. Las
líneas horarias -débilmente marcadas-
parten de la base del gnomon y llegan a
una corona circular en la que se inscri-
ben las horas (de las 6 a las 6, en la
marca horizontal), anotadas con nume-
ración arábiga y leíbles desde la base. El
5 presenta una grafía anómala (2), el
cero del 10 está abierto con bucles por
el lado izquierdo y el primer 6 está
escrito al revés, girado hacia el lado. La
corona horaria está diseñada como una
corona solar, rematada de rayos (trian-
gulares alternándose con otros en forma
de llama ondulante). La línea superior o
interna de la corona presenta un bucle
en cada extremo. La ornamentación se
completa con un par de motivos de gran
10. belleza, que ocupan cada una de las
esquinas inferiores. En líneas generales,
el estado de conservación es bueno.
Iglesia de Ntra. Sra. Santa Ana
(Santa Ana la Real)
La iglesia santanera muestra por la calle
Virgilio Fernández un reloj de sol, tam-
bién vertical, que no está en su ubica-
ción original, según me comunicó D.
Juan Antonio Muñiz. Se trata de una
placa cuadrada de mármol blanco, muy
desgastada, con algunos fragmentos ro-
tos. El gnomon es una corta varilla me-
tálica horizontal -estéticamente poco
afortunada- que claramente tampoco es
la original. En el cuadrado se inscribe
una circunferencia, en cuyo centro va
instalado el gnomon. La mitad inferior
de la circunferencia aloja las líneas hora-
rias (separadas por puntos, tal vez ide-
ados para señalar las medias), que parten
de la base del gnomon, y los números
de las horas (de las 6 a las 6, en la marca
horizontal), leíbles desde la base. La
numeración combina caracteres arábi-
gos y romanos sin orden claro. El nú-
mero 9 está perdido en parte. En los 6,
el 7 y el 8 los números -romanos- son
desiguales de tamaño dentro la cifra,
siendo las V pequeñas y las I grandes.
En la parte superior de la circunferencia
se lee “1701”. Presenta un mal estado
de conservación.
Reloj de Sol de Santa Ana la Real
Iglesia del Divino Salvador
(Valdelarco)
El reloj de sol de Valdelarco se alza en
una de las aristas de la torre de la iglesia,
la que se asoma a la confluencia de las
calles Águilas y Atocha. Es vertical y
está elaborado en una placa de mármol
blanco, rectangular apaisada. El gno-
mon original ha desaparecido, siendo
sustituido con poco acierto por una
varilla poco ortodoxa. La parte superior
de la faz (por encima de la base del
gnomon) está ocupada por la leyenda.
“AÑO Ð 1727”. La eñe está al revés,
girada hacia el lado. Según el historiador
local D. Manuel Gil, entre 1724 y 1728,
la iglesia estaba siendo reconstruida, por
lo que la colocación de este reloj se
produjo en esas obras. Las líneas hora-
rias parten de la base del gnomon y
llegan a una corona circular en la que se
inscriben las horas (de las 6 a las 6, en la
marca horizontal), anotadas con nume-
ración arábiga (excepto el 2, que aparece
en número romano) y leíbles desde la
base. El 5 presenta una grafía anómala
(2) y el 0 está abierto con bucles por el
lado izquierdo. La ornamentación ocupa
la zona que queda bajo la corona hora-
ria, en la zona inferior de la faz. En el
centro, la cabeza bicéfala de un dragón
parece sostener la corona horaria. En las
esquinas, dos motivos de gran belleza
completan la ornamentación. Esta y la
corona horaria se elevan en relieve
sobre el resto de la faz. En líneas
generales, el estado de conservación es
bueno, aunque sería conveniente evitar
que los líquenes amarillentos que apare-
cen en el lateral izquierdo de la faz se
extiendan por toda la superficie.
Calle Vicente F. Campos (Zufre)
Mi amigo D. Santiago González Flores
tiene en su domicilio, en el número 11
de la vía, dos interesantísimos relojes de
sol. El primero de ellos luce en la
fachada, aunque sólo con una función
ornamental pues está desubicado. Tiene
este reloj una curiosa historia. Las
primeras referencias que tiene sobre él
su dueño lo sitúan en Cádiz hasta 1895,
en un palacete cercano a la catedral. El
reloj es de origen italiano. En esa fecha,
su bisabuelo (Sabas González) lo ad-
quirió y lo llevó a Cumbres de San Bar-
tolomé, donde lo emplazó en su vivien-
da de la antigua calle La Fuente. Allí
permaneció hasta el año 1970, de donde
fue retirado antes de que la familia ven-
11. diera la casa. En 2008, el biznieto lo ha
colocado en su fachada, aunque sin
seguir criterios gnomónicos.
En cuanto a su descripción, podemos
decir que es un reloj vertical, elaborado
en una placa de mármol blanco, con
forma rectangular apaisada, aunque
parece casi cuadrada. El gnomon es una
varilla metálica -no muy larga- doblada
en ángulo, con un solo apoyo. Bajo la
base del gnomon se abre un ángulo
recto con el vértice hacia abajo, desde el
que parten las líneas horarias que llegan
hasta una especie de cuadrado en cuyo
exterior se encuentran los números
romanos (1) que señalan las horas. Los
tres elementos están realizados con una
doble incisión. La leyenda, ubicada en la
parte superior de la faz, corresponde al
año y aparece en números romanos:
MDCCXII. La ornamentación consiste
en una estrella de 4 puntas que hace de
base al gnomon y en una orla alrededor
del cuadrante, con 4 líneas que definen
tres cordones.
Reloj de Sol de Zufre
El segundo de los relojes de sol es exhi-
bido en el muro de su salón, donde lo
colocó para evitar su desaparición defi-
nitiva. En realidad se trata de un frag-
mento del reloj originario, en el que se
aprecian algunas líneas horarias y algu-
nos números. El fragmento fue hallado
en el año 2008, durante las obras de
remodelación de la vivienda. La pieza
formaba parte del muro de la fachada,
como una piedra más. El propietario
apunta la hipótesis -por la proximidad a
la Torre de la Harina- de que este
fragmento corresponda al antiguo reloj
que lucía en la Puerta de la Harina, una
de las entradas medievales a Zufre, do-
cumentado desde finales del Siglo XV y
datable a comienzos de ese siglo. Por
desgracia, sólo se conserva este frag-
mento, habiéndose perdido el resto.
Se trataba de un reloj vertical, construi-
do en un bloque de mármol blanque-
cino. En la pieza son visibles varios nú-
meros romanos -I al IIII- (1), que mar-
caban tales horas. Esos números se ha-
llan inscritos en lo que parece una coro-
na circular hasta la que llegan los restos
de las correspondientes líneas horarias.
CONCLUSIONES
La primera conclusión es que hay coin-
cidencias que hacen pensar en la misma
autoría. La primera de ellas es la de los
relojes de Santa Ana y Cortelazor. Estas
dos piezas son absolutamente idénticas,
por lo que parece imposible que no fue-
ran elaboradas por las mismas manos.
El otro caso lo protagonizan los relojes
de Puerto Moral, Valdelarco y el de
Jabugo. En los dos primeros coinciden
plenamente el material y el año de
fabricación, 1727. Lo que más me llama
la atención de esos dos relojes es lo
recargado de su ornamentación y que en
las esquinas inferiores coincidan unos
motivos ornamentales con cierto pare-
cido, algo que se repite también en el de
Jabugo. En la numeración también en-
contramos algunas similitudes en los
tres cuadrantes, el 5 presenta una grafía
anómala (2) y el 0 está abierto con
bucles por el lado izquierdo. En los dos
primeros relojes las líneas horarias están
poco marcadas y ambas coronas están
resaltadas.
Por otro lado, podemos decir que todos
los relojes históricos de nuestra comarca
son de un mismo material. El mármol
serrano fue la roca elegida para labrar en
ella esas joyas gnomónicas. Al comenzar
mi estudio pensé que hallaría algunos de
pizarra, roca también muy abundante
por aquí, pero no ha sido así.
También llama la atención la cantidad
de gnómones que han desaparecido.
Algunos han dejado huecos huérfanos
12. de metal, mientras que otros han sido
reemplazados por varillas verticales (ina-
propiadas) y poco afortunadas. Es muy
loable querer reponer el gnomon en
aquellos relojes en los que ha desa-
parecido, pero hay que hacerlo cuidan-
do la estética y evitando contribuir al
deterioro de tales relojes. De los 22
relojes censados hasta el momento, 5 no
tienen gnomon, 9 presentan una varilla
recta, 2 tienen una varilla en ángulo con
un solo apoyo, 5 tienen una varilla en
ángulo con 2 apoyos, y 1 tiene un
gnomon de 3 apoyos.
Podemos afirmar que los relojes de sol
no han muerto. Así lo demuestra la
colocación de nuevos relojes, que no
han sido instalados con la finalidad de
dar a conocer la hora al gran público, en
un momento en el que el tiempo se
mide a la décima de segundo. Estos
cuadrantes son un guiño a los tiempos
pasados en los que se daba otra filosofía
de vida y otra forma de entender el
tiempo. Pero, además, pueden conver-
tirse en reclamo turístico.
Hemos visto que hay en la Sierra mu-
chos relojes de sol de gran valor patri-
monial. Como cada vez más se valora el
turismo de calidad, podemos decir que
este patrimonio gnomónico supone una
excelente aportación a la oferta turística
de nuestra tierra. Pueden establecerse
rutas gnomónicas que, aprovechando la
existencia de relojes, ayuden a mostrar
nuestros pueblos a posibles visitantes.
Notas
1. La numeración romana nos ofrece dos grafías
para el número cuatro. En unos casos se usa
“IIII” y en otros “IV”.
2.Esta grafía parece corresponder a alguna
forma antigua de escribir el 5. Además de en
estos relojes, he hallado ese signo en un
cuadrado mágico que representó Alberto
Durero (Nuremberg 1471- íd.1528) en su obra
“Melancolía I”. Podemos describirla como
una línea inclinada, que asciende de izquierda
a derecha, sobre la que se asienta -en contacto
con el punto superior de la línea- una especie
de C girada 90º en el sentido horario.
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