El documento es un tratado de capitulación otorgado por el emir de los creyentes Umar a la gente de Jerusalén en el año 638. El tratado garantiza la seguridad de las personas y propiedades de los habitantes de Jerusalén, incluidas sus iglesias y cruces, a cambio de que paguen un impuesto (yizya) y expulsen a los romanos y bandidos de la ciudad.