El láser fue inventado en 1960 y funciona emitiendo un haz de luz coherente mediante la emisión estimulada de radiación, un efecto de la mecánica cuántica. Consiste en un núcleo excitado por una fuente de energía y espejos paralelos que permiten la salida de un haz direccional de luz. Tiene numerosas aplicaciones en medicina, comunicaciones, almacenamiento de datos y otras áreas debido a su capacidad para generar un haz estrecho y potente de luz.