La crisis financiera mundial comenzó debido a problemas en el mercado inmobiliario de Estados Unidos, donde se otorgaron muchos préstamos hipotecarios de alto riesgo. Esto llevó a una caída en el valor de las propiedades e incumplimientos de pago de las hipotecas. Los inversores internacionales comenzaron a retirar sus fondos de los mercados bursátiles y a buscar inversiones más seguras. Esto provocó caídas generalizadas en las bolsas de todo el mundo y una crisis financiera global.