El documento describe las competencias para una sana convivencia social y para promover los derechos humanos. Estas competencias incluyen identificar características de relaciones interpersonales, actuar como mediador en conflictos fomentando el diálogo, aceptar la legitimidad de los demás y manejar emociones. También reconocer la igualdad de los seres humanos, manifestar indignación cuando se violan libertades y identificar cómo las emociones influyen en el trato hacia personas con intereses distintos.