El documento describe la contaminación ambiental y daños a la salud causados por las operaciones petroleras de Texaco (ahora parte de Chevron) en la Amazonía ecuatoriana entre 1964 y 1992. Más de 1,000 personas murieron y se contaminaron 336 pozos y 880 piscinas de residuos tóxicos, destruyendo comunidades, aguas, suelos y especies. A pesar de demandas legales desde 1993, Chevron se ha negado a asumir responsabilidad y compensar adecuadamente a las víctimas. El caso continúa en litigio