El documento describe el renacimiento urbano en Europa a partir del siglo XII. Las ciudades antiguas recobraron su fuerza y surgieron nuevas ciudades junto a castillos y monasterios. El crecimiento demográfico entre los siglos X y XII impulsó la actividad económica, la producción agrícola y artesanal, lo que a su vez promovió el desarrollo de las ciudades y el comercio. También hubo avances tecnológicos como la pólvora, molinos de viento y agua