La arquitectura griega clásica se caracterizó por el uso de órdenes arquitectónicos como el dórico, jónico y corintio. Los templos griegos se construyeron siguiendo principios de proporción, equilibrio y belleza. El Partenón y otros monumentos de la Acrópolis de Atenas, construidos bajo la dirección de Pericles en el siglo V a.C., son los ejemplos más destacados de la arquitectura griega y sus ideales estéticos.