Castilla y Aragón experimentaron dificultades económicas, sociales y políticas en el siglo XV. Los nobles castellanos se hicieron más poderosos y ricos mientras que los campesinos y artesanos sufrían mayores presiones. En Aragón, los catalanes desarrollaron una red comercial en el Mediterráneo pero conflictos políticos y sociales condujeron a la decadencia de Cataluña.