Armas y biodiversidad marcan la nueva era de la relación México-Alemania. Subrogadoslos principales núcleos de biodiversidad, con Montes Azules a la cabeza, y los servicios de sus ecosistemas en los corredores industriales del Golfo de México
Theresa Richter y Juan Ignacio Domínguez
Inteligencia estrategica en la solucion del problema de desechos solidos en C...
Biodiversidad y armas, la cara oculta de la relación México-Alemania
1. Biodiversidad y armas, la cara oculta de la relación México-
Alemania
diciembre 4, 2016
Armas y biodiversidad marcan la nueva era de la relación México-
Alemania. Subrogadoslos principales núcleos de biodiversidad, con
Montes Azules a la cabeza, y los servicios de sus ecosistemas en los
corredores industriales del Golfo de México
Theresa Richter y Juan Ignacio Domínguez
En medio de la Decimoprimera Conferencia de las Partes (COP13) del
Convenio sobre la Diversidad Biológica –inaugurada en Cancún,
Quintana Roo, el pasado 28 de noviembre y que concluirá el próximo 17
de diciembre–, México confirma su realineamiento hacia un nuevo polo
hegemónico emergente: Alemania.
La cumbre mundial sobre biodiversidad que actualmente se lleva a cabo
en el suroeste de México reúne a más de 10 mil participantes, entre
2. representantes de los países parte, países observadores, organizaciones
internacionales y otros interesados. Se negocian acuerdos y
compromisos para impulsar, por un lado, la conservación de la
biodiversidad, y, por el otro, su llamado “uso sustentable”, es decir, su
comercialización bajo las reglas del libre mercado y de la propiedad
intelectual.
Es también una pasarela para presentar a la “gendarmería ambiental”,
como un instrumento del gobierno de Enrique Peña Nieto para preservar
las áreas naturales de valor internacional y su ampliación, ahí donde
mutuamente se pacte con los alemanes.
Lo que no se cuestionará, sin embargo, son las implicaciones de este
nuevo cuerpo armado en territorios indígenas y zapatistas y la presencia
de representantes del gobierno alemán en las comunidades recogiendo,
con la asistencia de funcionarios mexicanos y redes de investigación, la
sabiduría de los pueblos acerca de las propiedades de miles de especies
de uso industrial para la nueva economía verde.
Todo ha sido posible gracias a los acuerdos firmados entre, primero, el
gobierno de Felipe Calderón y, luego, el de Enrique Peña Nieto, con el
conservador de Angela Merkel y su aliado de coalición, el partido
socialdemócrata. Las instituciones encargadas de desarrollar estos
“programas” son, por parte de México, la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y, por parte de
Alemania, la Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ,
Agencia para la Cooperación Internacional).
La historia inicia con el cambio de gobierno en Alemania (noviembre
2005) y su apoyo a la continuidad de su aliado neoliberal en México por
entonces en riesgo. Este apoyo se expresa en el descongelamiento de
las restricciones de venta de armas a México. Lo sorprendente es que
una de las entidades federativas que más armas ligeras alemanas recibe
en el primer trienio de Calderón es Chiapas, más de 500, sólo después
3. de Chihuahua y Guerrero, y donde formalmente el narcotráfico no
representa un problema serio. En contraste, a Sinaloa, la base del
narcotraficante más buscado en el mundo, se entregan sólo 10.
El arribo de los alemanes
El súbito ascenso global, en casi todos los sectores de “competencia” de
la marca Made in Germany no tardó en llegar a México. Luego de la
contracción económica de las potencias neoliberales, se abrió un enorme
hueco de oportunidad, comercial y hegemónico “emergente”, que
aprovechó la única potencia sobreviviente, la única no desregulada:
Alemania. De nada importó que no estuviera preparada. Instintiva, se
abalanzó sobre la presa como sólo ella sabe hacerlo: en una acción
relámpago. Una decisión de gran temeridad, sin duda, pero inexorable
para un tenaz aspirante a Júpiter Capitolino.
4. El boom exportador de la industria alemana, produciendo al ciento por
ciento a partir de 2010, nutrió de manera creciente los fondos fiscales
de su agenda de cooperación (es decir, de su política expansionista),
desembarazada ya del paraguas de su socio comunitario: la Unión
Europea.
Así fue como México se convirtió, de la noche a la mañana, en su plaza
predilecta: ser el puente top del libre comercio hacia el mercado número
1 del mundo y, segundo, plataforma territorial depósito de la cuarta
biodiversidad global.
La crisis en el precio de los commodities (iniciada en 2014) causada, en
parte, por los planes desestabilizadores de la administración de Obama
contra Moscú y sus aliados (que relegaban los intereses de su vecino a
un plano secundario) y el pánico provocado por el ascenso de Trump,
llevarían al régimen político mexicano a declarar su vasallaje a Berlín a
inicios de la primavera de ese año.
Las noticias de la nueva relación México-Alemania aparecen desde 2008,
pero tal relación inicia un poco antes y bajo otros auspicios: los de las
armas. Pocos momentos marcarán el derrotero de esta relación como el
viraje alemán ocurrido en diciembre del 2005 con la llegada de un nuevo
gobierno (ver infografías 1 y 2).
Es importante señalar que, tras alzarse con la victoria en las elecciones
generales de 2008, la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU,
por su sigla en alemán) da un giro a la política restrictiva en la
exportación de armas mantenida por la coalición anterior
(socialdemócrata-Alianza 90/Los Verdes). El 15 de diciembre de ese
año, el nuevo titular del Ministerio de Exteriores revierte la decisión de
su antecesor de no autorizar la venta de fusiles G36 al gobierno de
México. Se trata de Frank-Walter Steinmeier, próximo presidente de
Alemania (asumirá en marzo 2017) y no es un conservador. Es miembro
5. del partido minoritario en la nueva coalición: el socialdemócrata,
mayoritario en la anterior que gobernó de 1998 a 2005.
El giro inaugurado con el caso México se convertirá en el mayor
escándalo de venta de armas en la historia de Alemania. JürgenGrässlin,
demandante legal de Heckler& Koch (también conocida por su sigla HK y
proveedora de los rifles G36 a entidades prohibidas en México), lo
sintetizó así: “México era un experimento del gobierno alemán para la
exportación de armas en todo el mundo; porque durante todas las
décadas anteriores la venta no se permitió (…). México fue una nueva
forma de exportar armas” (Sputnik, 16 de mayo de 2015).
6. Un componente clave en esta aventura lo constituyó la contraparte
política predilecta del nuevo gobierno alemán, su par demócrata
cristiano en México: el Partido Acción Nacional (PAN). La extinta
República Democrática Alemana y el Partido Revolucionario Institucional
(PRI) eran parte de un pasado que no debería resurgir, mucho menos su
versión de izquierda popular y antisistémica, representada en 2005, por
la candidatura a la Presidencia de un desafiante Andrés Manuel López
Obrador.
Las palabras expresadas por la empresa HK al Ministerio de Economía
alemán el 22 de octubre de 2005 confirman esta línea contrainsurgente:
“Quisiéramos también informarle, que a la Dirección General de
Industria Militar le urge este pedido [el mexicano] porque la fecha de
entrega planeada fue el 15 de septiembre”. Es decir, el gobierno
demócrata cristiano-panista había pensado utilizar los rifles en la parada
militar del día siguiente para intimidar a la población local, que ya
sumaba contingentes a la insurrección cívica convocada por el candidato
de la izquierda para enfrentar los intentos de fraude electoral,
finalmente consumados. Simultáneo, la fundación Konrad Adenauer
(brazo de la CDU), iniciará la desestabilización del gobierno socialista de
Venezuela.
En los años siguientes (2006-2007), en el marco de esa insurgencia en
la capital del país y de otras ciudades más, el gobierno demócrata
cristiano-socialdemócrata de Alemania autorizará a HK la venta de más
de 10 mil rifles G36 al gobierno panista, en una facturación que
multiplicará por 20 en tan sólo 2 años (ver gráfica 3). Chiapas primero
(diciembre de 2005) y Guerrero después (agosto de 2007), serán
entidades incluidas en la lista de destinos prohibidos. Ninguno se
respetará. Según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) obtenido mediante un requerimiento ciudadano, durante el
periodo 2006-2009 (trienio en el cual el PAN se convirtió en la primera
fuerza política en el Congreso con más del 40 por ciento de los escaños),
Guerrero se convirtió en el segundo estado con más fusiles G36
7. entregados y Chiapas en el tercero, sumando sólo ambos el 25 por
ciento del total de armas repartidas entre 28 entidades de la República.
El caso Chiapas es el más elocuente pues el gobierno nunca alegó
problemas de narcotráfico. En contraste, esta entidad contaba con dos
características que obsesionaban al cuestionado presidente Calderón: la
gran biodiversidad de su Reserva Montes Azules, en cuyas márgenes
cebaría su primer decreto expropiatorio (8 de mayo 2007), y que las
tierras de su poligonal fueran la base histórica de la guerrilla zapatista.
Un movimiento social organizado rápidamente en la zona impedió,
finalmente, su ejecución. En la cumbre climática de 2010 –también
celebrada en Cancún–, Calderón centra su discurso “Arboles y estrellas”
en describir las maravillas de esa reserva, y durante toda su
administración viaja frecuentemente a su porción sureste (la estación
Chajul, administrada por Natura Mexicana, de Julia Carabias) para
mostrar su belleza a otros jefes de Estados afines.
8. En julio de 2011, Guido Westerwelle, el ministro de Exteriores alemán y
confidente de la canciller alemana, Angela Merkel, viaja a esa reserva. El
30 de agosto la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) anuncia la firma de un proyecto alemán de aprovechamiento
de la biodiversidad mexicana y de sus recursos genéticos; y de manera
simultánea, en Oaxaca, el secretario de Marina bota el buque de guerra
más grande, el “Montes Azules”.
Pare el 23 de noviembre de ese año, se firma en Bonn, Alemania, el
acuerdo marco de ese proyecto y Calderón abandera al “Montes Azules”.
El tiempo abonará a una solución represiva. El pasado 15 de abril, a
menos de 48 horas de haber pactado Enrique Peña Nieto en Berlín la
entrega del patrimonio biocultural del país, la Semarnat y la Comisión
Nacional de Seguridad anuncian la creación de la Gendarmería
Ambiental y su ingreso a Montes Azules en diciembre, en el marco,
aclaran, de la cumbre mundial de biodiversidad que se celebra Cancún
en estos momentos.
El 23 de junio la Semarnat anuncia que el gobierno de México
“compartirá en la COP 13 los resultados de la cooperación con
Alemania”.
9. Pero hay algo más. El 1 de agosto de este 2006, la empresa alemana
armamentista HK solicita autorización de exportación de partes de rifles
G36 para el gobierno de Chiapas (1 mil 500 asas y 4 mil 300 cargadores
para rifles G36, entre otras). La empresa comunicaría semanas después
que se trató de un error de su cliente haber incluido a Chiapas (vetada
como destino), aunque años más tarde su “cliente” confirmará el envío
de los rifles. Más allá de que ambos mintieron, son confusos los reportes
de la Sedena porque un asa corresponde a un rifle, ¿fueron 561 o 1 mil
500? ¿Preparaba acaso Calderón, a través de la policía de Chiapas, una
acción de guerra contra las comunidades de la selva en posesión de la
biodiversidad que él más estimaba y a partir del 2008 comprometió
formalmente con el gobierno alemán? No lo sabemos, salvo que el
narcotráfico nunca fue la excusa.
En ese contexto de mentiras pero intereses “compartidos”, no
sorprende, tampoco que el incumplimiento de la exportadora de los
rifles G36 y de su cliente (la Sedena) de no destinarlos al estado de
Chiapas, no le preocupe al gobierno de Alemania. Es cierto que viola una
prohibición expresa dictada por él, pero también lo es que esa violación
10. sirve a sus intereses estratégicos sobre este territorio, sobre su “gran
biodiversidad”.
La torva excepción que confirma esta ruta de uso político como uno de
los motivos (¿de complicidad bilateral?) detrás de la compra de rifles
G36 a Alemania, emerge por un flanco insospechado: el propio
narcotráfico. La pista, el dato para el estado de Sinaloa en el informe
citado de la Sedena: 10 rifles (sólo Tlaxcala recibiría menos); y para un
destino prohibido, como Chiapas, declarado además libre de narcotráfico
¡561!
Diez rifles a la policía local en la entidad base del cártel de drogas mejor
armado del país y sin desplegar al Ejército sólo podría atribuirse a un
error contable, a menos que ese número hubiera constituido un
“mensaje”. Nada raro para un presidente fetichista que nombra a un
buque de guerra con el nombre de su reserva favorita y lo abandera el
día en que se firma en Bonn, Alemania, la entrega del patrimonio
biocultural del país a su socio político.
En 2010 se desatapa parte del mugrero. Un empleado de Heckler& Koch
revela el envío de fusiles G36 a entidades federales en México
prohibidas y el entrenamiento en su uso (llevado a cabo por él en Jalisco
y en Guerrero). Ante la presión de los medios y la radicación de la causa
en un tribunal de Stuttgart, el gobierno de Alemania se ve obligado a
negar nuevas autorizaciones al gobierno de México para el envío de más
armas portátiles. El impacto internacional de los sucesos en Iguala,
Guerrero, en septiembre de 2014, consolidará esta restricción. Pero
ambos gobiernos sólo aguardan a que el temporal amaine para dar
vuelta a la página. En el marco de un enfriamiento en la prensa
internacional del caso México y la creciente importancia para Alemania
de esta plaza, las restricciones para el suministro de armas
convencionales son hechas a un lado. El pasado 5 de julio el diario Der
Spiegel informa sobre la autorización dada por el Consejo Federal de
Seguridad de Alemania para la exportación de armas a ocho países,
11. entre ellos México. Se trata de 1 mil 467 armas antitanque. La empresa
alemana Dynamit Nobel Defence será la proveedora, informa semanas
después el portal alemán augengeradeaus.net.
La compra de estos artefactos se da en el marco de fundadas
proyecciones adversas para las finanzas públicas y la economía en
general pero también de preparativos a las presidenciales. El monto de
esta operación implica un desembolso histórico tratándose de armas
provenientes de Alemania, sólo superado por el del arsenal adquirido en
2007 (infografía 3). ¿Un costoso equipo de fuego concentrado de última
generación a las puertas de una crisis de proporciones en un año
preelectoral?, ¿o tal vez por eso mismo? El uso represivo de las armas
alemanas en movimientos sociales es una circunstancia demostrada en
la que se mal disimula la mano del proveedor y hasta la de su gobierno.
Este aprovisionamiento de armas alemanas por motivos políticos no es
coyuntural sino consistente con momentos de inflexión en la estabilidad
12. y permanencia del grupo político en turno. Las crestas y valles
observados en las sumas consignadas en los informes de exportación
del Ministerio de Economía (infografía 6) coinciden, puntualmente, con
esas coyunturas y también, por cierto, con la disposición o resistencia
del gobierno alemán a autorizar esos envíos (el parteaguas de 2005).
Tres ejemplos para las últimas cuatro administraciones resultan
inequívocos. El año de la caída del PRI (2000, Zedillo), el gobierno de
Alemania (coalición socialdemócrata-Alianza 90/Los Verdes) rechazó un
pedido de armas por un monto de 415 mil 182 euros, lo que hizo caer la
facturación de armas provenientes de ese país a menos de 60 mil euros
ese año y, en alguna manera, contribuyó a una transición pacífica en el
cambio de gobierno. Para 2006 y 2007, en medio de fuertes protestas
sociales que pusieron en riesgo la continuidad del PAN en el poder,
incluso la permanencia del modelo económico neoliberal, el gobierno
afín de Alemania despacha como colación navideña más de 10 mil rifles
y otro tanto de pistolas a su socio demócrata cristiano en apuros, que
destina más del 50 por ciento de las piezas, con tolerante conocimiento
de su contraparte, a entidades federales prohibidas. Subrogado en las
complicidades de la administración anterior y de su tobogán
armamentista, el “nuevo” gobierno priísta marca su impronta con una
facturación anual creciente y un nuevo perfil armado.
13. Subrogación de Montes Azules
En los “Informes del gobierno federal de su política de exportación para
bienes armados convencionales”, publicados en el portal del Ministerio
de Economía de Alemania, correspondientes a las solicitudes, rechazos y
autorizaciones otorgadas en los últimos 9 años y medio (de 2007 al
primer semestre de 2016), para México se lee algo nuevo. Se trata de
material y equipo autorizado, entre el 2012 y el 2015, para diversas
categorías relacionadas ya no con armas convencionales sino con
sustancias, partículas, rayos y ondas de alta energía y en montos con
tendencia creciente. La marca del general colombiano Oscar Naranjo
Trujillo, experto en contrainsurgencia y guerra electrónica, es patente
en este nuevo perfil. Pero estas autorizaciones también coinciden con el
periodo en el que el gobierno alemán restringió las autorizaciones para
el suministro de las convencionales.
14. El gobierno actual tenía ya planes para diversificar tecnológicamente el
arsenal represivo del Estado, actualizando el perfil operativo y opciones
tácticas de su estrategia de seguridad nacional (léase, estabilidad y
permanencia de su grupo político).
Pero las armas no llegan por nada. Es decir, no son ajenas a los
intereses de quienes autorizan su envío. En el marco de la reunión con
la cúpula empresarial alemana el pasado 12 de abril en Hamburgo, las
palabras dispensadas al presidente Enrique Peña por el ministro de
Economía y vicecanciller de Alemania, el socialdemócrata Sigmar Gabriel
(el mismo que 3 meses después presidirá el Consejo de Seguridad que
despachará la venta de 1 mil 467 armas antitanque a México), honran
ese principio de realpolitk: “Para Alemania, México es el socio económico
más importante y un emplazamiento muy significativo (…). México es un
eslabón entre Latinoamérica y Norteamérica, entre los países del
Atlántico y del Pacífico”.
Y es que, durante su estancia de 4 días en ese país (del 10 al 13 de
abril), Enrique Peña pone a los pies del gobierno y corporaciones
alemanas el patrimonio biocultural de los mexicanos y compromete, en
el altar de soluciones verdes Made in Germany, la política nacional de
desarrollo. Lo significativo de esta mutua aproximación política es la
conexión simbiótica, para ambos gobiernos, entre sus intereses
estratégicos y el uso ilegítimo de la fuerza. Dos días después de esos
acuerdos, y sin que le precediera un estudio previo, en aplicación
del diktat alemán, la Semarnat y la Comisión Nacional de Seguridad
anuncian la creación de la Gendarmería Ambiental. Su misión: imponer
el orden en las áreas naturales de importancia internacional (sic) y
apoyar en la ampliación de su superficie. El principio de consentimiento
previo informado (CPI) previsto por la legislación ambiental para la
creación de un Área Natural Protegida, se hace a un lado para no
molestar los intereses de nuestro nuevo polo hegemónico: la derecha
alemana (CDU-CSU/SPD) y sus corporaciones; sin conocimiento ni
consentimiento del pueblo alemán.
15. La Reserva de la Biósfera Montes Azules es uno de los tres lugares
anunciados para el despliegue de la Gendarmería Ambiental que se
concretará, se dijo, en el marco de los trabajos de la Cumbre Mundial de
biodiversidad (la COP 13). No se trata de cualquier sitio. Montes Azules,
la joya biogenética de la mayor apuesta extractiva de biodiversidad
global llevada adelante por Alemania, es un ecosistema incluido en el
programa trinacional Selva Maya financiado, dirigido y operado por ese
país. Pero dado que, hasta la fecha, sus personeros –la mancuerna
Conabio-GIZ– no han podido ingresar a él porque, para decirlo claro, la
historia ha echado raíces, y lo ha hecho ya en cada confín de su
territorio. El pronunciamiento dado el pasado 25 de octubre por los
comuneros Lacandones en contra de la Gendarmería Ambiental y de los
intereses de privatización de la riqueza biológica de la selva que se
hallan detrás, es una muestra de ello, dentro de varias más en curso de
definición y amalgama regionales.
Pero, ¿cómo fue que se llegó a este nivel de subrogación trasnacional de
los territorios que reúnen la biodiversidad más importante del país?
¿Cómo consiguió el gobierno de Alemania obtener, ¡en menos de 10
16. años!, lo que los estadunidenses, en brega de 50, apenas soñaron? Dos
procesos, venidos por distinta ruta, alimentan y explican este “logro”.
El primero lo abonan quienes, expertos en el tema, escurrieron el
bulto y optaron por guardar silencio.
El segundo viene marcado por dos sucesos parteaguas en la agenda
ambiental global acuñados a finales del emblemático 2008: 1. la cumbre
mundial de biodiversidad en Bonn (la COP 9, organizada por el
Ministerio de Medio Ambiente alemán, entonces a cargo del
socialdemócrata Sigmar Gabriel) y, 2. el lanzamiento por el Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a cargo entonces
del alemán Achim Steiner, del llamado modelo de economía verde,
presentado como la gran oportunidad de hacer negocios “sustentables”
en medio de un mar de crisis.
Con la COP9, inicia la fiesta; los arreglos prenupciales entre México y
Alemania hacia una economía verde sustentada, inicialmente, en el
aprovechamiento trasnacional de la biodiversidad del sureste mexicano
y la protección de sus fuentes (las áreas protegidas). Una mutua
conspiración (mexicano-alemana) para conseguir ambos objetivos al
amparo de las siglas de Naciones Unidas es una expresión afortunada
para sintetizar el propósito y resultado de esa cumbre. Las huellas son
de ambos. La propuesta presentada por México en la Cumbre de la
Tierra (Johannesburgo 2002) urgiendo a transformar las Directrices de
Bonn sobre acceso a los recursos biogenéticos en un instrumento
vinculante, en Bonn se convierte en el tema central, junto al otro
indisoluble: la protección y ampliación de las áreas naturales protegidas.
En la siguiente cumbre, en Nagoya, Japón (COP 10, 2010), las
delegaciones llegarán sólo a firmar ese instrumento, aunque la mayoría,
sabedora de su propósito y trampas, no lo firma (hasta la fecha).
17. Meses después, la Semarnat anuncia la generosa inversión de la
“cooperación” alemana –6 millones de euros– para desarrollar en México
las bases del primer proyecto piloto del Protocolo de Nagoya. Sus
avances (engaños en comunidades) se presentarán en la COP 13 como
la llave maestra que consigue abrir al capital biotecnológico la puerta de
acceso al patrimonio biocultural de cualquier pueblo en cualquier parte
del mundo.
La protección de los yacimientos
A partir de la COP 9, Alemania destina recursos crecientes para la
protección de ecosistemas, es decir, para proteger la biodiversidad
mexicana que más tarde aprovecharán sus empresas. A la fecha, la
superficie “protegida” por la “cooperación” alemana, medida en
hectáreas, alcanza holgadamente los siete dígitos.
El segundo suceso. Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA (abril
2006 a junio 2016), exdirector dela top conservacionista Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), presenta a
18. finales de 2008 el concepto de “economía verde” como la fórmula para
recuperar el crecimiento mundial. ¿Cómo? Colocando al comercio de
recursos genéticos, a la valoración económica de los servicios
ecosistémicos y a las tecnologías de recambio energético, como puntales
de este modelo, los llamados negocios verdes. Años más tarde, los tres
constituirán la base delos inconstitucionales acuerdos de vasallaje
firmados el 12 de abril en Berlín por Enrique Peña Nieto.
El mundo giró
De la apabullante presencia estadunidense en los principales núcleos de
biodiversidad y provisión de servicios ecosistémicos del país, apenas
queda el recuerdo, y ni qué hablar ya de la Unión Europea o de la
cooperación francesa, de la inglesa o de la española. Es cierto que la
crisis desatada en 2008 las llevó a todas a su repliegue; sin embargo,
eso no explica por qué el gobierno alemán se precipitó hacia esos
lugares y a otros más, con tal euforia y apremio. Por qué es tan
19. importante para Alemania la biodiversidad y, en algunas regiones, la
provisión ambiental de sus ecosistemas.
En términos de mercado (y cultura), la biodiversidad es, para los
alemanes, lo que el automóvil para los estadunidenses. Algunos
ejemplos. Alemania es el primer importador de plantas de uso
farmacéutico en occidente. En Alemania, las Apotheken (farmacias)
expenden una gran variedad de fitofármacos, la mayoría producidos por
decenas de empresas medianas y pequeñas. Por mandato legal,
toda Apotheke debe contar con un laboratorio para surtir recetas que
prescriben fitofármacos (que para menores de 12 años cubre el seguro
público). Pero no sólo es fito. Siendo Alemania la segunda potencia
biotecnológica global (o la primera ya en productos si se contabiliza el
valor de mercado de los activos de Monsanto recién adquiridos por
Bayer), consolidar posiciones en los territorios biodiversos más
relevantes en el mundo resulta crucial a la provisión. Además, a
diferencia de los yacimientos hidrocarburíferos, en este sector la alicaída
competencia (Estados Unidos, Francia o Japón) no ha conseguido
afianzar el espacio.
20. Los servicios ambientales
Algunos de los ecosistemas que albergan esa codiciada diversidad
genética también proveen con sus servicios a regiones industriales,
urbes y mercados vecinos. Como ocurre en el eje de conectividad
terrestre en ruta hacia el este de Estados Unidos que irriga y “climatiza”
la Sierra Madre Oriental. Este corredor industrial ha adquirido en el
último lustro un valor estratégico para las crecientes inversiones
alemanas en manufacturas for export. No es casual, por ello, que los
sitios con mayor valor ambiental (y no sólo biogenético) en la Sierra
Madre Oriental se hayan incluido, ¡desde 2008! en el paquete territorial
solicitado y concedido al gobierno alemán, y otros más al sur en los
años siguientes, bajo denominaciones convenientes (para eludir la
verdad, los gobernantes mexicanos se pintan solos).
Por qué México. Hablando de biodiversidad y grandes ecosistemas,
porque de los países que le preceden en el ranking (que son tres o
cuatro) ninguno de sus gobiernos ha renunciado a su potestad soberana
ni mucho menos concedido la ocupación “subrogada” de sus territorios
como, al igual que en muchos otros temas de interés público, lo ha
hecho el nuestro y, ciego, insiste en hacerlo, a pesar del sostenido
proceso de desglobalización neoliberal en curso protagonizado, quién lo
iba a decir, por sus Estados precursores.
En adición a esta cualidad entreguista del gobierno mexicano, el
territorio-México posee, para el gobierno alemán y sus capitales, un
valor estratégico dual insustituible que, tras la crisis de 2008, convertirá
a México no sólo en su plaza de manufactura for export predilecta en
Latinoamérica sino también, y con valor estratégico equivalente, en su
enclave para operar su agenda ambiental. En un principio para la
conservación y extracción de biodiversidad, más adelante también para
la subrogación de los territorios de alto valor ecosistémico y, a partir de
abril (tras la paranoia desatada en el primer círculo gobernante por el
ascenso de Trump que se salda con el histórico viaje a Berlín), como
21. destino local y plataforma hemisfodo el paquete para apuntalar el
modelo de economía verde Made in Germany. El “privilegiado” ascenso
en la inversión y cooperación alemanas en México se dará así en cinco
etapas, determinadas por un creciente alud de factores internacionales
que abonarán este matrimonio de conveniencia.
El ascenso de Donald Trump precipitó todo. midiendo como un animal
acorralado la amenaza, en el invierno se toma la decisión: implorar al
único sobreviviente: el gobierno alemán. Papeles a punto, el 10 de abril
aviones caza de la fuerza aérea alemana escoltan al José María Morelos
hasta Berlín, donde 48 horas después la canciller Merkel y el presidente
Peña suscribirán dos declaraciones conjuntas: “Acción Climática y la
Transición Energética y Biodiversidad” y “Alianza Energética”. Ambas
confluyen hacia un mismo propósito: impulsar, a partir de nuestro país,
el modelo de economía verde Made in Germany, en torno a dos de sus
grandes ejes de plusvalía (y hegemonía): biodiversidad y ecoterritorios
(México, como el espacio piloto y gestor de convencimiento para la
22. integración de los países del sur), y eficacia y transición energéticas, a
desarrollar en México, pero igualmente con deberes de radialidad
hemisférica.
Su texto no se dará a conocer en México pero sí en los portales de los
dos ministerios alemanes implicados: el de Medio Ambiente y el de
Economía y Energía. Una frase del botánico alemán Alexander von
Humboldt citada por Peña Nieto durante esa visita sintetiza y ratifica el
tema sobre el cual recaerá el peso mayor de la cuota del
avasallamiento: “Si sólo pudieras llamar paraíso a un lugar del mundo,
ese tendría que ser México”.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) declaró el
pasado 23 de junio que el gobierno de México “presentará en la COP 13
los resultados de la cooperación con Alemania”. Una descortesía
tratándose del anfitrión de una cumbre multilateral. Qué se busca.
Siendo el foco los negocios de la biodiversidad, presentar las trapacerías
urdidas por la dupla Conabio-GIZ en comunidades piloto como la llave
maestra que abre al libre comercio esos bienes hasta hoy comunes. A 2
meses del centenario de la primera Constitución en el mundo que puso
freno a la desregulación liberal, el régimen “heredero de esa revolución”
(el PRI) anunciará, urbi et orbi, y sin restricción de especies ni
ejemplares, la apertura de la temporada de caza capitalista sobre un
patrimonio global pendiente de desamortizar: el biocultural de pueblos y
naciones. Se trata de la desamortización más profunda y amplia en la
historia de un bien común, el que fundó a la humanidad.
Ante la exhibición del último bien común que la Conabio alzará y
entregará como trofeo neoliberal a las corporaciones en nombre de los
pueblos de México, o el ingreso en paralelo de una fuerza armada a los
bastiones de resistencia indígena, o la complicidad flagrante del
gobierno alemán en el envío de armas al gobierno de México en
periodos políticos sensibles para su continuidad, ¿es ético callarse?
Alemania llegó para quedarse
23. El arribo de la democracia cristiana al gobierno de Alemania (noviembre
2005) y la llegada 1 año después en México de un gobierno
ideológicamente equivalente y militarista, sentaron las bases del
trepidante ascenso en la inversión y la cooperación alemanas en este
país: en manufacturas, venta de armas y la cardial en biodiversidad. La
crisis global desatada 2 años después avivó su presencia. Su
permanencia, enmarcada en una Alemania con exportaciones crecientes
y el resto de países del G7 en crisis, consolidarán esta presencia bajo un
nuevo gobierno (PRI). Un impacto aún mayor en el precio de las
materias primas, el revire proteccionista de las economías punteras y el
afianzamiento económico de Asia, completarán el cuadro.
El ascenso no sólo de Trump sino del republicanismo de base forzaron al
régimen político mexicano a un furtivo pacto de salvataje con la única
potencia occidental sobreviviente (¿sustentable?) del cataclismo
neoliberal: Alemania.
24. Los alemanes no se irán. Aun cuando el comercio de manufacturas
sufriera una contracción global a causa del proteccionismo
estadunidense en puerta y la revitalizada matriz petrolera confrontara
activamente a los productos de la incipiente economía verde Made in
Germany, los acervos biogenéticos de México no verán disminuida su
importancia estratégica; ni para la provisión doméstica alemana ni como
valor futuro pletórico de aplicaciones industriales. Aplicaciones cuya
creatividad innovativa mana, a velocidades hipersónicas, de catálogos
etnográficos que allegan, hay que decirlo, investigadores alcahuetes
alimentados por la mano de la agencia alemana de cooperación, la GIZ.
Y hablando de armas. Con Trump amagando con una incursión punitiva
100 años después de la emprendida por John Pershing, ¿a quién más
acudir sino a Alemania?
Aun cumplidas las amenazas proteccionistas y contraídas por efecto las
inversiones en manufacturas, las armas Made in Germany y la gestión
de la agenda bio por la “cooperación” alemana, no sólo se mantendrán
sino se afianzarán, como el enclave germánico más desafiante y
formidable que haya tenido jamás ese país, sin que su pueblo ni su
academia comprometida sospechen, siquiera, el abc de esta funesta
aventura bilateral dual, que por acá no pocos callan.
La caracterización de México por quien en Alemania se ha ocupado
históricamente de estos intersticios, el Ministerio de Guerra, enlista el 25
de agosto del 2005, al emitir su voto a favor del envío de fusiles G36 a
México, las cualidades del interés de ese país hacia el latinoamericano.
Ninguna, por cierto, relacionada con las festivas y pacifistas expuestas
en el Año Dual México-Alemania por el embajador ViktorElbling, o las
que el gobierno mexicano, en boca de la Conabio, intentará presentar en
la COP 13.
Theresa Richter y Juan Ignacio Domínguez
Contralínea 517 / del 05 al 11 de Diciembre 2016