Susanita argumenta que los ancianos son una carga para la familia y el Estado debido a que con la edad se pierden capacidades y dejan de ser productivos. Mafalda critica esta visión negativa de la vejez como característica de las sociedades occidentales y capitalistas, señalando que en otras culturas los ancianos son venerados por su sabiduría y funciones para la familia y el Estado, y que eventualmente todos envejeceremos.