Las personas pasivas generalmente no expresan sus sentimientos o necesidades y tienden a ceder ante los demás, mostrando falta de contacto visual, mala postura y dificultad para decir que no. Esto puede conducir a malentendidos y resentimientos debido a su falta de comunicación directa para evitar confrontaciones. También les resulta difícil expresar sus necesidades y sostener sus creencias por temor a provocar conflictos.