En la Edad Media, la higiene personal era muy pobre. Las personas rara vez se bañaban y podían pasar meses sin hacerlo. Los baños públicos eran caros, así que familias enteras compartían el mismo agua sucia. Los pobres se bañaban en ríos, aunque el agua estuviera fría. Para ocultar los malos olores, la gente usaba perfumes o flores. Los retretes eran primitivos y sucios, descargando directamente en las calles o paredes. La ropa no se cambiaba con frecuencia y estaba