Este documento presenta el caso clínico de una paciente de 54 años que buscaba rejuvenecimiento facial sin cirugía. Se le aplicó toxina botulínica en la frente, patas de gallo, base de la nariz y bruxismo, así como ácido hialurónico en los labios, surcos nasogenianos, ojeras y nariz para levantar la punta. Los resultados mostraron atenuación de las líneas de expresión y mejoría del volumen en las zonas tratadas.