El documento discute los efectos negativos del uso excesivo de la tecnología en los niños y adolescentes. Señala que la dependencia de dispositivos electrónicos puede interferir con el desarrollo cognitivo de los niños y con su capacidad de atención. También puede afectar la salud mental de los adolescentes y dificultar el desarrollo de sus habilidades sociales. El documento concluye que es responsabilidad de padres, educadores y empresas tecnológicas promover un uso equilibrado y saludable de la tecnología