Pedro enseña sobre las relaciones entre esposos y esposas. Indica que las esposas deben someterse a sus esposos como orden establecido por Dios, para ganarlos por su comportamiento más que por sus palabras. Aconseja que la verdadera belleza proviene del interior, de un espíritu suave. También instruye a los esposos a ser comprensivos y tratar a sus esposas con respeto, ya que ambos son herederos del don de la vida.

1. LOS DECLARO MARIDO Y MUJER 1 PEDRO 3.1-7

2. 1Pe 3:1 Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, 1Pe 3:2 al observar su conducta íntegra y respetuosa. 1Pe 3:3 Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 1Pe 3:4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. 1Pe 3:5 Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. 1Pe 3:6 Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor. 1Pe 3:7 De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada,* y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

3. En el capitulo 2 Pedro enseño que para tener éxito en vivir como Cristiano. Requiere tener relaciones correctas: En el mundo civil En el trabajo En esta sección incluye 2 la familia y la iglesia.

4. v. 1 1Pe 3:1 Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, Sométanse= estar sujetas Este es el orden que Dios ha diseñado. Las mujeres no son inferiores. Pero es el orden que Dios diseño. Las series de funciones que tienen las pone bajo la sujeción de su esposo.

5. v. 1 Col 3:18 Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor. Esa actitud de sumisión y respeto ganara al esposo. Serán ganados por su comportamiento no por sus palabras. Tiene mas efecto que predicarles o quejarse de ellos.

6. V.2 1Pe 3:2 al observar su conducta íntegra y respetuosa. La pureza de vida y la reverencia a Dios. Es lo que la gente vera en nosotros. Este principio se aplica a cualquier autoridad. Es difícil predicar a la autoridad hablamos mejor con nuestra conducta.

7. v.3-5 1Pe 3:3 Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 1Pe 3:4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. 1Pe 3:5 Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo.

8. v.3-5 Externa, no la condena. Su condenación va dirigida a la preocupación mayor a que a la belleza interna. La verdadera belleza la que proviene de los profundo del corazón. Espíritu suave y apacible. Esta es una belleza que nunca se marchita.

9. v.6 1Pe 3:6 Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor. Vivir sin temor es confiar en el orden de Dios. Puedes tener miedo de ser dirigida por tu esposo.

10. v. 7 1Pe 3:7 De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada,* y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.

11. v. 7 La sumisión también es responsabilidad de un esposo cristiano. Efesios 5:21 Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Someternos al cumplimiento del deber amoroso de ser sensible a sus necesidades, temores y sentimientos.

12. v. 7 La mujer necesita protección, provisión y fortaleza de parte de su esposo. Ambos somos herederos. Nuestra relación con Dios peligra si no cuidamos de nuestra posición de hombre. Si no protegemos y cuidamos. Ser comprensivos y respetuosos. No exigentes y salvajes.