La coexistencia pacífica fue un término acuñado por Nikita Kruschev para referirse a las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos durante la Guerra Fría, basado en la doctrina comunista de que países capitalistas y comunistas podían coexistir sin guerra para evitar una hecatombe nuclear. Aunque la política se mantuvo formalmente hasta la década de 1980, eventos como la crisis de los misiles en Cuba en 1962 llevaron a ambas naciones a modificar su enfoque hacia una distensión más cooperativa.