Los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, unieron sus reinos a través de su matrimonio y llevaron a cabo políticas para fortalecer su poder real y afianzar la unidad territorial de España. Utilizaron instrumentos como someter a la nobleza, controlar las órdenes militares, crear la Inquisición y expulsar a los judíos. También establecieron una burocracia efectiva y un ejército permanente para reforzar su autoridad centralizada sobre España.