La campaña militar conocida como "Conquista del Desierto" llevada a cabo durante la presidencia de Avellaneda tuvo como objetivo someter a los pueblos originarios del sur y noreste de Argentina y apropiarse de sus tierras. Julio A. Roca aplicó un plan de aniquilamiento sistemático de las comunidades indígenas a través de una guerra ofensiva que resultó en miles de muertos y la ocupación de quince mil leguas cuadradas de territorio, el cual fue entregado a familias terratenientes vinculadas