El documento discute cómo las aves son sensibles a los cambios climáticos y pueden indicar el cambio global a través de cambios en sus movimientos migratorios y fenología reproductiva. También explica que las aves pueden servir como bioindicadores de factores de riesgo como virus. Finalmente, presenta algunos casos chilenos donde las aves han monitoreado factores como la contaminación en relaves mineros y han servido como centinelas de enfermedades emergentes.