La campaña navideña de Coca-Cola de 1931 estableció la imagen de Santa Claus como un abuelo bondadoso. Muestra a niños sonriendo mientras esperan ansiosamente la visita de Santa. La publicidad enfatiza la armonía familiar durante la Navidad y el color rojo de Coca-Cola ayuda a captar el amor y cariño de la temporada. La compañía sugiere que beber Coca-Cola mejora las celebraciones navideñas al proporcionar un ambiente hermoso para pasar tiempo en familia.