Este capítulo resume la evolución histórica del urbanismo moderno a través de tres tradiciones: la estética, la artística y la técnica. Estas tradiciones corresponden a enfoques del urbanismo como forma física (estética), reforma social (artística), y racionalidad científico-técnica (técnica). El capítulo también discute cómo las ciudades jardín del siglo XIX buscaron solucionar problemas sociales de vivienda a través de un enfoque que combinó valores estéticos y preocupaciones social