Existen tres tipos principales de benchmarking: competitivo, interno y funcional. El objetivo común es ayudar a los gerentes a aprender de la competencia u otros sectores. El benchmarking competitivo compara la empresa con sus competidores directos, el interno se realiza dentro de la misma empresa entre departamentos, y el funcional identifica las mejores prácticas de cualquier empresa excelente en un área particular sin ser un competidor directo.