El ballet nació en Italia pero alcanzó su máxima expresión en Francia durante el Renacimiento. Se considera una de las artes escénicas y requiere técnicas como la concentración, flexibilidad y coordinación. Algunos pasos básicos incluyen batir las piernas, girar en el aire y cambiar la posición de las piernas. Principios como la alineación, rotación, distribución del peso y equilibrio son fundamentales en el ballet.