La disfunción eréctil raramente se debe únicamente a la deficiencia de testosterona, sino que es el resultado de varios factores que se alimentan entre sí, como la aterosclerosis, la diabetes y la falta de ejercicio. La diabetes en particular está fuertemente vinculada a la disfunción eréctil y los niveles bajos de testosterona debido al daño que causa el exceso de azúcar en la sangre a las pequeñas arterias del pene.