La arquitectura se compone de distintos elementos como signos (puerta, ventana) y diseño (creación, estilo) que comunican y promueven el uso y comportamiento humano. La arquitectura también funciona como un sistema de signos con reglas que denotan funciones y connotan significados posibles a través de una cadena comunicativa de estímulo, denotación, connotación y mensaje. Finalmente, la arquitectura puede proponer nuevas formas de vivir que se integren al sistema social.