El documento describe el arte mudéjar, un estilo arquitectónico que se desarrolló en la península ibérica entre los siglos XII y XIV y que incorporó elementos hispano-musulmanes y cristianos. El estilo mudéjar varió regionalmente y se caracterizó por el uso del ladrillo decorado con motivos geométricos como ajedrezados, espinas de pez y rombos, así como por el uso del arco redondo y de herradura.