Una niña llamada Libe vivía en un pequeño pueblo pobre. Un día, un hada le dio un cuenco mágico que podía conceder cualquier deseo. Esto les permitió a Libe y su familia no pasar más hambre. Años después, el hermano de Libe tomó prestado el cuenco y accidentalmente lo usó para llenar de sal el mar, convirtiendo el agua dulce en salada.
Con el desarrollo de la prensa escolar estamos logrando los objetivos del programas todos a aprender, desarrollamos en los estudiantes las competencias lecto escriturales, creación y escritura de textos.
Este es un cuento que narra la historia de Esperanza y sus amigos. Es muy importante ya que permiten identificar los valores que debemos tener con el cuidado del ambiente.
AARÓN HERNÁNDEZ LÓPEZ. Por los caminos de Michoacán (1942-2020).Aaron Hernandez Lopez
Querer en la vida ser escritor, es lo mas complejo y difícil que se pueda hacer pero la biografía puede ser un buen inicio para empezar escribir mi vida se que no es importante ni relevante, pero de algo puede servir a las nuevas generaciones.
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AARÓN HERNÁNDEZ LÓPEZ. Por los caminos de Michoacán (1942-2020).Aaron Hernandez Lopez
Querer en la vida ser escritor, es lo mas complejo y difícil que se pueda hacer pero la biografía puede ser un buen inicio para empezar escribir mi vida se que no es importante ni relevante, pero de algo puede servir a las nuevas generaciones.
Estos relatos, centrados en la vida de los indígenas de Huánuco, están escritos bajo la modalidad realista y naturalista. El autor expone su punto de vista sobre el elemento indígena y la manera en que el indio vive sus pasiones, violencias, supersticiones, atavismos, goces y muertes, configurando su destino que parece regido por una tradición ancestral.6
En esos relatos impera la violencia, algunas veces a un extremo muy sangriento, como en «Ushanan-jampi» y «El campeón de la muerte». Otro de ellos es una magnífica recreación de una leyenda prehispánica, «Las tres jircas», en la que intervienen los seres divinos de manera arbitraria en el destino de los hombres. Y también hay alguno de tema antropológico, sobre el sabor de la coca, la cual, sea dulce o amarga, advierte al indio sobre su victoria o derrota («Cómo habla la coca»). Para algunos críticos, es «Ushanan-jampi» (el último remedio), el relato que tiene mayor fuerza dramática.
Escritores posteriores como José María Arguedas achacaron a López Albújar tener la visión deformada del magistrado que solo conoce a los indios desde su despacho judicial de asuntos penales.7 Luis Alberto Sánchez reprocha también al autor el hecho de tener solo como referentes a indígenas acusados de delitos, lo que, según él, sería una mala escuela para conocer a una raza o una clase social.8 Mario Vargas Llosa comparte esas opiniones y describe al libro como «un impresionante catálogo de depravaciones sexuales y furores homicidas del indio»; sin embargo, se equivoca en lo primero, pues en el libro no hay relatos de actos sexuales.9
Pero a favor de López Albújar está el hecho que esa visión era parte de la realidad que él conocía y que escogió libremente, aunque fuera solo una visión parcial y quizás hasta prejuiciosa. Por eso, tal vez, a diferencia de otros narradores, en la obra de López Albújar no es la fuerza de la naturaleza, ni la opresión de los indios, los asuntos que aparecen en primer plano: es la psicología de los personajes, la naturaleza trágica de los acontecimientos.4En torno a la ciudad de Huánuco existen tres cerros o jircas: Marabamba, Rondos y Paucarbamba. Una leyenda lugareña, de origen prehispánico, contaba el origen de esos nombres: eran de tres guerreros antiguos, venidos de lejos en busca del amor de una hermosa doncella. El autor recoge esta leyenda y la recrea de manera magistral. El curaca de esa región, llamado Pillco-Rumi, tenía una hermosísima hija única, Cori Huayta (Flor de Oro). El padre no quería que su adorada hija se casara porque para él no existía en su reino un hombre perfecto y capaz de hacerla feliz. Pero al actuar así iba contra las leyes del reino, que obligaban a toda mujer adulta a contraer matrimonio. Varios pretendientes se dispusieron a pelear para conseguir la mano de la bella Cori Huayta, entre ellos tres guerreros famosos: Maray, Runtus y Páucar, venidos de la puna, del mar y de la selva, respectivamente, al frente de numerosos ejércitos. Al verse rodeado 1
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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1. ARIMUNEREN KONDAIRA
1
Kondaira zahar batek dioen bezala, orain dela urte asko eta asko
Libe izeneko neskato bat bizi zen Bakio izeneko herri txiki batean.
Cuenta una leyenda que hace muchos, muchos años, vivía en el
pequeño pueblo de Bakio una niña llamada Libe.
Hain txiroak ziren, neguko egun askotan ezin izaten zuten hotza
astindu, ez berak ezta haren familiak ere, ez baitzeukaten zerekin
bizitu sua. Amak ortu txiki bat zaintzen zuen; itsasotik ondo
babestuta zegoen, eta barazkiak eta fruta ale gutxi batzuk
zeuzkaten hari esker. Aita, berriz, egunero irteten zen arrantza
egitera, txalupa txiki batean; eta batzuetan arrain bat
harrapatzen zuen, gero amak salda gozo batekin prestatzen
zuena, etxean, gauean.
Era tan pobre que muchos días de invierno ni ella ni el resto de la
familia podía entrar en calor por no tener con qué calentar la
estufa. Su madre cuidaba un pequeño huerto resguardado del
mar, que les daba verduras y alguna fruta. Su padre salía a
pescar todos los días en una pequeña barca y a veces traía a casa
un pescado que su madre cocinaba por la noche en una rica
sopa.
Beti geratzen ziren gosez, ordea, afaria osatzeko ezin baitzuten
erosi ez okelarik, ezta ogirik ere.
Pero siempre se quedaban con hambre. No podían comprar pan
o carne para complementar la cena.
2. 2
Egun batean Libe oso triste sentitu zen, berak ez zeukalako
herriko beste ume guztiek bezala beroki leun eta bero bat. Paseo
bat ematera irten zen mendira, ea egur apur bat aurkitzen zuen.
Nekaturik, haritz itzel baten azpian eseri zen. Askotan joaten zen
hara negar egitera, inork ikusi ez zezan.
Un día, Libe se sentía muy triste por no tener un abrigo suave y
calentito como otros niños del pueblo. Salió a caminar por el
campo a ver si encontraba algo de leña, y, cansada, se sentó
debajo de un gran roble. Muchas veces iba allí para llorar y que
no la viera nadie.
Hodeiei begira zegoela, ahots bat entzun zuen bat-batean bere
atzean:
—Zer gertatzen zaizu, neskatxa? Zergatik ari zara negarrez?
Orduan, buelta eman, eta zegoen emakume eder bat ikusi zuen
Libek, zuriz eta urdinez jantzirik.
—Triste nago, oso pobreak garelako. Ez daukat ez ogirik jateko,
ezta hotzetik babesteko berokirik ere.
Allí estaba mirando las nubes, cuando de repente escuchó una
voz detrás de ella:
—¿Qué te pasa, muchacha? ¿Por qué lloras?
Libe se dio la vuelta, y vio a una hermosa mujer vestida de blanco
y azul.
3. —Estoy triste porque somos muy pobres. No tengo pan para
comer, ni un abrigo que me resguarde del frío.
3
Emakumeak, irribarre egin, eta esan zion:
—Ona zara, Libe; badakit. Ez negar gehiagorik egin. Opari bat
egingo dizut. Emango dizudan katilu hau berezia da. Hitz
magikoak esan, eta desio duzuna edukiko duzu. Esaiozu:
“Arimune maitagarriaren katilua,
trukatu ezereza
deseatutako ordainarekin.”
Eta besterik nahi ez duzunean, esan beharko duzu:
“Arimune maitagarriaren katilua,
itxi ordaina
eta bueltatu ezerezera.”
Gauza bat baino ez dizut eskatuko —esan zion maitagarriak
katilua ematean—. Ez eskatu eskatze aldera. Ez xahutu janaria
eta ez ibili aldatzen berokia egunero. Katilua erabiltzean, izan
zaitez zuhurra.
La mujer sonrió y le dijo:
—Eres buena, Libe; lo sé. No llores más. Te voy a hacer un regalo.
Este cuenco que te entrego es especial. Solo tienes que
pronunciar las palabras mágicas, y tendrás lo que desees. Dile:
“Cuenco de Arimune el Hada,
cambia la nada
4. por la paga esperada.”
Y cuando no quieras recibir más, tendrás que decir:
“Cuenco de Arimune el Hada,
cierra la paga
y vuelve a la nada.”
Solo te pido una cosa —le dijo el hada mientras le daba el cuenco
—. Que no pidas por pedir. Que no desperdicies comida o
cambies de abrigo cada día. Sé prudente cuando lo uses.
4
Etxera heldu zenean, katilua esku artean hartu, begiak itxi, eta
maitagarriaren hitz magikoak esan zituen Libek. Gau hartan,
afaltzeko pastelak, tartak eta madalenak edukitzea desiratu
zuen.
Cuando llegó a casa, Libe cogió el cuenco entre sus manos, cerró
los ojos, y recitó las palabras mágicas del hada. Deseó tener
pasteles, tartas y magdalenas para cenar esa noche.
Begiak ireki zituenean, harri eta zur ikusi zuen nola betetzen
zitzaion etxea magikoki postre gozo haiekin. Lortu zuen hitz
magikoak esatea katilua geratu zedin, eta… katilua geratu egin
zen.
Cuando abrió los ojos, vio con estupor como mágicamente se
llenaba la casa de esos suculentos postres. Consiguió pronunciar
las palabras mágicas para que el cuenco parara, y ... el cuenco
paró.
5. Egun hartatik aurrera, ez zuten goserik pasatu, ez Libek ezta
haren familiak ere. Ez ziren aberastu eta ez ziren ibili janaria
xahutzen, etengabe izan baitzituzten gogoan maitagarriaren
hitzak, baina inoiz ez zuten ezeren premiarik izan.
Desde ese día, ni Libe ni su familia volvieron a pasar hambre. No
se hicieron ricos ni derrochadores, porque recordaban las
palabras del hada, pero nunca les faltó de nada.
5
Handik urte batzuetara, Lander, Liberen neba, itsasontziko
kapitain bihurtu, eta urrutiko bazterretara bidaiatzen hasi zen.
Años después, Lander, el hermano de Libe, se hizo capitán de
barco, y empezó a viajar a tierras lejanas.
Egun batean, etxera ustekabean heldu, eta maitagarriaren
katilua eskatu zion Liberi. Libek eman egin zion, baina
maitagarriak esandako hitzak errepikatu zizkion katilua
erabiltzean zuhur jokatu zezan.
Un día llegó a casa por sorpresa, y le pidió a Libe el cuenco del
hada. Ella se lo entregó, pero le repitió las palabras que le había
dicho el hada para que fuera prudente cuando lo usara.
Landerrek lasaitu egin zuen, esanez handik hilabete batzuetara
bueltan egongo zela, eta bueltatuko ziola katilua.
6. Lander le tranquilizó, y le dijo que en unos meses estaría de
vuelta y se lo devolvería.
6
Itsasoko lehenengo gauean, Lander marinelekin jaitsi zen
jantokira, eta sukaldariak txerri errea patatekin zerbitzatu zien
afaltzeko.
La primera noche de navegación, Lander bajó a cenar con los
marineros y el cocinero les sirvió la cena. Un rico asado de cerdo
y patatas.
—Afa! Hau nazka! —bota zuen Landerrek dastatutakoan—
Honek ez dauka gatzik!
—¡Puajj! —exclamó Lander cuando lo probó— ¡No tiene sal!
Sukaldariak barkatzeko eskatu zion, esanez gatza itsasontziko
sotoan gorde behar zuela baina ahaztu egin zitzaiola. Landerrek,
irribarre egin, eta esan zuen:
El cocinero se disculpó porque se le había olvidado cargarla en
las bodegas. Lander sonrió y dijo:
—Berdin dio: ibilaldi guztirako beste gatz emango dizut.
7. —No pasa nada, yo te daré sal suficiente para toda la travesía.
Sacó el cuenco del hada y dijo:
“Arimune maitagarriaren katilua,
trukatu ezereza
deseatutako ordainarekin.”
“Saco de Arimune el Hada,
cambia la nada
por la paga esperada.”
Segituan hasi zen irteten gatza katilutik. Gainez egin zituen
platerak, gero mahaiak, zorua eta pasabideak….
Marinelak eta sukaldariak aho zabalik begiratzen zioten.
Landerrek katilua geratu nahi zuen, baina konturatu zen ez
zituela hitz magikoak gogoratzen.
En ese mismo momento, la sal comenzó a salir del cuenco. Llenó
los platos, luego las mesas, siguió por el suelo y los pasillos…
Los marineros y el cocinero lo miraban atónitos. Lander quería
parar el cuenco, pero se dio cuenta de que no se acordaba de las
palabras mágicas.
7
—Ai! —esan zuen, etsi-etsian— Zergatik ez zara geratzen? Geldi,
geldi, geldi…!
8. —¡Ay! —dijo desesperado— ¿Por qué no paras? ¡Para, para,
para…!
Baina katilua ez zen gelditu. Itsasontzia bera gatzez estalita
geratu zen, eta azkenean kostaldetik oso hurbil hondoratu zen,
Lander eta Liberen herrixkatik oso hurbil.
Pero el cuenco no paraba. El barco se llenó de sal, y finalmente se
hundió muy cerca de la costa donde estaba el pueblecito de
Lander y Libe.
Katiluak etengabe jarraitzen zuen itsas hondotik gatza ateratzen,
eta Lurreko itsaso eta ozeano guztietan ur geza ur gazi bilakatu
zen.
El cuenco seguía sacando sal desde el fondo del mar,
convirtiendo el agua dulce en agua salada en todos los mares y
océanos de la tierra.
8
Kondairak dio hurrengo egunean barra-barra heldu zela harea
eta gatza Bakioko hondartzara. Eta mendi itzel bat sortu zela
bertan, herritar guztiak negu hartako ekaitz izugarrietatik
babestu zituena.
Y cuenta la leyenda que al día siguiente una gran cantidad de
arena y sal llegó hasta la playa de Bakio. Levantó una gran
9. montaña que protegió a todos los habitantes de las grandes
tormentas que hubo ese invierno.
Badakit hemen esandakoak ezin direla frogatu, baina niri…
arrantzale batek kontatu zidan, berari bere aitak kontatu zion,
aitari aitaitak, aitaitari birraitaitak… eta horrela, antzina-
antzinatik.
Nada de esto puede ser demostrado, pero a mí… me lo contó un
pescador que se lo había contado su padre, y a su padre el padre
de su padre y así hasta tiempos inmemoriales.
10. montaña que protegió a todos los habitantes de las grandes
tormentas que hubo ese invierno.
Badakit hemen esandakoak ezin direla frogatu, baina niri…
arrantzale batek kontatu zidan, berari bere aitak kontatu zion,
aitari aitaitak, aitaitari birraitaitak… eta horrela, antzina-
antzinatik.
Nada de esto puede ser demostrado, pero a mí… me lo contó un
pescador que se lo había contado su padre, y a su padre el padre
de su padre y así hasta tiempos inmemoriales.