BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Clase 1. Texto previo a la clase
1. Álex Grijelmo, Defensa apasionadadel idioma español. Punto de Lectura, España, 2004.Transcrito en: PastorTéllez, Blanca Guillermina, et
al., Español 2. Santillana, México, 2006, p. 121.
Los cromosomas del idioma español
(…) La unidad del idioma no se altera en absoluto por el hecho de que un español bucee en la “piscina”
mientras un mexicano nada en la “alberca” y un argentino se baña en la “pileta”, estando todos ellos en
el mismo lugar. Las tres palabras —precisas, hermosas— parten de lo más profundo de nuestro ser
intelectual colectivo. Podemos ver el ADN de “piscina” en picis,y en “piscifactoría”, y hasta saber que
la palabra procede de aquellos estanques de los jardines que se adornaban con peces; y relacionar su
significado con un lugar donde se almacena agua y donde, como peces en el agua, podemos aumentar
la velocidad mediante unas aletas como las del pez, y también nada al estilo rana. Y la “alberca”
mexicana (del árabe al birka,estanque) nos llevará por la genética y la historia a los terrenos de regadío
rurales donde se hacía preciso almacenar el agua para luego esparcirla, y donde los mozos del campo
se remojaban para ahuyentar la sofoquina. Y a la “pileta” podemos asociarla con “pila” y con “pilón”
(“al pilón, al pilón”, se grita en los pueblos de Castilla cuando el grupo verbenero se quiere bajar del
escenario demasiado pronto), y tan expresión española es como las dos anteriores.
Los jóvenes mexicanos harán un clavado en el agua donde los barceloneses se tirarían de cabeza o los
limeños, entre otros, disfrutarían de una zambullida, y el estilo empleado al hacerlo le parecería lindo a
un chiapaneco y bonito a un sevillano; y ambos se entenderían también, por más que el sevillano nunca
dijese “lindo” ni el chiapaneco “bonito”, igual el español pronunciaría “paliza” donde el americano
“golpiza” y los dos entenderán la expresión del otro sin haberla pronunciado jamás. Y ambos sabrán de
lo que hablan cuando el mexicano cite “la computadora” y el europeo “el ordenador”, influido aquél
por el inglés (pero con familia en el español: computar, cómputo…) y éste por el francés y por IBM
(pero con los genes de las lenguas romances: orden, ordenar, el que ordena: ordenador).
Y si preguntamos en Argentina cuánto nos falta para llegar a una calle pueden contestarnos que “dos
cuadras” donde nosotros diríamos “dos manzanas”,pero tan metafórica resulta una expresión como otra
y las comprendemos sin problemas.
2. Álex Grijelmo, Defensa apasionadadel idioma español. Punto de Lectura, España, 2004.Transcrito en: PastorTéllez, Blanca Guillermina, et
al., Español 2. Santillana, México, 2006, p. 121.