Los griegos creían que la Tierra era plana y estaba en el centro del universo, rodeada por los planetas, el Sol y la Luna que giraban en órbitas circulares. Esta teoría geocéntrica prevaleció durante 2000 años. Los filósofos griegos también consideraban que la Tierra era una esfera inmóvil alrededor de la cual giraban los objetos celestes.