La arquitectura romana se caracterizaba por ser funcional y práctica. Influye en la arquitectura actual a través del uso del arco y los materiales de construcción como el concreto. El Panteón de Roma, construido en el 27 a.C., es un ejemplo importante por su perfección técnica al resolver problemas estructurales, mientras que la Basílica de San Pedro en el Vaticano se construyó sobre la tumba de San Pedro y fue diseñada para impresionar a los fieles con su magnificencia.