Prepararse a fondo es la mejor manera de evitar los nervios antes de una presentación o examen oral. Se recomienda preparar un guion detallado con la introducción, contenido principal y conclusión, así como practicar varias veces para familiarizarse con el material. Además de prepararse, también es útil incluir chistes en la introducción y algún elemento impactante en la conclusión para captar la atención de la audiencia.