El documento analiza cómo negocian los colombianos, concluyendo que es una negociación distributiva donde cada parte busca su propio beneficio. Esto se debe a las raíces españolas de imponer la cultura y religión sin negociación, y al conflicto interno colombiano donde cada parte también busca su beneficio. Aunque ha mejorado en algunas regiones, todavía existe la tendencia a "tumbar" al otro para obtener mayores ventajas.