1. Facilitando las articulaciones en la Amazonia:
bases para la coherencia regional
en un contexto de emergencia socio-ambiental
Vincent Brackelaire
Sociólogo-antropólogo, especializado en asuntos regionales amazónicos
Enero 2006
Rua Professor Gastão Baiana No. 151 Cob. 02
CEP 22071 030
Rio de Janeiro
Brasil
E-mail: vincentbrackelaire@gmail.com
2. Resumen
El contexto amazónico no ha permitido hasta hoy el establecimiento en la región de una
organización unificadora entre todas las partes involucradas en el desarrollo amazónico,
ni un espacio estable de intercambio regional, a pesar de toda la importancia que se da a
la Amazonia como región en la agenda internacional. La Amazonia sigue fragmentada
como región y no cuenta con un amplio espacio de coordinación entre actores. Ninguna
instancia en la región amazónica ha demostrado un poder de convocatoria, reuniendo con
continuidad gobiernos y sectores de la sociedad civil, así como existe, por ejemplo, en la
cuenca del Congo. Sin embargo, ciertas importantes iniciativas locales (generalmente de
la sociedad civil, pero también gubernamentales, en el caso de Brasil) que se pueden
observar en cada país amazónico van expandiéndose en el terreno a través de algunas
fronteras haciendo funcionar procesos subregionales y transfronterizos de cooperación
cuyos resultados son más concretos y evaluables, y que hoy constituyen espacios de
diálogo y cooperación sub-regional, y bases importantes para crear un espacio más
amplio de intercambio y cooperación en toda la cuenca amazónica. Por otra parte, ciertos
foros organizados en la región tienen un papel unificador importante a pesar de haber sido
puntuales hasta hoy. El proceso organizativo de la cuenca del Congo es interesante para
la cuenca amazónica porque surgió gracias a la facilitación de algunos actores externos
que empujaron su establecimiento. Es probable que esta situación de facilitación se
reproduzca en el caso de la región amazónica, en particular porque el ritmo de
degradación del bosque amazónico esta tomando proporciones nunca antes alcanzadas, y
que ciertos fenómenos (como la sequía de los ríos en la Amazonia brasileña en octubre del
2005) pueden llevar a una situación de emergencia en la región, que obligue a un diálogo
más sostenido y estable entre países y partes involucradas en todos los sectores de la
problemática regional.
Palabras clave
Amazonia – Región – Facilitación - Organización - Cooperación – Concertación –
Intercambio – Redes – Convocatoria - Congo
2
3. Facilitando las articulaciones en la Amazonia: bases para la coherencia
regional en un contexto de emergencia socio-ambiental
Vincent Brackelaire
Abordar el tema de la cooperación regional entre los países que dividen la Cuenca
Amazónica es complejo y polémico porque tiene relación con una gran diversidad de
actores y partes interesadas en múltiples sectores, cada uno con una perspectiva diferente y
porque representa iniciativas difíciles de evaluar fuera del largo plazo, y que su plus-valía,
fácilmente demostrada de manera teórica, no es fácil evaluarla de manera directa y
concreta1
.
El lugar que la Amazonía ocupa en la agenda global es siempre más importante, debido
paradójicamente a un cada vez más profundo deterioro de la región. En el ámbito de los
actuales grandes convenios internacionales relacionados con el medio ambiente del planeta,
se llega a destacar el papel específico de la región amazónica. Sin embargo, la Amazonia
no presenta hasta hoy como región un discurso homogéneo, coherente y compartido entre
todos sus actores y sectores de su población2
, pero tampoco un espacio de intercambio y
discusión para buscarlo y establecerlo; necesita acciones de facilitación para ello3
.
Desfases
Con relación a la Amazonia, observamos a lo largo de estos 15 últimos años un gran desfase
entre la importancia creciente que se ha ido otorgando a la región en el agenda internacional y
su baja capacidad organizativa para presentarse como región en el nivel global, así como para
enfrentar la depredación generalizada y responder a las demandas de desarrollo sostenible y
de conservación intra-regionales. Hay que reconocer que existen numerosas iniciativas
interesantes de desarrollo sostenible a lo largo y ancho de toda la cuenca, pero a las cuales
cuesta interligarse, salir de su carácter piloto y tener impacto político difundiendo sus
resultados a través de la región, por falta de estructura, de canales y de espacio regionales
para ello. De esta manera, las iniciativas siguen frágiles y a merced de las contradicciones de
las políticas públicas y de los mercados. El análisis de este desfase es importante para el
1
Las bases y referencias que utilizamos para este articulo son diversas misiones de trabajo realizadas estos
últimos años en cada uno de los países amazónicos, así como un acompañamiento de varios procesos de
cooperación a través de la cuenca amazónica desde 1990, lo que nos permite ayudar a sistematizar sus
problemas y tendencias con relación a su desarrollo sostenible. También consideramos los problemas de
cooperación regional con base en la observación de experiencias de cooperación en otras regiones del mundo
sobre estrategias institucionales relacionadas a bosques tropicales y sus poblaciones.
2
En inglés utilizaríamos el concepto de “stake holders” y en francés de “parties prenantes”, que resaltan más
el matiz de compromiso, de partes involucradas.
3
Utilizamos el concepto de facilitación con el sentido de intermediación y de estímulo.
3
4. destino de la Amazonia: la región amazónica ha sido un laboratorio organizativo desde la
preparación de la Conferencia de Río a inicios de los años 90, pero observamos pocos
resultados en el proceso organizativo amazónico a lo largo de estos 15 años ¿cuál es el
espacio institucional de referencia hoy para defender los intereses de los pueblos de la
región? ¿qué estructuras o espacios de concertación y de cooperación han sido establecidos
en ese sentido y de manera duradera?
De antemano, queremos señalar que hasta 2005 no existían tales figuras y que continua
haciendo falta un interlocutor regional con capacidad de convocatoria regional, lo que
complica seriamente el futuro de la región con relación a un desarrollo coherente, tanto hacia
dentro cómo en el ámbito de la agenda internacional.
¿Quién tiene a la vez la capacidad y la legitimidad necesarias para liderar la formulación de
una agenda amazónica y para dialogar con los organismos internacionales? Hay que
reconocer que el proceso organizativo amazónico no está a la altura de la importancia que se
da a nivel planetario a esta región tan peculiar y estratégica; si bien existen esfuerzos, están
lejos de corresponder al ritmo de degradación de la región, y cada año las cifras publicadas
sobre la amplitud del deterioro de la cuenca amazónica son más alarmantes4
.
La OTCA y los límites de la cooperación intergubernamental
La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y el tratado que la sustenta
son instrumentos institucionales básicos para la coherencia de la región, y muy importantes
porque constituyen el espacio que reúne e integra a los gobiernos. Sin embargo, esta
institución no resolverá sola los problemas de la región amazónica, no solo porque es
relativamente lenta y se encuentra bastante atrasada en sus propuestas y en sus posibilidades
operativas frente a la magnitud y al ritmo de depredación de la región5
, pero también porque
obviamente tiene límites en sus responsabilidades de organismo intergubernamental. La
OTCA no tiene, por ejemplo, responsabilidad institucional con relación a la sociedad civil,
fuera de establecer puentes con ella para consultarla.
A menudo constatamos una confusión entre la necesidad para la OTCA de construir puentes
de comunicación con la sociedad civil6
y el propio proceso organizativo regional de la
4
Consideramos un dato socio-ambiental y político relevante que, en el momento en que escribíamos estas
líneas la ultima semana de diciembre de 2005, la revista VEJA (la revista semanal más importante de Brasil
con un millón de ejemplares) anuncie como parte de la retrospectiva anual “O ano em que a Amazônia
começou a morrer” o “El año en que la Amazonía empezó a morir”.
5
Es posible tener una idea de lo que llamamos atraso de la cooperación intergubernamental amazónica
observando por una parte lo poco que el TCA ha sido capaz de realizar desde que fue creado en 1978, y por
otra parte el tamaño de la degradación y en particular la tasa de deforestación ocurrida desde aquella época a
través de la cuenca, y en incremento cada año. El impacto del Tratado ha sido muy bajo hasta hoy.
6
Para la construcción de mecanismos participativos, la OTCA tiene asesoría de la Unión Mundial para la
Naturaleza (UICN) y de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) desde Ecuador. La FFLA, en el marco
de las actividades de la Red Forestal Amazónica (RFA) que lidera, promueve también la institucionalización
de un diálogo regional con miras a propiciar posiciones comunes de los países amazónicos respecto al tema de
bosques en los escenarios internacionales y, principalmente, en el escenario del Foro Forestal de las Naciones
Unidas (UNFF).
4
5. sociedad civil amazónica que, frente al deterioro amazónico, se encuentra tan atrasada como
la construcción de la cooperación intergubernamental.
Durante el proceso de instalación de la Secretaría permanente de la OTCA en Brasilia en
2003, se observó un repentino impulso de las organizaciones de la sociedad civil hacia la
OTCA, pensando posiblemente que venía a salvarlas de su falta de organización regional, que
se estaba llenando un vacío organizativo y que la nueva OTCA iba a tener un papel de
“unificador” de todas las fuerzas en la región. No solamente no fue así (porque ese no es
exactamente su mandato), sino tampoco hasta hoy la sociedad civil ha sabido aprovechar del
estímulo que fue la revitalización de la OTCA para organizarse ella misma en torno a la
organización internacional.
El objetivo de la OTCA es crear puentes con la sociedad civil para tomar en cuenta sus
propuestas y experiencias, pero pensamos que no se irá más allá. Así lo expresa el espíritu del
Articulo 29 de la Declaración de Iquitos, producto de la IX Reunión de Ministros de
Relaciones Exteriores, realizada en noviembre de 2005, único articulo que aborda la sociedad
civil7
. Estos puentes son esenciales para los gobiernos y para la OTCA; sin ellos, la
organización estaría aislada y no tendría la legitimidad que necesita. Pero sobre todo, es
importante el nivel de consulta a las organizaciones de la sociedad civil que tienen
experiencia y que pueden ayudar en la formulación de propuestas de políticas y en la
implementación de programas técnicos, alimentando a la OTCA con toda la experiencia de la
sociedad civil en la región.
Además de mecanismos de consulta, estos puentes pueden también traducirse en asesoría
técnica que organizaciones de la sociedad civil puedan proporcionar a la OTCA. La
experiencia de la sociedad civil es por ejemplo esencial para apoyar la OTCA en la
construcción de su agenda de salud amazónica o su agenda indígena, así como en la
concepción de programas regionales como el sistema regional de áreas protegidas, etc.
Se entiende que existe una presión enorme sobre la Secretaría permanente, porque todo tiene
todavía que hacerse para facilitar la coherencia del desarrollo regional. Después del
electrochoque del TCA en la Secretaría pro tempore en Quito y en Lima con la extensa
cooperación internacional de la cual se benefició la región amazónica durante aquella época,
hubo entre 1997 y 2002 un gap técnico durante el cual se prepararon los textos y
compromisos formales que sustentan la nueva figura institucional de la OTCA pero que paró
los procesos de cooperación técnica adelantados previamente entre los países, en temas como
áreas protegidas, manejo de la biodiversidad, tierras indígenas, etc. En 2003, después de 25
años de lenta cooperación regional, basada esencialmente en discusiones políticas, el tratado
se vuelve un organismo internacional, instala una sede permanente en Brasilia y necesita
referencias para establecer programas concretos de cooperación entre sus países miembros.
7
“29. RECONOCEN la importancia de la participación ciudadana de los países de la región amazónica,
incluyendo a los pueblos indígenas y comunidades locales en los programas y proyectos de la OTCA,
SALUDAN las Consultas Nacionales que se llevaron a cabo en Quito – Ecuador y en La Paz – Bolivia; e
INVITAN a los demás Países Miembros a que realicen los respectivos encuentros que estimen convenientes.”
(OTCA, 2005).
5
6. Un ejemplo es la falta de una obra de referencia actualizada con datos básicos sobre lo que
representa la cuenca amazónica y sus poblaciones en 20058
, destacando las lecciones
aprendidas estos últimos años para el desarrollo y la conservación de la región. Por otra parte,
no existe entre los países amazónicos una base de datos sobre el estado de la región, su
deterioro en general y su deforestación en particular, por ejemplo un Sistema de Información
Geográfica regional que pudiera servir de referencia para comparar la situación forestal por
país, incluyendo áreas protegidas y tierras indígenas9
. Se espera que el llamado Proceso de
Tarapoto (sobre el uso de indicadores forestales comunes entre los países amazónicos),
liderado por la OTCA, sea un estímulo para organizar esta base de datos. La base para
apuntar a políticas regionales coherentes debe ser una fotografía clara del estado de la
situación socio-ambiental de la región. También falta establecer un inventario de las
iniciativas de desarrollo y de los actores relevantes en la Amazonía de cada país como
documento básico de referencia para la cooperación en la región10
.
La paradoja de la OTCA es crear expectativas para ofrecer un espacio siempre promisorio y
un potencial de cambio invocando un “cierto” grado de autonomía de su Secretaría con
relación a los gobiernos, cuando por otra parte la mayoría de los gobiernos que son sus
miembros están en graves crisis políticas e institucionales, y han decepcionado en la
implementación de sus políticas amazónicas internas, por ser superficiales, incoherentes y
contradictorias. Sin embargo, existe siempre la esperanza de que la acción de la
organización pueda tener un impacto en cada país, y que aquellos puentes que deben ser
construidos con la sociedad civil ayudarían a profundizarlo. Proyectos pasados del TCA
mostraron que existe un efecto de estímulo y competencia entre países que participan juntos
en una acción regional, y que un contexto así puede facilitar los impactos nacionales.
8
Actualización, por ejemplo, de la obra “Amazonia sin mitos” escrita por un grupo de especialistas
amazónicos (Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente, 1994).
9
Los websites de los organismos internacionales WRI, FAO, IUCN, WRM, CAN no presentan bases
comparativas coherentes entre ellas, no se refieren a los mismos indicadores, no enfocan la región amazónica
de manera específica
10
En la época de la Secretaría pro tempore del TCA en Lima, entre 1994 y 1996, se realizaron inventarios de
programas y proyectos en la Amazonia de cada país, con el fin de tener las referencias necesarias para poder
monitorear las situaciones de estas regiones, acompañarlas mejor, definiendo programas más adaptados. Esos
estudios constituyen interesantes referencias sobre la situación que existía en aquel momento: muestran como
cada región amazónica nacional estaba, al inicio de los años 90, fuera de cualquier acción planificada y
consolidada, con presencia institucional incipiente, atomizada y no coordinada. Sin embargo el contexto era
de “boom ambientalista”, bajo influencia todavía de Río 92. La mayoría de los países amazónicos estaban con
nuevas constituciones, nuevas leyes, nuevas políticas y creando las instituciones correspondientes, según
realidades diferentes. Muchos temas adquirían en corto tiempo una inusitada importancia. En estos
“inventarios" se siente la falta de información y la existencia de “cajas negras” en el sentido de falta de
experiencia, de resultados y de distancia; se siente en general una falta de formalización de las iniciativas y el
carácter piloto de todas ellas, la necesidad generalizada de tener que organizarse rápidamente en un contexto
cambiante, la poca presencia institucional del Estado, el lanzamiento de muchas tentativas de pequeños
proyectos puntuales, con poca coordinación general (Brackelaire V. 2006). Sería interesante actualizar estos
inventarios 10 años después y establecer el estado de la situación institucional de la región.
6
7. Siempre las experiencias o instituciones de cooperación regional han mostrado problemas
de institucionalización, de financiación, de organización, y una conclusión común: una
institución de cooperación regional no puede avanzar sola, sin plataforma de concertación y
de acción conjunta. Por esta razón, el futuro de la Amazonia depende también de las
capacidades que tienen las organizaciones de la sociedad civil de organizarse en nivel
regional. Si bien existe una gran plus-valía de avanzar conjuntamente en un ambiente de
concertación y cooperación, la condición es tener la capacidad de establecer mecanismos
institucionales apropiados para la cooperación, y evitar desperdiciar recursos, duplicar
esfuerzos, reinventar la rueda.
La sociedad civil amazónica y su falta de organización regional
Para evaluar las articulaciones de la sociedad civil amazónica, es necesario primero plantear
el contexto de la región y reconocer que, a pesar de la súbita importancia que se dio a la
Amazonia en la agenda internacional desde 1992, cada Estado considera su parte amazónica
como periferia, dejándola poco integrada a la nación, con un insuficiente interés económico
para pensar en figuras como un Merconorte o establecer cualquier movimiento más dinámico
de organización regional. En ese contexto, hay que constatar que la organización de la
sociedad civil en la región amazónica de cada país nunca fue fuerte (el ejemplo menos
negativo que se tiene es en Brasil donde se creó la red Grupo de Trabalho Amazónico) y que
nunca hubo una organización unificadora ni un proceso unificador de cooperación; esta
situación complica el establecimiento de un movimiento consolidado de cooperación a nivel
regional amazónico.
Si la dinámica de consolidación de la OTCA pasa por las relaciones que conseguirá
establecer con la sociedad civil (puentes, asesorías, etc) el proceso inverso también debe ser
considerado: la sociedad civil podría beneficiarse de los esfuerzos de la OTCA para
comenzar a organizarse; sin embargo, esta dinámica no es sistemática, debe ser estimulada,
facilitada, identificando y utilizando los mejores ejemplos de organización de la sociedad
civil en el ámbito regional amazónico.
La única amplia red de la sociedad civil institucionalizada a nivel regional es indígena. La
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) fue
creada en 1984 por los pueblos indígenas en el momento de creación de la Comisión
Especial de Asuntos Indígenas (CEAIA), espacio de discusión dentro del TCA de los
asuntos indígenas amazónicos. De esta manera, los pueblos indígenas amazónicos querían
constituirse en interlocutores organizados del Tratado. La COICA tiene su sede en Quito
(Ecuador) y funciona gracias a la importancia política que le dan las organizaciones
indígenas miembros, pero depende de la cooperación internacional. Una de sus principales
preocupaciones es asegurar la participación de los pueblos indígenas amazónicos en la
agenda internacional, con el objetivo de dar a conocer la voz indígena en los foros
internacionales y hacer respetar sus culturas en cada uno de los países amazónicos; con este
objetivo fue formulada por ejemplo una Agenda Indígena Amazónica. Cabe mencionar que
COICA ha vivido en 2005 una grave crisis de representatividad, en ocasión de su Séptimo
Congreso después de 20 años de existencia, y será necesario un tiempo para reconstituirse a
través de acuerdos entre las 9 organizaciones miembros (porque algunas de ellas, a su vez,
viven graves crisis internas).
7
8. Por otra parte, existen algunos importantes ejemplos de cooperación técnica en la región. Fue
demostrado a lo largo de estos 15 años que la cooperación regional con la sociedad civil solo
funciona cuando se basa en intereses reales y sobre temas concretos, hacia los cuales
convergen los intereses de las organizaciones. En este sentido, varios procesos nacionales y
regionales en curso en la cuenca amazónica pueden ayudar a construir una visión común para
el futuro de la región (y ser referencias o bases para la acción de la OTCA).
Entre los procesos nacionales listos para abrirse a la región, el más significativo es el
Programa Piloto para la Protección de las Florestas Tropicales de Brasil (PPG7),
actualmente en evaluación después de quince años de esfuerzos a lo largo de la Amazonia
brasileña, y con una serie de procedimientos de trabajo y de resultados que podrían ser
replicados en los países vecinos, porque reúne las instancias gubernamentales, la sociedad
civil y la cooperación internacional para tratar de conservar y desarrollar de manera
sostenible las zonas de bosque tropical del país, y que ya demuestra resultados, enseñanzas
y lecciones que pueden ser compartidas con países vecinos. Lo que nos interesa aquí es que
uno de los grandes logros de este programa nacional brasileño fue conseguir el
establecimiento del Grupo de Trabalho Amazónico (GTA), una amplia red de la sociedad
civil (con más de 400 miembros, entre organizaciones no gubernamentales y asociaciones
de productores) que actúa como interlocutor permanente para la implementación de las
acciones.
En la región amazónica, ampliar la escala del desarrollo después de más de una década de
experiencias piloto, como lo propone el PPG7 y muchas ONGs, pasa por la dificultad de
colaborar a través de las fronteras para favorecer la coherencia del desarrollo regional
amazónico, así como la mejor difusión posible de las experiencias positivas. De esta manera,
alrededor del año 2000, se constituyeron algunas redes sub-regionales que representan un
nivel concreto y manejable de cooperación amazónica y transfronteriza, con miras
ulteriormente al establecimiento de propuestas regionales. Algunos de estos casos ya tienen
bases históricas de varios años pero no han dejado el estado experimental o el nivel de
reuniones preliminares a la constitución de instrumentos o acciones de cooperación regional;
es decir que se ha ido generalmente más allá de la declaración de buenas intenciones,
realizando encuentros y discusiones, pero todavía no se ha conseguido implementar nada en
conjunto.
A pesar de los límites mencionados, hay que reconocer el valor de cada uno de los cinco
procesos que presentamos a continuación, ya que necesitaron años para llegar a establecer
articulaciones institucionales, y que hoy representan fuerzas incipientes en el nivel
panamazónico:
La iniciativa “MAP” en el Suroeste amazónico constituye desde su creación en 2000 un
“espacio de encuentro” entre el departamento de Madre de Dios (Perú), el Estado de Acre
(Brasil) y el departamento de Pando (Bolivia). El objetivo de esta iniciativa transfronteriza
que reúne ONGs, organizaciones académicas, organizaciones indígenas y organizaciones de
los Estados, es preparar a las poblaciones de la región frente al impacto que será causado por
la pavimentación a partir de 2006 de la carretera transoceánica que ligará la región con los
puertos del Pacífico en el ámbito del plan IIRSA (Iniciativa para la Integración de la
8
9. Infraestructura Regional de América del Sur). La estrategia del MAP es de ofrecer educación
y capacitación a la población para adaptarse mejor a la situación, y de manera integrada en
los tres países de la “región MAP”.
La iniciativa CANOA (Cooperación y Alianza en el Norte y Oeste de la Cuenca
Amazónica) en el Noroeste amazónico es una alianza entre organizaciones no
gubernamentales e indígenas de Colombia, Brasil y Venezuela para desarrollar estrategias
conjuntas y promover la coherencia del desarrollo en esa parte de la cuenca y en particular
a lo largo de las fronteras entre los tres países. Con el continuum de áreas protegidas y
tierras indígenas que existen en la región de fronteras entre los tres países, están
establecidas bases concretas para un sistema de conservación bajo la forma de un amplio
corredor transfronterizo. CANOA busca que este corredor de preservación sea manejado de
acuerdo a la realidad socio-ambiental de la región, con base en los procesos y experiencias
locales y buscando que las políticas de cada país tengan armonía. RedSiama constituye el
brazo de salud dentro de la alianza y busca promover una política de salud adaptada a las
necesidades de la región.
Existe el caso del programa socio-ambiental entre organizaciones no gubernamentales e
indígenas de Brasil y Perú en la región de la Sierra del Divisor que busca facilitar la
creación y el manejo del Parque Nacional Sierra del Divisor en Perú que colindaría
con el Parque Nacional Serra do Divisor en Brasil, conectando dos áreas protegidas
con muy altos niveles de diversidad biológica y algunos pueblos aislados, mejorando
la comunicación y la planificación de la conservación entre las fronteras. Esta iniciativa
promueve acciones promisorias para la protección de la frontera Acre-Ucayali como la
creación del Grupo de Trabalho (GT) para Proteção Transfronteiriça da Serra do Divisor e
Alto Juruá – Brasil/Peru que fue establecido en 2005 reuniendo organizaciones indígenas y
de la sociedad civil, órganos de los gobiernos centrales y locales y prefecturas municipales de
los dos países en un proceso de diálogo y de intercambio de experiencias en la frontera, a
partir de la evaluación de las políticas de desarrollo e integración en curso en esta región.
La Bolsa Amazonia con sede principal en Belém (Brasil) y sedes locales en Ecuador,
Bolivia y Colombia, constituye una de las primeras iniciativas regionales de la sociedad
civil. A pesar de estar todavía en fase experimental y de consolidación, se puede decir que
se trata de la iniciativa panamazónica actual más significativa y efectiva por el grado de
organización regional alcanzado y de acciones realizadas. Su objetivo es promover los
intercambios para mejorar, a través de la cuenca amazónica, las cadenas productivas y
poder presentar a los mercados productos amazónicos sostenibles.
El ejemplo más reciente de establecimiento de espacios regionales es la creación a finales de
2005 de la alianza entre organizaciones de los países amazónicos donde todavía existen
pueblos indígenas aislados, con miras a implementar estrategias para su protección.
Los encuentros y espacios de intercambio que son organizados periódicamente en el ámbito
de cada una de estas iniciativas muestran la concentración de capacidades, experiencias y
lecciones aprendidas que comienzan a difundirse de manera transfronteriza y subregional,
en varios lugares de la cuenca amazónica. Es interesante constatar que la mayoría de las
9
10. organizaciones involucradas en estos procesos son ONGs de tipo socio-ambiental y
organizaciones indígenas, y que ofrecen toda una serie de competencias y referencias, como
proyectos piloto, sistema de información socio-ambiental, sistema de información
mercadológico, mecanismos de articulación con empresas privadas, sistema de
capacitación, acompañamiento de los derechos de las poblaciones indígenas, etc. Por otra
parte, también vemos que el esfuerzo es incipiente y que la inmensa región sigue muy
fragmentada con relación a la cooperación amazónica. Es aquí, donde todavía es necesario
solucionar la falta de difusión y de diseminación de resultados y enseñanzas, la falta de
estrategias de scaling up, la falta de coherencia dentro de las políticas nacionales y entre las
políticas en la región, la ausencia de un espacio básico de intercambio, la inexistencia de
canales específicos de captación de cooperación internacional para la región.
No olvidaremos las Jornadas Amazónicas Internacionales organizadas a partir del Ecuador
y que, en sus diferentes ediciones a inicios de los años 90, constituyeron un primer esfuerzo
en este sentido, comenzando a dinamizar la sociedad civil de la región amazónica,
reuniendo especialistas de todos los países amazónicos, justo en el momento de arranque de
la sede del TCA en el Ecuador, la cual supo recoger las propuestas de las Jornadas y
plasmarlas en los primeros proyectos regionales piloto.
En el contexto actual, entre los espacios con más potencial de reunir actores relevantes y
mantener viva la comunicación regional, construyendo un dinamismo regional, está el
ejemplo del Ecuador que organizó en 2005 el Encuentro Regional Amazónico preparatorio
para la IV Sesión del Foro de Naciones Unidas sobre Bosques.
Es necesario pensar qué tipo de mecanismo facilitaría la aglomeración de todas esas
experiencias existentes y su articulación en el ámbito de una propuesta de política amazónica.
No solamente es indispensable para conformar una OTCA que tenga como base la realidad
de los procesos en curso, sino también para la coherencia de las acciones de la propia
sociedad civil a través de la cuenca amazónica.
La cuenca del Congo es una referencia para la cuenca del Amazonas
Para estimular la consolidación de la cooperación amazónica, y en particular de la sociedad
civil, es interesante observar los procesos en curso en la cuenca del Congo, la segunda
región de bosques tropicales del planeta después de la Amazonia, compartida ella también
por nueve países que supieron, a pesar de sus graves conflictos internos, hacer funcionar
espacios concretos de discusión y concertación entre los actores de toda la región.
Tuvimos la oportunidad de evaluar el funcionamiento de la Conferencia de los Ecosistemas
de Bosques Húmedos del África Central (CEFDHAC) que, con la ayuda de la Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN), reúne cada dos años desde 1996 a todas las partes
involucradas en el manejo de los bosques del África Central (ministerios a cargo de los
bosques, parlamentarios, organizaciones de la sociedad civil, sector privado, representantes
de los pueblos autóctonos, instituciones de investigación, asociaciones de productores, etc).
La base del funcionamiento de esta instancia y su lado más positivo es que todas las partes
son iguales y pueden expresarse de la misma manera. El concepto de Conferencia es en este
caso muy apropiado, porque significa una plataforma de concertación sobre políticas,
10
11. articulando las partes que la constituyen (es decir grupos y estructuras que ya existen) bajo
la forma de un amplio proceso de trabajo regional.
En 1999, el Banco Mundial organizó en la Amazonia una visita de altos funcionarios
encargados de los bosques de África Central. Esta delegación observó esencialmente
ejemplos a no seguir para la construcción de la cooperación regional en beneficio de los
bosques tropicales y sus poblaciones: tratado regional con sede pro tempore, región
institucionalmente fragmentada, falta de espacio de concertación regional, etc. Desde
entonces, organizaron y consolidaron la CEFDHAC para ser un espacio de concertación e
intercambio de experiencias abierto a todos los actores que intervienen en el ámbito forestal
en la región para favorecer el manejo sostenible entre todos (Estados y poblaciones) de la
cuenca del Congo. Las ideas y los productos que salen de este foro son dirigidos a las
autoridades políticas relacionadas con las cuestiones ambientales y forestales en todo
África Central y son tomadas en cuenta para las decisiones. De esta manera, la CEFDHAC
busca la coherencia entre las intervenciones en los ecosistemas forestales de la región,
colocando a disposición de los ministros encargados, los cuales se reúnen en el ámbito de la
Conferencia de Ministros a cargo de los Bosques de África Central (COMIFAC), la
información técnica básica para sus decisiones, proponiendo iniciativas regionales
innovadoras y ayudando a su diseminación y replicabilidad, acompañando los procesos.
En el caso de la CEFDHAC, hay dos aspectos esenciales para la cooperación amazónica:
primero, esta instancia tiene “poder de convocatoria” regional que alcanza a todas las partes
involucradas en los procesos nacionales y regionales que tienen que ver con los bosques de
la región y sus poblaciones, algo que no se ha conseguido todavía en la cuenca amazónica;
segundo, hubiese sido muy difícil establecer la CEFDHAC y manejarla hasta hoy sin el
apoyo y leadership de la UICN.
El papel de la UICN fue hasta hoy el de facilitador (llamado oficialmente de agencia
facilitadora) pero evolucionó solidificándose con la tendencia a institucionalizarse como
Secretaría de la CEFDHAC, lo que al mismo tiempo, le daba una estabilidad y encauzaba la
iniciativa en un camino institucional que no todas las partes deseaban.
Facilitación para construir una cooperación amazónica coherente
Si el contexto amazónico no ha permitido hasta hoy el establecimiento en la región de una
organización unificadora entre todas las partes involucradas en el desarrollo amazónico, y ni
siquiera un espacio estable de intercambio regional, a pesar de toda la importancia que se da a
la Amazonia como región en la agenda internacional, ciertas iniciativas locales (generalmente
de la sociedad civil, pero también gubernamentales como el PPG7 en el caso de Brasil) que
se pueden observar en cada país amazónico van expandiéndose a través de algunas fronteras
haciendo funcionar procesos subregionales y transfronterizos de cooperación cuyos
resultados son más concretos y evaluables, y que hoy constituyen espacios de diálogo y
cooperación sub-regional, y bases importantes para crear un espacio de intercambio y
cooperación regional. Por otra parte, ciertos foros tienen un papel unificador importante a
pesar de haber sido puntuales hasta hoy. El proceso de la cuenca del Congo es interesante
para la cuenca amazónica porque surgió gracias a la facilitación de algunos actores externos
11
12. (entre instituciones como el Banco Mundial y la UICN, y personas que las acompañaban)
que, en un momento dado de conjunción, empujaron a su establecimiento.
Es probable que esta situación de facilitación se reproduzca en el caso de la cuenca
amazónica, en particular porque el ritmo de degradación del bosque amazónico esta tomando
proporciones nunca alcanzadas, y que ciertos fenómenos (como la sequía de los ríos en la
Amazonia brasileña en octubre de 2005) pueden llevar a una situación de emergencia en la
región, que obligue a un diálogo más sostenido y estable entre países y partes involucradas en
todos los sectores de la problemática regional. Ninguna instancia en la región amazónica ha
demostrado un poder de convocatoria, reuniendo con continuidad gobiernos y sectores de la
sociedad civil, así como existe en la cuenca del Congo, con la ayuda de la UICN.
A través de la cuenca amazónica no hay quien convoque de manera amplia. A pesar de todo
lo realizado hasta hoy en los países amazónicos para su desarrollo sostenible, a pesar de la
cantidad de proyectos implementados en todas partes de la región, constituyendo una gran
“experiencia amazónica”, la Amazonia sigue fragmentada como región y no cuenta con un
amplio espacio de coordinación entre actores.
Sin articulación entre las iniciativas regionales se reducen las posibilidades de impacto
sobre la formulación de políticas nacionales y sobre la construcción de una visión política
regional. Sin embargo, falta claridad sobre el interés político, técnico y financiero, de cada
actor con relación a una propuesta regional. Observamos que hasta hoy los actores
regionales solo han demostrado interés en resolver los problemas de sus propias redes
locales o sub-regionales, y no de integrar cualquier tipo de figura y propuesta regional.
Existe también una perdida de confianza en foros y reuniones regionales demasiado
amplios, ya que siempre sus impactos fueron limitados.
Es necesario encontrar un mecanismo para acompañar las experiencias existentes, y una
formula para articularlas. No solamente para conformar una OTCA que base su accionar en
la realidad de los procesos en curso, sino también para la coherencia de las acciones de la
propia sociedad civil que se implementan a través de la cuenca amazónica y su impacto en
las políticas amazónicas. La OTCA constituye una referencia muy importante para la
región, y además es la única fuerza institucional que considera el conjunto de la región. Su
propuesta de alianza con la UICN11
es interesante; sin embargo, su límite institucional es
ser solamente intergubernamental, lo que complica su capacidad de legitimidad y de
liderazgo ante los otros sectores de la sociedad amazónica, en particular en un momento de
crítica de las políticas amazónicas en cada país. Hay que reconocer que el sentido de
urgencia, de emergencia, de presión, de estímulo, de liderazgo, que tanto necesita la región
amazónica, ha sido siempre más explicito entre la sociedad civil que entre los gobiernos.
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“... la OTCA en alianza con la UICN, planea formular una iniciativa orientada a promover la cooperación
entre los diferentes actores nacionales (gubernamentales y no gubernamentales) y la cooperación
internacional, así como construir sinergias entre las diferentes agendas e intereses sectoriales en Amazonia. El
objetivo de la iniciativa será organizar un amplio proceso regional amazónico de dialogo y planificación
estratégica participativa para generar un agenda común de sostenibilidad amazónica y una estrategia de
desarrollo sostenible para la Amazonia. Con ello, se espera fortalecer el liderazgo de la OTCA y de las
Comisiones Nacionales Permanentes frente al universo de actores públicos y privados que intervienen en la
Amazonia y promover acciones conjuntas con esos actores en el marco del presente Plan Estratégico.”
(OTCA, 2004:73).
12
13. Pensamos que el encuentro entre todas las partes involucradas deberá darse más allá de la
OTCA, con la facilitación, entre otros, de la UICN que de alguna manera constituye una
institución idónea para ello ya que es la única que tiene como miembros a todos los sectores
de la sociedad, y que puede utilizar las interesantes lecciones de la experiencia africana.
Esperamos que este artículo sobre la facilitación amazónica constituya él mismo un
elemento de facilitación en este gran proceso de construcción amazónica que debería
desembocar en un espacio amplio de intercambio y de decisiones estratégicas cuando aún
es tiempo para salvar muchas cosas.
Bibliografía
Brackelaire, Vincent, 2003, “Una visión regional para la Amazonia: ¿quién construye la
región?” en Iniciativa Amazónica, No. 7, – ALDHU, Quito, p. 9-15.
Brackelaire, Vincent, 2006, Inventario de las iniciativas socioambientales en el Noroeste
amazónico (Brasil, Colombia, Venezuela), Fundación Gaia Amazonas, Bogotá.
Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente, 1994, Amazonia sin mitos,
Editorial Oveja Negra, Bogotá.
Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), 2004, Plan Estratégico
2004 – 2012, Brasília.
Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), 2005, Declaración de
Iquitos, Brasília.
Programa Pobreza y Medioambiente en la Amazonia de la Universidad Federal de Pará
(POEMA), 1996, Desarrollo y conservación: inventario y análisis de proyectos, SPT-TCA,
Lima.
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