Un avión de pasajeros de la compañía Turkish Airlines se estrelló durante el aterrizaje en el aeropuerto de Schiphol en Holanda, dejando 9 muertos y más de 80 heridos, 6 de ellos en estado crítico. El avión Boeing 737 se partió en tres pedazos y perdió un motor, un ala y la cola a unos 100 metros de una autopista. El vuelo TK1951 había despegado de Estambul con destino a Ámsterdam.