Este documento resume la pérdida de territorios peruanos a manos de Brasil a lo largo de la historia. En 1851, mediante el Convenio Fluvial Perú-Brasil, Perú cedió 56,507 km2 de territorio amazónico. En 1867, el Tratado Muñoz-Neto entre Brasil y Bolivia resultó en la pérdida de 222,703 km2 de territorio peruano. Finalmente, en 1909 el Tratado Velarde-Río Branco le costó a Perú 169,977 km2 adicionales de su territorio amazón
IDENTIDAD De La FAMILIA, su trascendencia en la iglesia y en la sociedad
Conozcamos
1. CONOZCAMOS ESTA HISTORIA.
TERRITORIOS PERDIDOS POR CONVENIO FLUVIAL CON BRASIL. Este proceso de desmembramiento de territorio amazónico se inicia en 1851,
durante el gobierno de Don José Rufino Echenique, año en que, mediante el Convenio Fluvial Perú – Brasil o Convención sobre Comercio y Navegación
fluvial con Brasil, firmado en Lima, el 23 de Septiembre, entre el Representante del Perú, Don Bartolomé Herrera y el representante del Brasil, señor Duarte
Ponte, se entregó una porción de territorio peruano al Brasil, que abarcaba desde el pueblo de Tabatinga hacia el norte en lí¬nea recta hasta la confluencia
entre el Caquetá¡ y el Apaporis; hacia el Sur, desde la confluencia del Amazonas con el Yavarí¬ hasta la naciente de este; y, hacia el oriente, hasta la
confluencia del Caquetá con el Amazonas. Se trató de lograr la activación del comercio fluvial y la explotación peruana de la hoya amazónica, con
facilidades para salir al Océano Atlántico. Con este Convenio perdimos un territorio de 56, 507 Km2.
ARAES PERDIDA POR TRATADO MUÑOZ – NETO CON BRASIL En 1867, y siendo presidente de nuestro paí¬s el coronel Mariano Ignacio Prado,
perdimos los territorios peruanos legalizados por el Tratado de San Ildefonso, de 1777 (España-Portugal), mediante el Tratado firmado entre Brasil-Bolivia,
llamado Muñoz-Neto, del 27 de Marzo de 1867. Estos territorios se ubicaban al sur de la línea que iba desde los orí¬genes del Yavarí¬ hasta el rí¬o Madeira,
perdiendo el Perú 222,703 Km2. En este caso la pérdida fue por inacción, por indolencia, de la clase dirigencial limeña, pues en el referido Tratado, ambos
países, Brasil y Bolivia, incluyeron territorio peruano comprendido entre los ríos Yavarí¬ y el Madeira, que nunca fue reclamado, quedándose en posesión de
Brasil definitivamente.
TIERRAS PERDIDA POR TRATADO VELARDE – RIO BRANCO CON BRASIL. En 1909, durante el mandato de Don Augusto B. Leguí¬a, se firmó
con Brasil un nuevo Tratado que llevó las firmas de Don Hernán Velarde, por Perú y el Sr. José Da Silva Paranhos Dos Ríos, que luego fuera ratificado por
el Congreso Peruano, el 13 de enero de 1910. Este tratado nos costó nada menos que 169,977 Km2. de nuestro territorio amazónico.
Con Brasil
Los límites orientales
Según el uti possidetis los límites orientales con Brasil correspondían a los del Virreinato del Río de la Plata en el Gobierno de Chiquitos y el Gobierno de
Moxos; es decir hacia 1825 los límites de Bolivia con Brasil habrían de ser -de Norte a Sur- las vaguadas de los ríos Madera, Itenes,Yaurú y río Paraguay,
con una pequeña frontera seca en la zona llamada Serere entre las nacientes del Itenes y el Yaurú; pero en los últimos años de la dominación española el
realista gobernador intendente de Chiquitos solicitó la anexión de toda la región de Chiquitos al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve; sólo la amenaza
de un ataque por parte de las tropas al mando de Bolivar y el hecho que los lusobrasileños debieran afrontar al mismo tiempo la resistencia de la Provincia
Oriental y luego el Brasil tuviera que afrontar una inminente guerra con Argentina hizo que portugueses y brasileños devolvieran al nuevo estado boliviano la
mayor parte de la región que habían ocupado, aunque manteniendo territorios al oeste y al sur de los mencionados ríos; en efecto: tras 1825 Brasil se
consolidó con fronteras geodésicas secas en el noreste del Chaco Boreal. Complicó aún más la situación el hecho que en 1811 el estado paraguayo reclamara
gran parte del Chaco Boreal.
Las Bulas Alejandrinas
Artículo principal: Bulas Alejandrinas.
En demanda y confirmación de la plena soberanía castellana sobre los recién hallados territorios, Isabel y Fernando acudieron al veredicto papal. La
arraigada tradición teocrática de los pontífices romanos imponía la aceptación de su arbitraje en el mundo cristiano en estos asuntos territoriales. Le
correspondió pues al valenciano Rodrigo Borgia, a la sazón titular de la sede de San Pedro como Alejandro VI, proceder al reparto de las tierras y los
océanos del Nuevo Mundo entre las dos potencias que optaban a su descubrimiento, colonización y dominio: Castilla y Portugal. En las cuatro bulas
Alejandrinas de mayo a septiembre de 1493 (las dos Inter Cœtera, Eximiœ Devotionis y Dudum Siquidem) dictadas con tal ocasión, se fijó el meridiano
divisorio de las zonas de influencia española y portuguesa a 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde, siendo la zona occidental la correspondiente a
Castilla y Aragón y la oriental a Portugal.2 Se dejó notar el origen eclesiástico de dichos documentos, pues se decretaba la excomunión para todos aquellos
que osasen viajar a las Indias sin autorización de los reyes de Castilla.