Un condensador está compuesto de dos placas metálicas separadas por un material aislante. La capacidad de un condensador depende del área y distancia entre las placas y la calidad del aislante. Al conectar un condensador a una fuente de tensión, los electrones se almacenan entre las placas. Cuando se desconecta la fuente, la carga permanece almacenada. Al conectar las placas a través de un conductor, los electrones fluyen de la placa negativa a la positiva.