La arquitectura griega antigua se caracteriza por sus templos altamente normalizados y estandarizados, muchos de los cuales se encuentran como ruinas en toda la región. Utilizaban materiales como el mármol, madera y piedra caliza, y no empleaban arcos ni bóvedas. Sus órdenes arquitectónicos principales eran el dórico, jónico y corinto, que se distinguían por las proporciones y decoraciones de sus columnas y capiteles.