La caída del bloque soviético se debió a la severa crisis política y económica que sufría la URSS desde la década de 1970, lo que llevó a las reformas de perestroika y glasnost impulsadas por Mijaíl Gorbachov en un intento por salvar al sistema. Estas reformas terminaron debilitando el control soviético y llevaron a la disolución de la URSS en 1991, dando fin a la Guerra Fría y dejando a Estados Unidos como la única potencia hegemónica en un mundo un