Pablo escribe sobre su llamado divino para predicar el evangelio a los gentiles y la revelación de que judíos y gentiles son ahora iguales en Cristo. A pesar de ser el menor de los santos, Dios le dio a Pablo la gracia y el poder para anunciar el misterio de que a través de la iglesia, la sabiduría multidimensional de Dios se daría a conocer a todas las autoridades celestiales. Pablo alaba el amor de Dios que supera todo entendimiento y llena a los creyentes con su plenitud.